Nanatsu no Taizai (vida de periodista)

LA ENTREVISTA

POV ELIZABETH

Ni pude arrepentirme, ya que igualmente armada con todo el valor que no poseía en ese momento pasé a aquella, que fue la entrevista más rara de toda mi vida. Ni siquiera para entrar a la universidad tuve que pasar por algo igual.

Las paredes eran de color verde oscuro decoradas por algunos cuadros, el piso estaba cubierto por una enorme alfombra marrón y en medio de aquel cuarto se hallaba un escritorio de madera, desde el cual un joven de cabellera rubia y enormes ojos verdes me veía fijamente, con los ojos clavados...no exactamente en mi rostro, sino...un poco más abajo.

-muy bien señorita, comencemos con la entrevista- dijo con una enorme sonrisa marcada en su rostro tan infantil.

-s...si- respondí con un poco de nervios, sentándome en una silla frente al enorme escritorio.

-mi nombre es Meliodas-habló cordialmente sin perder tan preciosa sonrisa- y usted es...Elizabeth ¿cierto?-preguntó revisando un par de papeles que tenía en las manos.

-si-respondí de la misma forma entregándole el folder manila que traía conmigo: mi curriculum.

-veamos, veamos, veamos...-revisó documento por documento- por lo visto hace no mucho que se graduó de la universidad, así que no tiene mucha experiencia que digamos- me miró nuevamente (aunque no exactamente al rostro)- pero eso es algo que se puede graduar con el tiempo.

-prometo esforzarme-hablé entusiasmada-cla...claro si consigo el trabajo-me desanimé un poco

-me agrada su optimismo- me sonrió una vez más- bueno vamos por la siguiente prueba.

-¿si...siguiente prueba?-pregunté algo desconcertada-pe...pero yo pensé que solo era una entrevista.

-claro que no...debemos ver todas las capacidades de las postulantes-así que....-se paró de su asiento entusiasmado-!prueba de flexibilidad¡

POV NORMAL

-¿prueba de flexibilidad?-preguntó confundida la muchacha.

-si debemos ver lo flexible que eres-habló el rubio que con malas intenciones apreció detrás de la joven y sin pleno avisó comenzó a tocarle sus enormes y redondos pechos, moviéndolos de lado a lado.

-eh...esto-apenas pronunció Elizabeth con el rostro tan rojo como el de su prima Erza, parecía como si humo fuera a salirme por sus lindas orejas.-eh...yo...

-antes de que grites pidiendo ayuda-comentó el rubio tras por fin soltar a la joven volvió a su posición original...lejos de ella-te pido que no mal pienses esto...-habló con una nueva sonrisa una de perversión (pobre Elizabeh).- es solo para conocer mejor tu anatomía.

Mientras que el ojiverde decía aquellas palabras la peliplata solo podía pensar en una frase:

"¿QUE DIABLOS TIENE QUE VER ESTO CON SER CONDUCTORA DE UN NOTICIERO?"

-muy bien sigamos con la revisión- levantó la larga falda de la chica tocando con las manos sus largar piernas, claro sin sobrepasarse, ya tenía demasiado con las denuncias que le pondrían el resto de postulantes como para buscarse más.

-eh...-dijo apenas audible con el rostro aún más rojo (claro si eso era posible)

-también debo ver tus otras medias así que...no seas mal pensada

-!¿eh?¡...s...si-respondió inocentemente o estúpidamente 

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(UN RATO DEPUES)

-¿esto es necesario?-preguntó viendo el traje con el cual andaba vestida

-si, es muy necesario- respondió el pervertido mirando de pies a cabeza a la bella joven con el traje de maid que le había hecho poner- ahora podrías decir- "amo ¿desea algo?"

-¿amo?-repitió ella sin entender-en cerio ¿esto es necesario?

-si, y ahora ponte esto- habló mostrándole a la ojiazul un muy sexi traje de baño del color de sus ojos- necesitamos un par de fotos- sacó una cámara de algún lugar de la habitación.

-es...esta bien-respondió tomando el bañador entre sus manos

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(ALGUNOS TRAJES DESPUES)

-eso es todo, muchas gracias por venir, nosotros la llamaremos- fue lo último que el rubio le dijo a la peliplata antes de devolverle su curriculum.

-mu...muchas gracias-respondió ella con una tímida sonrisa en su rostro, antes de salir de aquel lugar.

Tras poner por fin un pie fuera del aquel lugar, sin mirar a los costados o enfocarse en alguna cosa, Elizabeth decidió que ya era hora de volver a casa, debía volver al primer piso, pero esta vez sí debía usar el ascensor, ya no volvería a cometer ese mismo error (por lo menos no por ahora)

Después de un par de segundos en el elevador por fin llegó a la planta baja, teniendo la mente perdida en los recuerdos de aquella entrevista caminó directamente hasta la puerta de aquel enorme lugar. De tan solo recordar una vez más lo ocurrido hace un par de minutos ahí arriba en el quinto piso, su rostro volvía a enrojecer, y no era para menos pues ¡ningún hombre jamás la había tocado así en su vida!.

Antes de salir de aquella enorme edificación, apareció frente a ella aquella señorita tan amable que la había ayudado anteriormente.

-¿como te fue?-preguntó sonriendo

-en verdad...no lo sé- respondí alzando los hombros- realmente fue una entrevista demasiado extraña.

-déjame adivinar te tomó fotos en distintos trajes y te tocó por todos lados

-adivinaste...¿co...como lo sabes?

-entonces era verdad...yo solo estaba bromeando- dijo algo enfadada- pero ¿en cerio dejaste que te haga todo eso?

-yo...yo creí que eso era normal en una entrevista

-pero que chica tan inocente- pronunció-o bruta- esto último fue en un susurro lo suficientemente bajo para no ser oída por la persona frente a ella.

-bueno...cambiando de tema, mi nombre es Elizabeht- extendió su mano a su interlocutora- mucho gusto en conocerte ...-pensó un rato...era verdad aún no le había preguntado su nombre.

-Diane...así me llamo-correspondió al saludo-  aunque no tenías que presentarte recuerda que ya se tu nombre.

-cierto se me había olvidado por completo- se rascó la nuca un tanto avergonzada- bueno Diane espero que podamos llegar a ser amigas.

-me encantaría.

-perdón pero...ya debo irme-se despidió cordialmente

-entonces nos vemos-

-nos vemos

y con un ademán de manos ambas nuevas amigas se despidieron ese día.

Ahora Elizabeth nuevamente en las calles de Nueva York esperaba el poder ser la elegida

HOLA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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