002 || GAME OF THRONES

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Game of Thrones
Robb Stark

- Lady T/N, Robb Stark, Señor de Invernalia y el Rey en el Norte le espera fuera -dice Blythe, mi sirvienta, al otro lado de la puerta. Odio que lo sea y odio tener que llamarla así, pero es la única manera de protegerla, al menos de momento.

- Dame un segundo -respondo mientras me miro en el espejo. Pienso en Robb, en si habrá cambiado mucho desde la última vez que le vi y si él pensará en mí como yo a veces lo hago, o en si me seguirá considerando su amiga.

Resoplo y me aparto del espejo. Me echo mi capa por encima de los hombros y, después de abrochármela, abro la puerta y salgo.

Blythe muestra una tímida sonrisa.

- Todo irá bien, Lady T/N -asegura con su suave voz, y yo asiento y dejo que me guíe hasta el exterior, hasta Robb.

Cuando salgo por la puerta principal el frío agradable me acaricia el rostro y piso con fuerza la nieve bajo mis pies.

- Está en el patio, por allí -me señala Blythe-. Si me necesita, estaré en sus aposentos.

Asiento, y consigo no suplicarle que se quede por lo nerviosa que estoy.

Una vez sola, avanzo en la dirección que Blythe me ha señalado, pasando junto a arbustos y bancos cubiertos de nieve.

Y entonces le veo, de espaldas, y estoy segura de que está mirando la estatua de mi padre. Se me forma un nudo en la garganta y trago saliva para deshacerlo.

Avanzo un par de pasos más y entonces debe oírme, porque se gira y noto que todo el aire se escapa de mis pulmones.

¿Me estaba preguntando antes que si habría cambiado?

Sus rizos están un poco más cortos, aunque algunos siguen cayéndole por la frente, y su mandíbula está más ancha y fuerte. Oh, y además ahora una barba rojiza le cubre parcialmente el rostro.

Nos quedamos en silencio, mirándonos con intensidad, hasta que no puedo evitarlo y le abrazo con fuerza. Recuerdo que de pequeña solía tener que ponerme de puntillas para abrazarle y suelto una carcajada al darme cuenta de que ahora mis pies apenas tocan el suelo.

Los brazos de Robb (por cierto, más musculosos y robustos ahora) no tardan en rodearme y apretarme contra él. Noto su nariz en mi pelo y yo rozo con la punta de mis dedos sus rizos.

Tras unos minutos estando así, en la misma posición, ambos nos separamos y mis pies vuelven a tocar el suelo.

- Estás...estás...preciosa -trata de decir él, y compruebo que su voz es más grave, aunque sigue teniendo su tono suave y delicado.

Noto que mis mejillas comienzan a arder, pero no bajo la mirada, sino que estiro mi mano y acaricio su barba rojiza y suave.

- Te has dejado barba -señalo, sin apartar la mano. Él sonríe y yo le imito, y entonces me fijo en sus ojos.

Sus ojos, azules y serenos, son lo único que no han cambiado. Aún puedo ver la bondad y valentía que reflejan.

Finalmente, dejo caer la mano y susurro:

- Te he echado de menos, Robb.

- Yo también -musita él, y pone un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja-. ¿Cuánto tiempo llevamos sin vernos?

Con un suspiro, me encojo de hombros. Después de haber pasado mi infancia y parte de mi adolescencia con él, dejé de verle de pronto, aunque no recuerdo a qué edad exactamente.

Robb me empuja hacia él de nuevo y pone su barbilla sobre mi cabeza. Yo escondo mi rostro en su pecho y cierro los ojos.

- Siento lo de tu padre, Robb -musito entonces-. Recuerdo a Ned todos los días. Era como un tío para mí. Era un buen hombre, y un buen padre también. Lo siento de veras.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2017 ⏰

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