Un sentimiento moderado revela amor, pero uno excesivo revela insensatez. ¿Verdad o mentira? es imposible de saber.
Travis es un joven frío y aislado que vive en Toronto, Canadá. Ha crecido viviendo terribles escenas de violencia familiar ocasionadas por su padre, Carrick, quien lo golpeaba a él y a su madre grace. Debido a esta dura infancia, el joven se ha ido transformando en un monstruo, un terrible asesino de tan solo diecinueve años. Pero... ¿un asesino puede enamorarse? Él ha estado enamorado toda su vida de una sola joven, llamada Sky. Era tan pálida como la nieve y sus labios eran de un coral hermoso, ojos celestes y cabello negro. Ha sido la única amiga de este joven, a quien de hecho ocultó su vida como asesino hasta cierto punto en el cual tuvo que contarle ¿Será ella lo suficientemente fiel para continuar siendo su amiga? , aveces la vida da giros que transforma los monstruos en individuos débiles, y a los individuos débiles los transforma en monstruos.
El doloroso y profundo amor que Grey sentía por la muchacha lo cegaba y lo conllevaba a cometer más crímenes cuando ya iba encaminándose por el buen sendero. Aquél sentimiento que el sentía era tan excesivo, que lo llevaba a la completa obsesión y a transformarse de un simple amor a un "Amor Asesino".
Capitulo 1.
— Perdóname , lo siento — dijo Travis con las manos en los bolsillos y la mirada cabizbaja. Había cometido un terrible crimen, pero claro... no era la primera vez que lo hacía.
— ¿Qué es lo que lo sientes Travis? Tu no me has hecho nada —respondió la pálida mujer, triste mientras se aferraba a su pecho , rodeandolo con los brazos.
— Tal vez a ti no ... pero ... a Josh si — la tomó de los hombros y se alejó , mientras Sky lo miraba confundida y algo dolida por la manera tan arisca en la que Travis reaccionaba.
"¿Qué tiene que ver Josh en esto?" pensó dolida. Josh..., su mejor amigo había muerto hace un par de meses, y con ayuda de un psicólogo había conseguido superar el fallecimiento. Había sido una noticia bastante fuerte para una muchacha como ella.
— ¿Josh? , sabes que no me gusta hablar de esto— recordó, mientras sus ojos celestes y cristalinos se humedecían con las lágrimas del amargo recuerdo.
— ¿¡Por qué crees que te traje aquí de esta manera!? —exclamó con enojo— ¿¡Es que acaso no notas nada extraño!? —se acercó ferozmente a la mujer, y la agitó al tomarla de los brazos con descuido.Sky guardó silencio por temor a hacerlo enojar más. No quería sentirse peor de lo que travis la hacía sentir.
— ¡No noto nada extraño! —alegó retrocediendo un paso— tal vez que me trajiste aquí tan bruscamente , aquí donde no hay nada ni nadie ... —sus ojos analizaron el bosque— me da miedo este lugar... —confesó sin dejar de observar los altos árboles y la oscuridad que estos le brindaban al sitio.
— No hay caso contigo , realmente eres una tonta —respondió frío y tajante, tratándola mal.
— ¡No te entiendo! —alegó y negó con la cabeza— ¿Por qué me tratas de esta manera? —sus ojos celestes se centraron en los grises del rubio. Aunque él fuese así, ella lo amaba, y no podía evitarlo.— ¿No te das cuenta de que te amo? —se sinceró una vez más. Su corazón se retorcía, lo único que ella deseaba era que él la abrazara y le respondiera «yo también».
— ¡Mierda! , ¡No vine a esperar que me revelaras tus sentimientos! —su mano apretó con fuerza la muñeca de la joven, acercándola hacia él.— ¡Vine a decirte otra cosa!
— Suéltame , me lastimas... —musitó inofensiva. El dolor en su brazo no dolía tanto, si no que retumbaba en su corazón. Cada reacción violenta del muchacho cavaba un enorme agujero en su alma, provocando un enorme daño emocional al pensar que su amor hacia travis no era correspondido.
La conciencia del fuerte joven reaccionó. Relajó su cuerpo liberando un gran suspiro y lentamente la soltó, mientras ella se sobaba el brazo intentando calmar el dolor. Sky sentía al joven como una lluvia de cuchillos atravesando su cuerpo, su mente y su alma. Lo quería y no podía ocultar ni negar aquello. Siempre lo había hecho, desde pequeños.
“Cambió tanto” pensó agachando su cabeza, pero en el fondo ella continuaba creyendo que él seguía siendo el mismo adorable chico.
— Sky tengo que decirte algo..., —tragó saliva— es... es sobre la muerte de Josh —explicó y miró todo su alrededor, menos a la lánguida mujer. Y lo único que ella deseaba, era que los grises ojos como el cielo de invierno pasaran cada segundo observándola, pero odiaba hablar del tema. Era demasiado testaruda y sentimentalmente frágil como para poder enfrentar aquellos sucesos.
—¿¡Que!?, te dije que no me gusta hablar de eso —lo apuntó con el dedo índice— ¡tu sabes que me hace mal recordarlo! —clamó mientras las lágrimas se desbordaban de sus ojos y corrían por sus mejillas.
— ¡Maldición , maldición! —gruñó el rubio, dándole la espalda a Sky— ¡No puede ser tan difícil! —habló para si mismo mientras se tomaba la cabeza. La mujer ya comenzaba a sentir un miedo real.
— ¿¡Qué no puede ser tan difícil, eh!? dímelo, Travis. ¡maldición,ya sueltalo de una puta vez! —molesta se acercó hacia él y lo tomó de la chaqueta con fuerza y decisión.
La misma chica se sorprendió de sí misma por haber actuado con tanta decisión. Los ojos del chico reposaban fijos en los de ella con impresión, nunca la había visto actuar así ante él. En realidad, todo lo de ser tajante y malvado con ella era una máscara, una manera de mantenerla a salvo.
Él volvió a dar un gran suspiro,pestañeó con lentitud y Sky sintió la fría mirada de Travis en sus ojos. Algo estaba distinto. Su mirada..., se veía diferente. No era solo frialdad, él se veía arrepentido.
“Sabía que no debía decirle” dijo su conciencia, mientras su ceño se fruncía.Tomó las muñecas de Sky, con una extraña delicadeza las apartó de su negra chaqueta de cuero y se giró, dejándola allí completamente sola en la fría noche.
Mientras más lento caminaba Travis, más podía oír las pisadas de Sky siguiéndolo. De una vez se detuvo y agachó su mentón, recobrando fuerzas suficientes como para poder ahuyentarla.
—¿¡Que quieres!? —gritó tomándola de los hombros, acorralándola bruscamente contra un áspero y gélido tronco de los infinitos árboles del bosque. El pulso de Sky se aceleró y sintió cómo su corazón bombeaba y retumbaba fuertemente en su pecho. Los sollozos hacían que su respiración no tuviese un ritmo coordinado; era un manojo de nervios y temor.
— ¿Por qué me tratas así? solo quiero agradarte —dijo con un hilo de voz frágil mientras sus rosadas mejillas se humedecían por las gotas que emanaban sus ojos.
Al ver esto, la mirada de furia del violento joven se tranquilizó y con delicadeza tomó el mentón de la muchacha, alzándolo para poder observar aún mejor sus ojos, sus hermosos ojos. Un extraño frío recorrió el cuerpo de Travis desde la cervical hasta el coxis. Se sentía arrepentido de ser tan macabro con ella, después de todo no se lo merecía.
Acarició la mejilla de Sky, secando las lágrimas, y con una inesperada acción sus labios se juntaron con los de ella.
