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Ya había pasado una semana desde que desapareció esa chica misteriosa,  salía al patio, siempre me ponía en el mismo lugar que estaba ella desde esa noche, tuve la ilusión de volverla a encontrar, pero solo eran eso "ilusiones".
Era de noche, hacía mucho frío, pero no me importaba, me quede a esperarla como de costumbre en el mismo lugar, me decía a mi mismo:
-Va a llegar...Yo lo se...como mi papá...-con el aliento frío, sin poder no ponerme tieso por el viento congelado, con los ojos entre serrados viendo al bosque.
No tenia ropa de invierno, solo uso lo que siempre e tendido, una camisa un poco rasgada de manga larga delgada, unos pantalónsillós que me llegaban asta las rodillas con tirantes y unos zapatos rotos como mis esperanzas.
Ya no podía luchar contra el frío, me empecé a dirigir hacia la puerta lentamente, estaba apunto de llegar, escuche una dulce voz decir:
-¿Me estuviste esperando todo este tiempo?...
Gire mi cabeza rápidamente, pero ya era tarde,  me avía desmayado por la fiebre.

La chica de la mochila de panda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora