Tiempo después...
—Pasa Sui—invitó Naruto después de abrir la puerta de su casa..— ¡Mamá,ya llegamos!— avisó el rubio después de dejar acomodados sus zapatos en la entrada..
—ahora voy,cielo— se escuchó desde la segunda planta.
El peliblanco acomodó sus zapatos también mirando el redondo trasero del rubio doncel..
—pss—llamó la atención del rubio éste volteó a mirarlo curioso y sintió unos cálidos labios unirse a los suyos, el beso fue correspondido, el ojiazul posó sus brazos alrededor del cuello del peliblanco que lo acorraló en la pared tomándolo de la cintura, el dientes de tiburón apegó su entrepierna a la de su novio mientras en su juguetón beso mantenían una ardiente guerra de lenguas
Alguien aclaró su garganta para deshacer el momento de ambos jóvenes..
Ambos se separaron rápidamente,de hecho,solo Naruto se sobresaltó, Suigetsu estaba tan fresco como lechuga.
—mamá— sonrio Naruto respirando agitado..—Hola—eso fue algo vergonzoso,pero dio gracias que no fue su padre quien se los topó sino los dos estuvieran en problemas, la familia cuida mucho la virtud de sus dos hijos pues ambos son donceles.
—Ah,"Hola"— ella tiene las manos acomodadas en su cintura inconforme por la respuesta de su hijo menor.
—quiero decir, buenas tardes,mamá—sonrió nervioso.
—Suigetsu— esta vez miro a su yerno, que yacía con su celular mandándole un mensaje al celular de Naruto..
El nombrado levanto la mirada y guardó su celular sonriendo.
—Buenas tardes, bella dama,¿cómo ha estado mi suegra favorita?— sonrió mostrando su blanca dentadura y guiñando un ojo
—Soy tu única suegra. Siempre tan lindo mi yerno favorito—respondió ella con una sonrisa indescifrable.
—Soy su único yerno— respondió algo confundido sonriendo aún.
—Claro, cariño..claro— siguió sonriendo de la misma forma,lo que confundió mas a Suigetsu quien miró a Naruto éste último solo se encogió de hombros y soltó una pequeña risita.— pasen, ya está la comida. Nos acompañarás Sui—Ordenó kushina dándose la vuelta y caminando hacia la cocina.
—te quedarás, no?—preguntó emocionado el rubio. Estaban por cumplir tres años de ser novios ambos se visitaban con frecuencia, los Namikaze se acostumbraron a ver ese cabello blanco frecuentar su casa y, Kizame le agradó de sobremanera saber que si existía una persona en todo el mundo que podía de cierta manera mantener quieto a su hermano.
*****
—¿Dei, qué tal va tu galería de arte? Es hermoso— los ojos de Suigetsu brillaron al recordar los lienzos de Deidara. Ese chico tenía el don del Arte.
—Gracias,va muy bien—respondió sonriente Deidara partiendo con sus cubiertos un trozo de carne. El almuerzo había comenzado hace unos cuantos minutos..
—Suigetsu, se que es algo apresurado para la fecha, pero..en dónde piensan pasar navidad tu hermano y tú— cuestionó el mayor de los Namikaze para después beber un poco de agua y mirar al peliblanco..
—supongo que lo de todos los años, mamá vendrá a visitarnos, supon..¿porqué?— se interrumpió a si mismo para preguntar.
—bueno,quería hablar con tu hermano, para invitarlos a pasar navidad con nosotros, pero si ustedes tienen pla..—interrumpió a Minato.
—¿en verdad? Digo, sería de incomodar si nos acompaña mi madre?—preguntó curioso mirándolo fijamente.
— Suigetsu, bien sabes que es muy grata la presencia de ustedes en esta casa, y siempre serán muy bien recibidos— sonrió el mayor de los Namikaze.