Claudia leyó por enésima vez la carta,asegurándose de que fuera real y no una alucinación más.La doblo,luego la metió dentro del sobre rosa en el que venía escondiéndose aquella nota.
Camino presurosamente a la puerta de su cuarto,haciendo ruido con sus zapatos los cuales tenían un pequeño tacón. Salió de su casa sin avisar,como si estuviera sola cosa que no era,ya que su madre se encontraba en su cuarto con su novio.
Se detuvo en la salida de su casa,justo debajo del marco de la puerta abierta,mirando a la nada y recapacitando si lo que iba a hacer era lo correcto. Se negó. Está vez quería hacer las cosas bien con su actual novia, no quería volver a cometer los errores que manifestó con Nadia.
-No esta vez...
Se dijo para si misma en un susurro audible.Con la misma se regresó a su habitación,con su móvil a la mano escuchando música con los auriculares en sus oidos,el trabajo de estos era esconder los gemidos de su madre mientras mantenía relaciones coitales con su novio.Esto era cada viernes,a la misma hora y en el lugar,a ella no le importaba mientras no le dijeran nada.Sin embargo,en el fondo se sentía decepcionada de su madre y de ella misma por no poder ayudarla o ,al menos,decirle lo que siente.
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Su móvil lo tenía apagado,era obvio que este así después de haber reproducido música toda la noche.El aire que se colaba por las ventanas golpeaba las cortinas,provocando el revoloteo de estas,Claudia pensó en cerrar la ventana,pero en cambio sólo consiguió desconectar su móvil y quitarse los auriculares que cargaban muchas lágrimas.Estaba consiente,bien podía levantarse y lograr su objetivo,pero la pereza era más fuerte que ella,miro el pequeño despertador negro que estaba sobre la mesa de noche <<3:29 AM>> recordó que a estas horas sus platicas con Nadia terminaban y ,que después de eso,se servían un pequeño vaso de vodka.
