Génesis ▪ l.s

Parte II

“¿Seguro que está bien?”

“Sí, no lo sé eso creo.”

“Cierra la puerta.”

“Míralo, está blanco como si hubiese visto un fantasma.”

Las voces se superponen, y el espacio parece pegajoso.

“Hey Louis, campeón, ¿estás bien?” unos ojos color ámbar lo estudian de cerca, sus pupilas se mueven pero no responde.

“Tal vez deberíamos esperar un rato.” Sugiere Niall que está de pie con las manos en sus bolsillos.

“O tal vez deberíamos llamar a Liam.” Define Zayn marcando el número en su móvil.

No registra cuánto tiempo ha pasado desde la conversación, hasta que unos pies pesados hacen su paso por el corredor y allí está Liam.

“¿Louis? Escucha, te sentaré ¿está bien?” reconoce las manos fuertes de su colega presionar sobre su espalda, es impulsado en vertical y su cabeza cae de costado.

“Creo que hay algo mal con su cervical.” Dice Liam chasqueando la lengua.

“Escucha, no sabemos lo que consumió. Lo encontramos así en un pasillo, parece completamente ido, estamos bastante asustados para ser honestos.” La boca de Zayn se frunce, y sus dedos jalan del cuello de su remera intentando darse aire.

Su amigo suspira hosco por la nariz, Louis observa sus ojos de cerca, ¿por qué no todos pueden ser así? ¿por qué no todos miel? ¿o pardos? ¿o celestes, azules? Cualquier color menos verdes, menos ese verde.

Siente a Liam tomar sus pulsaciones.
“Louis sonríe.” Indica con tono profesional.

Que te den.

“Louis levanta los brazos.”

Que te den

“¿Louis pueden decir tu nombre?”

Louis rápidamente reconoce el procedimiento para saber si alguien está teniendo un ataque cerebro vascular.

“No estoy teniendo un ACV.” Es todo lo que se arregla para decir.

Ve a sus amigos soltar el aire de sus pulmones como ráfagas.

“¿Estás bien?” vuelve a inquirir Zayn.

“Creo que sólo está en shock.” Diagnóstica Liam, bien muchas gracias piensa Louis.

“¿Algo que quieras contarnos?”

“¡¡Nial!!” dos voces reprenden al mismo tiempo.

“Lo siento, quiero ayudar.” Se defiende el rubio.

“Tengo pacientes mañana, debería descansar.” Su tono suena robótico, automático.

“Puedes pedir licencia, te ves algo indispuesto.” Sugiere Liam.

“Estoy bien.” Bebe del vaso de agua frente a su mesa de café, y ni siquiera el agua sabe igual, el universo se ha transformado en una falsa imitación.

“Tu ojo derecho está llorando.” Inquiere Zayn con la preocupación rebotándole en los rasgos.

Louis solo alza la mano y barre la lágrima, no dice nada, no escucha nada, no importa nada.

••••

Perder tus propios límites no buena idea si al otro día tienes un consultorio lleno. Llega a su trabajo con el cabello aún mojado de la ducha express, el sabor de las aspirinas en la boca, y las ojeras haciéndolo lucir como un personaje de Tim Burton. Le pide por favor a su secretaria un café bien cargado, y al leer las fichas nota que Liam ha tomado algunos de sus pacientes, el reloj apenas marca las 11:11, oh pide un deseo.