Fearless. [EN EDICIÓN]

Fearless.

Madeleine Benedetti, la más joven de la familia se disponía a agarrar sus apuntes y llevarlos hacía su maleta cuando la puerta de su habitación se abrió de par en par dejando ver su hermano mayor realmente apurado. Este entrecerró sus ojos tras fijar su mirada en su hermana menor, se tomó su tiempo y comenzó a hablar.

-¿Aún no estás preparada? –Gruño este al ver a su hermanastra con el pelo alborotado.- Nos esperan abajo.

Sin embargo, el joven apenas le dejó tiempo para que la muchacha contestara, ya que nada más terminar de advertirla había cerrado la puerta ocasionando un gran portazo que evidenciaba lo tan molesto que se encontraba. 

Comenzarían un nuevo año en la universidad de San Diego, California, ya que las navidades habían pasado tan rápido que apenas le dio tiempo a no hacer otra cosa más que dormir y ver series desde su cama.  Tenía muy claro que  no quería volver a despertarse temprano para ir a clase y ver a gente que apenas conocía, pero lo que aún no sabía que ese curso marcaría un antes y después en su vida. 

Después de un largo viaje hacia el lugar habían llegado, el padrastro de ambos besó la cabeza de la muchacha con una cálida sonrisa, luego dio un abrazo a Dalas y se adentró en el coche para marchar lo antes posible del lugar, ya que no veía el momento de llegar a casa ahora que estaría desierta. Adoraba a sus hijastros pero la presencia de ambos por tan seguido y ocasionando un sinfín de peleas infantiles en la vivienda le tenían tanto a él como a la madre biológica de ambos de los nervios.

-Estaré en la residencia. -Abrazó a su hermana y se marchó de allí junto a su corpulento amigo Drake, quien meses atrás había intentado algo con ella. 

Madeleine no tardo ni un segundo en estar sola, aunque eso duró poco, ya que para cuando se dio cuenta tenía a una alegre Penny corriendo hacia ella para tirarse a sus brazos.

-Cuanto te eché de menos.-Ésta no pudo dejar de sonreír desde que comenzó el abrazo.- ¿Qué tal con el idiota de tu hermano? ¿Y con Martín? ¿Has dormido mucho? –Mad soltó una adorable risa y miro a su mejor amiga, ¿qué haría sin ella?.

- Mi respuesta a todas tus preguntas es todo bien.-No dejó pasar otro segundo y ya la volvía a tener entre sus brazos. Y aunque realmente estaba bien no podía dejar de lado la espina de que su verdadero padre vivía en Canadá y no había podido verle tan seguido como quería. 

-He estado hablando con Marina y estaría dispuesta a cambiarse a mi habitación para que las dos quedemos juntas por el resto del curso.. ¿qué te parece?-Habían estado mucho tiempo detrás de ese cambio de habitación y tras conseguirlo Mad no lo dejaría escapar, su compañera de piso era realmente rara.-

-Claro.-Esta tendió en sus brazos dos maletas y le dio una a su amiga.- Me ayudas, ¿no?

-Pues claro, ¡vamos!

Llegaron a la habitación cuando apenas quedaban minutos para que sonara la alarma que les indicaba que era la hora del almuerzo, pero aún así fue el suficiente tiempo para colocar todo o la mayoría de las pertenencias que había llevado consigo fuera del internado dentro de su parte nueva del armario. Su madre no tardó en ponerse en contacto con ella para saber cómo se encontraban ambos, pues Dalas no respondía a sus llamadas como era costumbre. 

Sin embargo, aquella campana que alertaba que debían reunirse todos en el salón no tardó en llegar, por lo que colgó y ambas fueron directas al salón. 

-¿Dónde esta Cara?- Murmuró Penny al oído de su amiga una vez que habían llegado al lugar.-

-Seguro que se encuentra con Evan, vamos a aquella mesa.