Temprano en la mañana, me despierta una llamada telefónica completamente inesperada. Qué hago durmiendo? Lo mismo que cualquier muchacho de tan solo 20 años que está esperando una oportunidad para estudiar o trabajar, cosa que en mi querido país cada vez se hace más difícil.
Toca la puerta mi mamá avisando que mi abuela está al teléfono preguntando por mi. Mi mamá? Puedo decir de ella que simplemente es perfecta para mí. Tiene mil defectos, un carácter sin igual, pero sus ojos verdes siempre transmiten la compasión, la fuerza y el apoyo qué solo el corazón de una madre puede dar. Exigente y dedicada. Amorosa y perfeccionista. Sus piernas mi mejor confidente. Su abrazo la mayor fuerza para continuar. Sus regaños dolorosos pero que enderezan el camino. Todos la llaman Mamá Mónica, pero es MI Mamá.
Me levanté y al contestar escucho a mi abuela susurrando, cómo si alguien de este lado pudiera escucharla. "No digas nada. Sólo vente a mi casa rápido" aquella frase me ganó un regaño de mi mamá con el muy conocido sermón de que yo tenía que decirle a dónde iba siempre, que no me mandaba sólo y mil cosas que de seguro todos hemos escuchado. Una ducha, un pan con café con leche y salir a la casa de mi abuela, pensando en qué favor necesita de mí y aún riéndome por aquello del susurro.
Llegar a su casa, esperar que el comunicador me anuncie, el ascensor que me lleva al sexto piso de aquel edificio, se abre la puerta y está mi abuela con una sonrisa gigante y un sobre en la mano casi del mismo tamaño. Ella y mi tía me tenían la sorpresa: "Mi beca para estudiar en la Universidad" después de tanto tiempo ahora tenía la posibilidad de estudiar! Besos, abrazos, Miles de veces dándoles las gracias por ese regalo y la promesa de aprovecharlo al máximo. Estoy en casa de mi abuela, no podía faltar el "ven para que te comas algo" No sé que tienen las abuelas pero ese "algo" siempre es delicioso.
No hay tiempo que perder, es uno de los mejores días de mi vida. Salgo directo de que mi abuela a la universidad a realizar mi inscripción. Llegar, firmar papeles, tomarme fotos para el carné, firmar más papeles y más papeles. La carrera? Ingeniería en informática, la ciencia del manejo de la información. El análisis de una situación, un proceso y buscar la manera más óptima de resolverlo. Es plasmar tus ideas y tu pensamiento a través de código especializado y comunicarte con la tecnología, haciendo ese puente tan especial llamado Desarrollo. En fin, me encanta mi carrera.
El tiempo ha pasado, ha sido una mañana larga y ya ha pasado por un par de horas el medio día. Después de tener todo listo en la Universidad, mi horario y mi carné en la mano es hora de ir a casa. Mi mamá no tiene idea de lo que ha pasado y quiero ir a contarle, además ya tengo hambre otra vez. La universidad tiene línea de taxi propia así que me fue muy fácil el camino de regreso a casa. La llegar comienzo a gritar desde la puerta llamando a mi mamá esperando el respectivo regaño por el escándalo...
Y aquí comienza todo. Mi mamá no está. No sé cómo explicarlo pero en mis 20 años de vida siempre sabía dónde estaba mi mamá. Así nos crío ella. Siempre juntos, siempre en contacto. Mi mamá no está. Mi hermano sé que está en el colegio donde da clases, mi hermana está con sus bebés. Y mi mamá? Tomo el teléfono y la llamo a su celular: "dónde coño estás y por qué no me dijiste" mis palabras Literales, a lo que respondió: 'Estoy en la clínica vente rápido'
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Qué pasó? Mi mamá sufrió una caída en la casa ese fin de semana pero no pasó de un buen moretón en su piel blanca que hacía que todo se marcara. Todo estaba bien, por qué se fue a la clínica? No entiendo nada, pero por un momento me desesperé. Bajo las escaleras y comienzo a correr, yo quería estar con mi mamá. Una camioneta, una Terio me intercepta y al ver era una vecina que se dió cuenta de que algo no estaba bien. Ella se ofrece y me lleva. Al llegar me recibe el doctor de Guardia. "Vengo por la Sra Mónica qué pasa?" A lo que el doctor me responde que ella tiene muy poco allí y que precisamente iba a revisarla. Lo acompaño hasta la camilla y allí estaba ella, no faltó el "dónde estabas?" Así era ella. Esa era ella, siempre sonriente y ocurrente, acostada en la camilla pero su cara de tranquila que nunca cambia, al momento se le dibuja una sonrisa con mi respuesta de "por ahí" Acompañado del "te voy a joder" muy típico de ella.
