RUN

2. Mentiroso

Prov. Ángela

Ya habían pasado 4 días desde lo ocurrido. Aquel chico se estuvo quedando todo este tiempo en el sotano, Jin no despegaba su vista de él. Yo quería hablar con el... saber si era cierto que conoce a mi hermano. Así que en una escabullida fui hasta el sótano ya que el ahí se quedaba y preguntarle ciertas cosas. Así que toque la puerta...

-Quien es

-Soy yo... Ángela- Y abrió la puerta de golpe

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a hablar contigo... pero no tengo mucho tiempo. ¿Puedo pasar?- Me dio el paso, cerró la puerta y me senté en una sillita.

-No crees que tu novio se enoje de que este aquí

-¡Mi novio!- Exclame -No es mi novio... es amigo de mi hermano

-Ah!... lo siento. De qué quieres hablar

Solo había una solución para saber si este chico decía la verdad. Preguntarle cosas que solo los GEOS saben. Y que yo se gracias a mi hermano.

-Sabes que es un protocolo NBQ

-Ese protocolo se utiliza para amenazas nucleares, biológicas o químicas. Es un precinto

-Correcto- El chico me vio confundido -Si no fueras parte de los GOES me hubieras contestado otra cosa

-Veo que te gusta hacer lo mismo que tu hermano... poner a prueba a la gente.

-Si... ahora lo más importante... Donde esta...

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Disparos... ruido... sangre... las calles eran todo un caos

-¡Maldición! Son demasiados- Gritaba un joven pelinegro

-Hemos perdido el control... Jefe- Exclamaba otro

-Poner a toda la gente en los autobuses... nos vamos de aquí...

-No... no... yo no me puedo ir de aquí sin...

-Es una orden... ninguno de mis hombres se queda aquí... entendido...- Grito aquel hombre

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-¿Atlanta? Que hace ahí...

-Ahí fue mandado el grupo. No has escuchado el radio

-No tenemos energía

-Bueno... prácticamente Atlanta es un lugar seguro. Ahí hay luz, agua, comida...

-Pero aquí también tenemos todo eso... bueno excepto la luz

-Si... y por cuanto tiempo

Tenía algo de razón. Pronto nos quedaríamos sin comida y salir ahora es algo peligroso. Así que al terminar de hablar, fui a buscar a Jin que para mi sorpresa me estaba esperando arriba con una cara de pocos amigos.

-Su puede saber... que hacias ahí abajo

-Jin... yo... yo

-¡Te dije que no te quería cerca del!- Me grito -No podemos confiar en el Ángela