✖ Capítulo 4 ✖

37 5 0
                                    

(Narra Ariel)

Al despertar, estaba en una habitación desconocida para mi, una habitación blanca. Aún me dolía la boca, la mejilla, tenía débiles las piernas y un leve dolor de cabeza, había acercado mis dedos para tocar mi herida, pero esta ya estaba con un trozo de gasa. Gire la cabeza confundido a mi alrededor, y note que estaba en un hospital.

- Ehh? ¿Estoy en el hospital? ¿Qué estoy haciendo aquí?, debo regresar a mi apartamento.

Me he levantado de golpe, pero me he mareado, así que me detuve un momento, para recobrar las fuerzas sentado en los pies de la cama, mientras que escuchaba una voz muy conocida y tranquilizadora diciéndome.

- No te esfuerzes por favor.

Joel lo decía en un tono triste y lleno de preocupación.

- ¿Qué estoy haciendo aquí? - Me duele la cabeza.

- Te desmayaste cuando estábamos abrazados y corrí a llamar a la policía y a la ambulancia para que vengan, no han podido encontrar a los ladrones pero, lo que me preocupa es tu estado, ¿Estas bien? - Se acerco a mi y me puso su mano en mi frente, estaba fría, cerré los ojos y suspire como alivio, estaba ardiendo de la fiebre. - ¿Te traigo un pañuelo húmedo?

- Porfavor. - Dije abriendo los ojos.

- Esta bien. - Me sonrió y en ese momento la puerta se abrió.

Una chica de cabello corto algo anaranjado y ojos marrones oscuros casi negros se asomo con una bandeja con comida, debo decir que su falda era demasiado corta y su camisa muy ajustada, dejaba casi al descubierto su pecho, me miro y sonrió de forma ¿pervertida?

- ¿Estas bien corazón? - Se me acerco y puso su mano en mi frente, también estaba fría pero, no me gustaba para nada, no me gustan las chicas así de vulgares, además tiene como 28 años y yo 18. - Estoy bien, gracias. - Aparte su mano de mi frente.

- ¿Estas seguro muchachito? - Hizo un puchero. ¿Es enserio? ¿Crees que me ganarás así?

- Dije que si. - Frunci el ceño y levante un poco la voz. - Y si vuelves a venir, porfavor, ponte algo que cubra más, se ve todo ahí. - Apunte su pecho.

- P-Pervertido! - Salio corriendo moviendo el trasero, fingiendo indignación, que estúpida.

- Que asco. - Dije sacando la lengua.

- ¿Te dan asco las chicas o ese tipo de chicas? - Joel me pregunto divertido por la escena.

- Ese tipo de chicas. - Me quede pensando un rato y recordé algo. - ¿Donde esta mi padre?

- El no pudo venir por el trabajo.

Sentí que algo me punzo el corazón ¿Enserio no podía faltar al trabajo por la salud de su hijo?

- Pensé que le importaba. - Dije enojado, cuando estoy enojado digo muchas cosas incoherentes, se que le importo pero, en serio me había dolido.

- No sabes cuantas veces me dije eso y aún así a mi padre no le importaba. - Joel agacho la cabeza con melancolía. - No digo que tu padre sea igual al mio, el esta orgulloso de ti y te quiere, solo que su trabajo es muy importante, ya vendrá a visitarte. - Joel hizo una sonrisa melancólica.

- Lo lamento. - Me sentí culpable por hacer que se pusiera así.

- No te preocupes, son cosas que pasan, supongo. - Volvió a sonreír.

- ¿Por que haces eso?

- ¿Qué cosa amiguito?

- Sonreír cuando estas mal, eso es dañino, si estas triste debes contarlo, no retenerlo. - Joel abrió los ojos por mi comentario.

Algo Más Que Trabajo | YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora