Fanfiction en donde por alguna razón, Jolyne Kujo ha despertado en un universo alterno. Ella, sin darse cuenta de lo anterior, decide continuar su vida cotidiana.
Su vida toma un rumbo distinto al enamorarse de un compañero del instituto, Jotaro Joe...
— ¿E-Estás bien, papá? Por favor, no me digas que-...—
Apenas dando unos pasos, sintió una gran presión en su estómago, cuando volvió a sus sentidos esta ya estaba contra una pared quebrantada debido al impacto de su cuerpo.
— ¡Jolyne! Yo no quería-...—
Una gran cantidad de humo azulado envolvió su cuerpo, pronto cubriendo su vista. Su respiración se cortó abruptamente, pues repentinamente se encontraba sin oxígeno, entre forcejeos y dolor debido al golpe que experimentó segundos atrás, movía sus manos desesperadamente por aire.
...
...
— ¡AH! —
La chica se levantó de golpe, podía sentir el sudor frío recorriendo su espalda y su frente, al igual que podía sentir como su corazón parecía que se saldría de su pecho. Mirando a todos lados intentó ubicarse.
—... ¿Papá? —
¿Qué había sido ese sueño? Se preguntó, este aunque fue reciente, en su mente se veía borroso.
Mientras intentaba recordar, dirigió su mirada a varios rincones del lugar, si, era su cuarto, pero sentía algo mal, como si algo estuviese fuera de su sitio.
Después de darle varias vueltas, llegó a la conclusión de que probablemente se encontraba algo desorientada debido al impacto del sueño, por lo que en un vago intento de entender la situación en la que se encontraba, volteó hacia un reloj en una pequeña mesa que se hallaba al lado de la cama en la que había despertado.
—... ¿7:50? ¿De la mañana? Esta hora...—
Con una de sus manos sostuvo su propia cabeza, la cual dolió al intentar recordar lo último que había hecho, sentía como si hubiera estado durmiendo durante días, tenía tantos recuerdos borrosos de sueños que esto hacía que en realidad se sintiera como si los hubiera vivido.
— ¡Jolyne! ¡El desayuno está listo, si no te apuras se te hará tarde para la escuela! —
Una voz femenina la llamó desde fuera, esta era bastante familiar...espera, ¿escuela? Su cabeza dio una punzada más, como si "escuela" fuera una palabra poco habitual para ella, su mente se llenó de dudas y pensamientos, los cuales poco a poco terminaron siendo ignorados de acuerdo avanzaba el día.
...
— ¡Me voy! —
Después de hablar un rato con su padre llamado George, podría decirse que entendió su situación. Ella era Jolyne Kujo, tenía 15 años y ese día era su primer día de preparatoria, su vida había sido común, tenía amigos y una buena educación, había sido una chica normal todo este tiempo.
En el camino a su preparatoria, la cual no estaba muy lejos, continuaba preguntándose el porqué del extraño sueño que tuvo la noche anterior, parecía que este tema no dejaría su mente en paz hasta que tan siquiera descubriera la razón de que su subconsciente le mostrara tan vivas imágenes.
Ya en la entrada del lugar, se dirigió a un gran cartel el cual mostraba los horarios de clases y las personas que iban en cada salón, buscó rápidamente su nombre y caminó al salón correspondiente. Al llegar, este se encontraba lleno de alumnos de su misma edad, intentó buscar caras conocidas, pero fracasó, todo era totalmente nuevo.
Algo que llamó su atención después de algunos minutos fue un pequeño grupo de chicas en una de las esquinas de la clase, pues estas decían "Jojo" una y otra vez, ¿Alguien con el mismo apodo que ella? Era lo más probable, después de todo no era la primera ni última persona con ese sobrenombre.
Repentinamente, un grito se hizo escuchar por cada rincón del aula, "¡cállense de una buena vez!", fue varonil y bastante fuerte, suficientemente fuerte como para dejar en silencio el lugar durante varios segundos, sólo para que después la emoción de las alumnas se intensificara a gran escala.
—Que compañeros tan...peculiares. — Se dijo Jolyne a si misma.
Una silueta realmente alta salió de entre el grupo de chicas, la gorra de esta persona lograba cubrir en sombras su rostro, por lo que no se le podía apreciar bien, parecía molesto y agobiado debido a tanta atención, este estaba a punto de huir justo cuando el timbre sonó.
Ding dong cuack
— ¿...El timbre tuvo un cuack? — Esto apartó la vista de Jolyne del chico, pues le había hecho gracia el particular sonido.
—Hey, es gracioso, ¿No? — Preguntó una joven de pelo verde y corto la cual tenía una sonrisa de oreja a oreja.
—Claro, ¿Qué escuela tiene un timbre que hace sonidos de pato? — Fue la respuesta.
—Jejej, sabía que no era la única que lo encontraba gracioso, ¡Mi nombre es Atroe, pero todos me dicen Foo Fighters! —
—Soy Jolyne, gusto en conocerte, Foofi —
Este diminutivo sólo logró que la sonrisa de la de pelo verde se agrandara aún más.
La puerta del aula se abrió, y por ella entró el profesor de turno, un hombre de mediana edad y con traje formal. Foo Fighters volvió a su asiento, pues la llegada del maestro indicaba el inicio de la clase.
— ¡Buenos días alumnos! —
Jolyne no estaba interesada en la presentación del profesor realmente, por lo que desvió su mirada hacia otro lado, esta se centró en el chico que anteriormente estaba rodeado de muchachas desesperadas por atención. Ahora que ya no estaban, y que la gorra del chico había sido dejada de lado, pudo observar su rostro.
Se sentía...familiar.
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