"¿Por qué eres así?"

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Me sentí extraña al escucharlo susurrar de esa manera, su suave y masculina voz me gustaba de sobremanera. Pero estaba segura que todas las veces que se ponía atrevido, era para molestarme. -"¿por qué no?"- repetí acercándome a su cara frente a frente, -Porque es extraño y lo sabes-. -¿Extraño? ¿a qué te refieres?- fingió inocencia dando un paso hacia atrás. -No deberías pasar la noche a solas con una chica, ¿no crees?- razoné, -¿qué pensarían las personas que trabajan aquí?-. Me miró inexpresivo, -En la noche ya no hay nadie, así que nadie lo sabría-.
Me retiré a mi habitación pensando en qué rayos quería decirme Jong Suk.

Durante la noche me acosté en mi cama mientras miraba videos en mi laptop. No podía dormir y no tenía que hacer nada al siguiente día, así que planeaba desvelarme por diversión. Cada vez miraba a la ventana para ver si Jong Suk estaba por allí porque empecé a creer que se había molestado conmigo.
Justo en ese momento escuché la puerta de mi habitación abrirse. Al ver a la puerta allí estaba él. -Robin, ¿quieres helado?- dijo rascando su cabeza mirando hacia abajo. -Oye, son las 2, ¿no deberías estar durmiendo?- dije un poco preocupada. -No puedo dormir, y noté que estabas despierta- parecía apenado porque no me miraba a la cara. Me levanté y me acerqué a el. -¿Todo bien?- pregunté un poco preocupada. -Sí, solo no puedo dormir- dijo sonriendo tiernamente, -el helado está en mi habitación, ven-. Me tomó de la muñeca y tiró de ella guiandome a su habitación.
-Siéntate en la cama- dijo mientras se giraba a un refrigerador pequeño cerca de él. Me senté y lo miré extrañada. -¿A caso el helado fue una excusa para traerme a tu habitación?- dije indignada. -Oh rayos, me descubriste. Pero no mentía, porque sí hay helado- dijo el en un tono sarcástico pero tierno. -Bueno, no se le puede decir no al helado- dije y sonreí. Su cara se puso roja y me dió la espalda.
Luego de haber comido helado me recosté en su cama y él miraba una película mientras yo no podía dejar de mirarlo a él. "¿Qué es él para mi?" pensé. "Es mi jefe ¿no? Yo solo trabajo para él, ¿no es así?". De repente me miró y traté de mirar a otra parte fingiendo demencia. Se levantó del suelo donde estaba sentado y se me acercó hasta que su cara quedó a unos centímetros de la mía. -Tienes una mancha de helado- dijo con seriedad. -¿Enserio?- y al acercar mi mano a mi cara, él me detuvo. -Yo te la quito- se lamió un dedo y lo puso a un costado de mi labio inferior, arrastrándolo suavemente hacia el centro, moviendo mis piercings, jalándolo. Intenté hacer mi cabeza hacia atrás pero enseguida él la sujetó con su otra mano. Recorrió mi labio con su dedo y cuando lo quitó lo volvió a lamer de una manera en la que me sentí pecadora.
De repente lo tomé de su muñeca y lo detuve. Mi corazón se estaba derritiendo allí mismo, no podía seguir viendo. Él me miró sorprendido. -No hagas eso- sentencié y enseguida me levante y me fui a mi habitación.

Estaba temblando, especialmente mi mano y mi labio inferior. Podía sentir aún su tacto como si siguiera allí. Luego de unos segundos mi cerebro reaccionó. "¿Qué he hecho? Quizás él no lo hizo con esa intención, quizás él no pensó en las cosas sucias que yo estaba pensando. Qué estúpida soy" pensé.

A la mañana siguiente desperté y en ese mismo instante recordé lo que pasó noche anterior. "¿Cómo voy a enfrentarlo hoy luego de que huí de esa manera?" pensé preocupada. Salí de mi habitación y no lo vi, lo busqué en su habitación, en la cocina, en la sala y todos los lugares que pasaron por mi mente; pero no estaba en la mansión. Por un lado me sentía aliviada porque no tendría que enfrentarlo y por otro, tenía demasiada curiosidad por saber en dónde estaba. Así que luego de no encontrarlo, decidí dar un paseo por los alrededores; porque no hay vecinos y pues tenía que explorar esa mansión.
Caminando me encontré a mi chofer, Hae Jin.
-Hola- saludé contenta.
-Buenos días señorita Robin- saludó amable.
-Oye, recuerda que puedes omitir el "señorita- reí.
-¿Qué haces por acá?- dije curiosa.
-El señor Jong Suk me dijo que me tomara el día libre, así que vine a reunirme con una amiga- dijo contento.
-Eso suena genial.
-¿Y usted qué hace por aquí?
-Pues no encontré a Jong Suk en la mansión, así que decidí salir a explorar....
-Usted sabe aprovechar su tiempo- sonrió dulce.
-Supongo que sí.... oye, Hae Jin, tu conoces esta mansión mejor que yo, ¿me la podrías mostrar?-dije entre risitas.
Pensó un momento,-claro, por qué no- dijo fingiendo seriedad.

