Capitulo 2

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Me levante de la cama tan rápido que ni si quiera sentí la toalla mojada que tenia en la frente. El suelo no tardo en ensuciarse. Con un suspiro de arrogancia lo levante y lo puse en un escritorio. Estaba en una habitación desconocida, y a penas caí en la cuenta. La cabeza me dolía y me tambalee,pero mi oído ya esta bien. Salí a la calle,hecha una furia. Al sentir el frío piso de la calle , pensé en regresarme en busca de mis zapatos pero el impacto de mi salida habría desaparecido tan rápido como comenzó.

Sinceramente, creí encontrarme con que las calles estarían hechas un lío , imagine a las mujeres llorando a sus hijos o a alguien que no tuvo mucha suerte, las casas destrozadas, soldados corriendo con sus armas, helicópteros rescatando al pueblo y niños abandonados llorando.

Pero para mi sorpresa el único lamento era el de un hombre que había perdido su puesto y sus frutos ya no podían venderse. Las personas caminaban suscitando sus experiencias. Todo estaba tranquilo, de hecho, demasiado. Unas que otras cosas tiradas pero nada grave. No sangre ni cuerpos tirados.

Busque con la mirada hasta que lo encontré. Estaba en circulo con unos hombres conversando.

Mi enojo creció aun mas. Cuando estuve lo suficientemente cerca, empuje a uno de los hombres que estaba en el grupo. Y saque todo lo que tenia guardado desde hace tiempo:

-Solo tienen un trabajo que hacer, ¡UNO!. No tienen que ir a la guerra,no tienen que estar en combate ni pensar en alianzas politicas. Y aun así ni si quiera lo hacen bien. Solo sirven para estar encima de una mujer,y apuesto a que eso tampoco lo saben hacer.

Sentia las mejillas rojas. La expresión de los soldados guardianes al principio fue confusión,como si pensaran "¿que hace aquí una mujer?" , después su rostro mostró sorpresa.

-¿Como se.....

-Ni se le ocurra decir que como me atrevo porque le diré como y no será del todo agradable.-mi voz no bajó de tono. Lo mire con los ojos entrecerrados. Era el que había empujado. Nunca antes lo había visto,pero definitivamente esperaba no hacerlo de nuevo. Lo odiaba. Al igual que a todos los del grupo. Al igual que las mujeres que veían la escena. Al igual que todo.

-Señora Jansen, estoy seguro que su intención no era insultarnos y que nos ofrecerá una gran y honesta disculpa en algún momento de esta conversación. Sin embargo, me veo obligado a mi deber de explicarle las circunstancias de la situación - dijo Logan. Su forma de liderear me había irritado. Como si todo estuviera bien y no hubiera prisa de nada. Era demasiado maduro, hay que aceptarlo,para lo joven que era. Era unos años mayor que yo y tenia unos grandes y familiares ojos azules. Su presencia se me hacia tan cercana como extraña. - El ataque enemigo fue sorpresa, ¿ sabe lo que eso significa? Se refiere a que algo es ines...

-¡Ya se lo que eso significa! No soy alguien ignorante.

-Ojala su rostro reflejara lo mismo.- contesto Logan. De todas las respuestas esa fue la mas inesperada. Los otros hombres trataban de ocultar sus risas. Bajó la mirada- Al igual que su admirable gusto por el calzado

-¿Por que no te vas al infierno de una vez? -conteste.

-Por que tengo que estar aquí explicándole la situación,señora.

-Eres tan arrogante- replique

- A lo que iba,el ataque fue sorpresa pero no fue para herir al pueblo,al parecer lo mandaron como una advertencia ya que las explosiones se ubicaron en las afueras ,nadie salió gravemente herido.

- ¿Cual era esa advertencia?

-Aun no lo sabemos, no podemos pensar en conclusiones por hablar con una muchacha inmaduramente encaprichada.

-No creas tener el derecho de hablarme así. Ojalá hayas pensado lo mismo cuando me propusiste matrimonio - termine y el rostro de Logan cambio. Se veía un poco dolido y sorprendido. No creyó que lo recordara e incluso que lo mencionara.¿Como lo olvidaría? Sentía todas las miradas en mi.

Di media vuelta ,me alisé el vestido púrpura y comencé a caminar hacia la pequeña casa oculta en una esquina, cerca de los campos de cultivo,sin vecinos al rededor; hacia esa casa donde Jean y yo pasábamos horas conversando mientras hacíamos juntos el desayuno. Hacia mi casa.

Tiempos de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora