Susurros que se ahogan en la noche,
que cubre con su agónica alegoría
de suspiros, a las almas que sufren.
Sangre que cae en gotas de silencio,
sobre almohadas que se tiñen del color
del óxido, cuando llega el verano.
Palabras que se mueren sin llegar a nacer,
tras miedos que se deslizan cual serpientes
que enredan los sueños de un poeta.
Gritos que se muerden la lengua cuando sufren
la pena de un amor, que huye cuando despunta
la madrugada, tras una noche de lamentaciones.