Fuimos a explorar un poco. Me mostró una bodega donde había herramientas, otra de vinos, una biblioteca pequeña y un estudio donde Jong Suk guardaba álbumes de música y discos de vinilo. De repente Jong Suk me parecía más interesante de lo que parece ser.
-Señ... eh, Robin...
-¿Sí?
-¿Usted qué piensa de Jong Suk?
Al escuchar esa frase sentí que mi cerebro se apagó.
-Uhm, ¿qué?-  dije tratando de ocultar mi apagón.
-Si, usted me ha preguntado sobre él las veces que la tengo que llevar a alguna parte con él..... es solo curiosidad.
-Pues...
-Mejor olvide esa pregunta, no se preocupe.
-¿Ah?- estaba completamente confindida.
-Oh vaya, ya tengo que irme- dijo mirando a su reloj.
-Oye, ¿no ibas a encontrarte con una amiga?- recordé lo que había mencionado esa mañana.
-Ya la saludé, con eso me basta- dijo sonriente y se fué.
"¿A qué hora la habrá saludado si estuvo todo el tiempo conmigo....? quizás no me di cuenta" pensé.

Ya era tarde en la noche y me encontraba viendo una película en internet cuando Lee Jong Suk apareció en mi mente otra vez. "¿Dónde estará?" pensé cuando mi estómago rugió ruidosamente. -Debería comer algo- pensé en voz alta y fui a la cocina a buscar algo en el refrigerador. Encontré una zanahoria y un plato hermético con carne de cerdo del almuerzo. "Excelente" pensé y al cerrar la puerta allí estaba Lee Jong Suk tomando agua embotellada.
-Hey, volviste- dije intentando esconder que me había sorprendido.
-Sí, volví- dijo y se volteó al desayunador atrás de mi.
Empecé a cortar la zanahoria en una tabla. "¿A dónde habrá ido? ¿Se atreve a aparecer de la nada sin decir nada al respecto?.... ¿y qué es esto que siento?, ni que estuviera celosa... ¿o si?" mi cabeza no paraba de dar vueltas al asunto.
-¿Qué tanto piensas?- escuché su voz en mi oído y me asusté. -¡Ouch!- me había hecho una cortada enorme en la palma de mi mano y empezó a sangrar sin parar.
-Dame eso- dijo él tomando mi mano con cuidado llevándome al lavabo. -¿En qué pensabas tanto?- dijo él mientras lavaba mi mano con cuidado. -¿Por qué preguntas?- dije sin entender.
-Tu arrugas tu frente cuando estás pensando.
-¿Qué?
-Si, me tomó un tiempo en darme cuenta porque al principio pensé que era porque estabas enojada; pero no era eso.
-¿Y tu qué sabes?
-Bueno, tu no eres muy expresiva con tu cara pero tus ojos te delatan. No necesitas arrugar la frente si te enojas porque tu mirada puede ser severa.
-Pero tu no me has visto enojada...
-Anoche te vi...
-Oh...- recordé cuando me quitó una mancha de helado.
-Me diste un poco de miedo.... Pero sé que cuando estás pensando arrugas tu frente. Lo hiciste anoche cuando te fuiste a tu habitación, en la sesión de fotos cuando abriste mi camisa y cuando estábamos en la habitación donde me maquillaste, igual esa mañana que te vi con moretones y te pregunté si te dolía....
-Oye, no necesito que me hagas la lista completa- lo interrumpí algo avergonzada.
-Arrugas tu frente y tienes la mirada perdida, y lo estás haciendo de nuevo- sonrió y señaló mi frente.
Tapé mi frente muy avergonzada. Sentía mi cara hervir y no podía pronunciar alguna palabra.
-Listo, echaré alcohol en tu mano y te pondré un vendaje- tiró delicadamente de mi brazo y me llevó al baño de mi habitación donde estaba el botiquín de primeros auxilios. En un algodón echó alcohol y suavemente lo pasó en mi mano. Empecé a quejarme un poco porque ardía demasiado. -Lo siento- dijo en un tono que me hizo sentir mal. -No, está bien- dije resistiendo el dolor. "Y bueno, ¿no me dirá donde estuvo todo el día?" pensé un poco molesta.
-Ah cierto, anoche, luego que te fuiste a tu habitación, mi manager me escribió de que se adelantó la fecha para las fotos de un drama que pronto estaré filmando. Así que fui a hablar de eso con él, por eso no estuve en la mansión.
-Ah... ¿y yo...
-No te quise molestar en tu día libre, así que por eso no te dije que fueras conmigo.
-¿Y cuándo.....
-Ah si, mañana empieza la sesión de fotos.
-Oh... entonces todo está bien.... - me sorprendí al ver que parecía que me leía la mente.
-Levántate temprano mañana, ahí te veo- dijo mientras sonreía de manera traviesa y se fue a su habitación.

Sesión De FotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora