Lamentos De Un Extraño

La Consulta

Vivo en un mundo de extraños. Un mundo frío. Un mundo gris, como las paredes de esta consulta. El ambiente era triste como las notas agudas de un piano tocando acordes de la menor, y sombrío como el silencio. Como ese silencio que se respiraba en la sala de espera.

En la sala de espera habían extraños. Extraños que me causaban rechazo, al mismo tiempo que desprendían un aura de tristeza que se expandía hacia las puertas y ventanas. Ésto sumado al cielo que se veía a través del cristal, me indicaba una señal. La señal de que algo malo me esperaba al otro lado de la puerta.

Y cuando por fin la crucé, aquel hombre me dio la mala notícia, seguida de un "lo siento".

Y un silencio.

De repente el mundo se puso al revés, como si la corteza estuviera dentro y el fuego estuviese en la tierra:

No vivo en un mundo de extraños. Soy un extraño viviendo en el mundo real. No vivo en un mundo frío, mi corazón lo era. Vivo en un mundo gris, pero mi mente lo hacía colorido.

Todo era una ilusión.

Soy un extraño.