Muy Común

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Segundo paso.
La reconciliación.
La inmemorización.
La estupidez de creer en alguien que ha fallado en todas sus promesas.
New York.

La gente tan segura de sí, me da miedo, esos que saben que harán, como vivirán, me asustan.
Soy de un grupo, un grupo bien estúpido,de esos que no saben donde están ni donde van, ni que harán, que apenas saben como viven el día a día. Suena bastante relajante y salvaje, mientras que es lo más frustrante y desperante que puedas sentir. El tiempo va y vuela, y así como van no vuelve,no para ni te da una oportunidad, ni te salva. Voy solo con tanta gente a mi alrededor, que dicen amarme, que dicen apoyarme, cuando el único que me ama y me apoya, soy yo, y me olvidé de mi.

Lo único que tengo seguro para decir, en el preciso instante en el que respiro, es lo que veo, lo que mis ojos observan. Una sala de espera para abordar el avión que debo tomar en una hora, un ventanal gigante permitiendome contemplar la llegada e ida de demás aviones, etc.
A mi lado mi madre, a su lado mi padre, a otro lado mi hermano, todos frente al ventanal. Me duele la espalda, tengo ganas de ir al baño, y voy de camino a New York.

No llamó a esto un viaje de reconciliación, porque no lo es, es un simple gusto, sin ganas de disculparse por nada, o al menos hasta donde sé.

Voy lo menos seguro que he podido llegar a ser, cualquier emoción pueda que me contagie, si son negativos lo seré, si son optimistas lo seré, no se, y lo odio, yo simplemente quiero ser yo, pero me da tanta pereza serlo, que creo que sólo iré al baño, y luego me dormire.

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A dos horas de estar en el avión ya, se presentó la primera pelea del día, algo leve para lo usual en esta estupenda familia. Mi hermano me pegó un codazo que hasta náuseas me dio. Yo le había pegado antes mientras me estiraba, me disculpe claro, y le dije que no fue a propósito, cuando la verdad verdad, es que sí, a pesar del dolor me moría de la risa. Le pegue bastante fuerte, aunque yo me la llevé peor.

Aterrizamos, todo lo normal, voy en camino en busca de mi maleta cuando me tocan el hombro, volteo y me paralice, tenía una persona común, en un momento común haciendo una pregunta común, "¿Sabes donde puedo recoger mi maleta? Estoy un poco perdida …". Lo más común de todo lo común de esto, es que es lo menos común que he vivido, quien está en mi frente, es nada más y nada menos que Molly Gonzales, la chica que me había frustrado, de quien me vi completa y estúpidamente enamorado, por la cual pase noches en velas, por la cual lloré al no tenerla, la que tenía que soportar verla furioso mientras se besaba y abrazaba con su novio, un estupido que no merece ni que hablé de el. En el lugar menos esperado, preguntando qué en vez de ser eso me hubiera encantado otras palabras de sus hermosos labios, que se supone que ya olvidé.
-Todo esta señalizado, mira - Le dije y le señalé un letrero.
- Oh perdón, gracias - dijo y se dirigió hacia su maleta.
Yo fui por la mía, sin mirarla y sin pronunciar nada, mientras planeaba salir corriendo en cuanto encontrara mi maleta.
Ya con mi maleta en mano, me dirigía a la salida cuando …
- ¡Hey! Espera,creo que te conozco -Dijo ella.
Me voltee y la miré, más no a los ojos, no podía.
- ¿Tu eres Hilson, verdad?
- Realmente ese es mi apellido …
- Ah, realmente nunca he sabido tu nombre, pero yo soy Molly.
- Molly Gonzales
- Esa misma, jeje ya sabes.
- Bueno, fue un placer, Gonzales.
- Espera, como verás vine sola, y ni tengo muchos planes que digamos y eso. Además nadie sabe que llegue, podría ir contigo, sólo hasta contactar con unos amigos.
- He, bueno, que te digo … - quede pensativo un momento. La persona que más he amado, con quien apenas un hola compartí, quien veía como mi amor imposible e irreal, quiere que me la llevé al hotel, y se sabe mi apellido, ¡Mi apellido!
- Aún sigo aquí. Mira, si es problema, tranquilo, yo me las busco, gracias como sea.
- No no, claro, sólo que ando con mi familia e iremos a un hotel, puedes venir con nosotros, sólo dejame ver …
- Ahí fue cuando lo sentí, la razón por la cual pensaba diariamente lo estupido que llegaban a ser los Hilson, siempre, toda la vida. Mi mamá me había pegado un tremendo golpe en la cabeza con su cartera.
- Donde estabas, te buscamos por todas partes, ¿Qué parte del andamos juntos no comprendes?- Dijo mi madre. No duro mucho para que pudiera yo escuchar la risa burlona de mi padre, y no muy poco para darme cuenta como mi hermano se comía con la vista a Molly.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2017 ⏰

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