El doctor comienza a examinarla. Temperatura: OK. Ojos: Ok. Tensión: ... Él me mira a los ojos y me muestra el tensiómetro: 25/23. Qué pasa? Por qué mi mamá? Ella siempre está bien, ella siempre sonríe. Es mi roble, nunca se siente mal, nunca deja de sonreír, ella tiene que estar bien, pero estoy ahí, sólo con ella. Yo el Pequeño, el más débil, el que más necesita de ella y ahora tengo que hacerme cargo.
El médico se levanta y comienza a dar órdenes a sus enfermeras y a moverse haciendo cosas que los médicos hacen. Yo por mi parte me toca firmar unos papeles y empiezo a llamar a mi gente. Mi hermano, el mayor, en 20 minutos llegaría. Mi hermana que le sigue a él me responde que tardará un poco por los bebés. Mi abuela.. mamá me pide que no le diga nada porque se puede preocupar y ya ella es muy mayor.
En la clínica todo el mundo hace lo que puede hacer, mientras tanto yo converso con mi mamá un rato mientras ella me invita a ver a la enfermera que es muy linda. Llega mi hermano y ahí estamos. Todo tranquilo. Todo está bien. El tiempo pasa y nosotros tres hablando de cualquier cosa. Ella está normal. Ya no siento susto, ya no hay nervios. Dentro de un rato los médicos nos dirán que nos podemos ir y la vida seguirá cómo si nada, yo había recuperado la emoción de mi beca y moría por darle la noticia a mi mamá.
Después de un buen rato llega mi hermana con sus dos bebés y entran a saludar a mi mamá. Todo está bien. Sólo un llanto rompe la tranquilidad que tanto nos llenaba. Era Gabito, mi sobrino de tan sólo 5 años no paraba de llorar nadie entendía el por qué. Se acercó a mi mamá y se quedó con ella, con su 'abuelita" mi mamá era una madre para él. Ella lo crío, lo cuidó, lo alimento. Era su vida, su razón para reír, su compañero de todos los días. Ella lo era todo para el bebé, y para mí también .
Al momento de tener que irse mi hermana, Gabriel comienza a llorar de nuevo. "Mi abuela nunca volverá a casa" era lo único que decía. Todos tratamos de calmarlo y de decirle que todo estaba bien. Sin saber que el único que sentía la verdad era él.
Mi hermana de fue, y el médico nos llama. No pueden estabilizar a mi mamá. Hay que transferirla a otro lugar en una ambulancia. Mi mamá me pide que llame a mi abuela y ella sale de inmediato a buscarnos, mi hermano está buscando cómo contactar una ambulancia y yo por fin le muestro mi beca a mi mamá. "Por esto me fuí está mañana, me estaba inscribiendo" Sus ojos se llenaron de lágrimas y me hizo prometerle que iba a estudiar y a ser alguien en la vida. "Claro que sí mami, voy a estudiar y a echarle ganas, ya verás que el día del acto va a ser bien bonito" El doctor se acerca y me regaña porque mi mamá no está en condiciones de recibir noticias fuertes, a lo que ella responde con una sonrisa y un apretón de manos.
Mi abuela está con nosotros, mi hermano y yo logramos solucionar y llega la ambulancia para el traslado. Yo me voy con ella a su lado y mi hermano va con mi abuela en la parte de atrás con el carro. Al subirla a la ambulancia en la camilla, ella toma mi mano, la aprieta fuertemente y me dice: "No me sueltes" era su miedo al encierro o quizás, al de las alturas pero mi promesa fue la que un hijo podía darle: NUNCA LO HARÉ.
Todo el traslado fue en silencio, solo nuestras manos juntas y yo tratando de que todo estuviera bien. Hice todo lo que pude por darle todo y nunca dejarla sola. Llegamos y la ubicaron, los médicos la examinaron y todo está bien nuevamente. Ya estaba en sus manos. Mi hermano se tenía que ir porque al otro día trabajaba a primera hora. Mi hermana cuidando a sus bebés y mi abuela no está en la edad de dormir allí. Así que todos vuelven a sus casas y yo quedó nuevamente sólo con ella. Su cara inspiraba paz, su sonrisa alegraba mi vida. Ella conversaba con todos los que tenía cerca mientras yo caminaba por toda la clínica curioseando un poco.
Y así pasó el primer día de esta historia.
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Mi Unicornio azul
ContoMi Unicornio Azul. Mi Mamá siempre soñaba con un Unicornio, creo que por eso siempre fue su animal favorito. Más allá de eso, ella siempre fue así, una criatura mágica que alegraba cada uno de mis días. Éste espacio es para ti Mamá. No es mucho, pe...