Acerque mi rostro hasta su oreja izquierda y no pude evitar darle un suave mordisco mientras que el me seguia tocando descaradamente. De un segundo al otro la situacion era confusa, todo cambio en cuestion de segundos. Pase de estar sufriendo por quitarme un tatuaje falso, a terminar sufriendo por las malditas ganas que tenia de tocarlo. Era desesperante. Jodidamente desesperante.
Mis manos bajaron desde su pecho hasta su tan notoria entre pierna, mientras que palabras que nunca pense decir salieron de mi boca, con una respiracion calida que choco contra su oido el cual todavia seguia provocando.
_Dejame tocarte_. Fue lo unico que dije mientras que mi mano frotaba su ereccion sobre la tela, realmente me estaba muriendo por una respuesta. Esa seguridad para decir tales palabras me adombraba, no sabia como podia haber dicho tal cosa. Por otro lado estaba mas que feliz, seguramente lo haya dejado sin palabras, lo se... Despues de todo el piensa que soy un crio.
Me tomo por mi cientura y me volteo totalmente, quedando esta vez mi espalda contra el respaldo del sillon y el entre mis piernas, sonriendome desde arriba. Aquello me habia sorprendido, ¿de donde salia tanta fuerza como para voltearme asi?
Se acerco a mi oido provocando una maldita corriente electrica que no paro ni por un segundo, que se limito a recorrer todo mi cuerpo, no entendia como con algo tan simple como una respiracion podia causarme tanto.
_Muy bien jugado chiqui pero..._ se quedo mirandome de frente, esperando ansioso para completar la oracion. Aquellas palabras que faltaban me molestaban, me dejaban fantasiando con que era lo que decia aquella oracion. Pero por sus ojos penetrantes y mirada triunfal podia deducir que no seria nada bueno. De un segundo al otro me tomo por la piernas pegandome mas a su sintura, haciendome sentir por completo aquella ereccion del cual yo era responsable_. Te mostrare como lo hacen los adultos.
Sus labios carnosos me invadieron por completo, sin pedir permiso, sin decir alguna palabra antes. Tan solo devorandome. Era un beso pasional, desgarrador e insoportable de una manera excitante. Nuestros labios se unian de una forma especial y unica, casi como si nuestras bocas se hubieran diseñado para estar juntas desde un primer momento. No pude evitar responder a aquel ataque, sus labios eran tan odiosamente irresistibles. Podia seguir sintiendo como su entre-pierna presionaba sobre mi trasero con la ropa entre medio. No sabia en que momento aquel Samuel tan majo, tranquilo, y gentil se habia transformado en tal bestia sexual. No es que me quejara tan solo me quede pensando si tendria alguna doble personalidad.
Gemidos ahogados entre nuestros labios, respiraciones entre cortadas, pechos que subian y bajaban casi a la misma velocidad que las embestidas. El intentando mostrarme la diferencia del mundo de los adultos y yo intentando demostrarle que las sabia, pero por más que quisiera no podia estar a su altura. Era imposible.
Palabras que hacian que mi rostro se sonrojara, que sintiera verguenza. Tan provocativas que seguramente podria morir de tan solo escucharlas pero a la vez me exitaban de una forma inimaginable.
El tiempo paso y por mas de que estuviera cansado o mejor dicho exausto las rondas de sexo no paraban ni por un segundo. No se cuantas llevaremos ya ¿tres? ¿cinco? Realmente no lo recordaba, el placer que aquel hombre me proporcionaba me llevo a olvidarlo todo, el tiempo, el espacio, el lugar. No recordaba más que aquellas manos que no dejaban de tocarme y por mas de que mi cuerpo no pudiera ni una sola ronda mas yo no me oponia, nunca me podria oponer a aquel adonis que no dejaba de excitatme.No recuerdo cuantas veces me vine ni cuantas lo hiso el, solo sabia que habia tenido la mejor jodida noche del mundo. No se cuantas horas pasaron pero realmente no fueron pocas.
Cambiamos varias veces de posicion, claro que era idea de el porque poco sabia yo del tema aunque cada vez que cambiabamos se sentia mucho mejor que la anterior. Inclusive en un momento trajo un juguete sexual y si, definitivamente moriria si seguiamos asi.Ambos pechos subian y bajaban, uno al lado del otro, ambos cuerpos desnudos y todo sudorosos pero hasta eso de el era encantador. Algunos minutos de un silencio incomodo inundaron la habitacion o como quieran llamarle, eso era muy incomodo e intentaba pensar algo absurdo para decir pero fue imposible.
Nuestros ojos se juntaron, por un momento pude ver un brillo unico en sus ojos, un brillo que recuerdo ver siempre en los ojos de Chris.
Nueatras miradas se quedaron clavadas en el otro, y despues de unos segundos nos empezamos a partir de la risa. No se el motivo realmente tan solo reimos... Como si fueramos los únicos en el mundo. Pero muy bien sabia que no era asi, aquello solo habia sido diversion o calentura, o inclusive ambas. Pero no podia quejarme realmente.Eso no fue más que un juego del cual ambos salimos victoriosos.
No paso mucho para que me fuera y lo dejara solo en aquel local, las calles estaban sorprendentemente vacias. Ni una sola alma rondeaba por ellanpracticamente como una pelicula de terror de la cual parecia ser protagonista. Y eso no me agradaba mucho.
El habia insistido en que me quedara un rato más pero por experienvia se que eso no nos lleva a absolutamente nada bueno, primero coqueteo, despues acostarnos, despues olvidarnos de lo anterior y hablar como amigos, volver a acistarnos, ilusionarse y el final tan esperado... Salir lastimado. Ese era el unico final que existia para esa historia y yo muy bien lo sabia.
Despues de todo las experiencias personales sirven para algo, no volver a caer sobre la misma maldita piedra dos veces y aunque sea otra piedra aun asi te caes, por ende te lastimas.Por lo que simplemente preferi irme y recordar la noche por lo que fue, la mejor cogida de toda mi vida. Seguramente sera muy difícil que alguien supere eso.
Con que ¿como lo hacen los adultos ehh? Ese idiota en algun momento vera... Como lo hacemos los crios.
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Tatuador //Wigetta// Yaoi hard
FanfictionGuillermo estaba destrozado por la maldita separacion con Chris, no habia podido superarla en todo ese tiempo. Por ese mismo motivo se emborracho, se tatuo, y lo conocio a el. Al tatuador... a Samuel. Aquellos ojos... no podia olvidarse de esos ojos...