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Desde tiempos remotos la vida y la muerte ha sido la preocupación de toda civilización , y asimismo se ha ido construyendo diferentes posturas respecto a la misma; pero no es mas que otra que ocultar el terror de la inexistencia y buscar consuelo en Dioses y en religiones, aferrados a la idea de la vida eterna y a la continuidad del "alma". En muchas culturas se habla de la reencarnación, la ascendencia a los cielos, la purificación del alma después de la muerte, incluso las formas de vida de las primeras civilizaciones como los Egipcios giraba en torno a la vida y la muerte, sus edificaciones, sus ciudades, altares, pirámides, y toda obra fue cuidadosamente analizada y asociado al levante del sol como la vida y al ocaso como la muerte; hasta hoy se conservan sus obras: pirámides hechas como la casa después de la muerte de los faraones, con puntos de luz entrante perfectamente localizados hacia una determinada estrella y poder ejercer su poder desde ahí; incluso como gran parte de las culturas antiguas realizaban momias para mantener el cuerpo de sus lideres esperando que vuelva la vida a sus cuerpos y seguir reinando...

Soy un estudiante normal se educación secundaria que trata de encajar en una sociedad lleno de mentiras e hipocresía, tengo problemas y preocupaciones como cualquier chico de mi edad, aunque no me gusta ser como los demás y tampoco me gusta vivir pendiente de otras personas, soy introvertido, demasiado introvertido para ser exacto, a mis compañeros les preocupa terminar el año solteros y "puros", es de lo que se habla más, a mí me preocupa terminar lo más antes la secundaria, siento que no encajo aquí, no es lo mío, observo a mi alrededor y siento que tengo que hacer algo más, quizá lo sientan todos, no lo sé. Tengo amigos por presión social que por otra cosa, hago todo tipo de deporte por el bien de mi salud, pero no soy feliz, prefiero pasar el rato con un lápiz y un papel, creo yo que en la relación del lápiz y el papel hay menos espacio a la mentira y la hipocresía de las personas, así que los considero mis únicos y mejores amigos, amigos que nunca fallan y nunca mienten y que saben comprenderme y ayudarme.

Dentro de mis estudios de secundaria nunca tuve problemas con los cursos o materias,  pero la materia que no me gusta es religión, hasta ahora me pregunto el porqué de la existencia de ese curso, yo creo que es una manera muy explícita de imponer la religiosidad e ideología hacia una persona adolescente que aún no está ni siquiera bien identificada en su vida, ni mucho menos sabe lo que va a hacer; así que creo que en vez de esa materia debería de haber otra como ética, o filosofía, o una donde se dé opción al estudiante sobre su posición en el cosmos, su propia filosofía, la vida que desee llevar, pero las leyes están hechas y no hay nada que hacer... por ahora.

De niño siempre he tenido pesadillas, es normal creo, todos alguna vez las hemos tenido, lo malo es que las mías han sido demasiada reales, muchos detalles, recuerdos casi exactos al despertar; incluso pienso a veces que eran reales. Mi madre siempre me dice que el miedo es solo una idea, es fácil decirlo si no lo ha experimentado como yo, aunque me sería más fácil que así fuese y que solo sea cuestión de mi imaginación y mi subconsciente, pero los recuerdos vienen a mí. Hasta ahora lo recuerdo... en un campo, atardeciendo, personas que van y vienen desesperadamente, niños jugando, perros corriendo y saltando, veo a mis padres entre la muchedumbre, están preocupados, creo que me están buscando, no lo sé. De pronto la tarde ha caído, la penumbra se ha apoderado del lugar, ahora solo escucho murmuros, gente que habla pero no logro entender qué, más niños jugando, pero no logro reconocerlos, mis padres ya no están, me parece que se fueron, creo que no se dieron cuenta que aún estoy ahí, quizá se fueron a buscarme pensando que me fui. La muchedumbre va desalojando el lugar, vestidos de trajes oscuros se dirigen a sus vehículos, el ambiente se vuelve pesado, me pregunto una y otra vez ¿Dónde me encuentro?... la noche se ha apoderado del lugar, hay velas que se van encendiendo según la gente se va alejando, pasa el tiempo, ahora me encuentro solo, ya no hay nadie, el silencio se apodera del lugar, pero, otra vez... murmuros, siento que la gente vuelve otra vez, el silencio se rompe y empieza a llenarse el lugar, otra vez personas de ropas oscuras, pero no les puedo ver el rostro, pasan agachados, se cubren el rostro con un sombrero; el encendido de las velas van dando siluetas en el piso, hay flores, muchas flores repartidas por el campo, claveles, geranios, rosas; las personas se acercan a las velas, lloran, murmuran, y se lamentan, también hay niños, pero estos ya no juegan, se limitan a observar como arden las velas y sujetan entre sus dedos sus juguetes y muñecos, y observan a la gente como buscando a alguien en especial dentro de ellos, pero no se mueven, están ahí, quietos; tampoco les puedo ver el rostro; algo no está bien, la noche ha tomado por completo el campo, me empiezo a incomodar, tengo que ir a casa, deben de estar preocupados mis padres, pero cuando intento salir, un hombre alto, de terno oscuro y sombrero me detiene, no me dice nada, solo se para delante mío, impidiendo mi paso hacia la salida, eso me incomoda aún más, no lo conozco y no sé quién es, doy un salto y lo evado y corro hacia la salida pero otra persona más se pone delante mío, esta vez es una dama de vestido blanco, alta, cabellos dorados; me llama la atención el vestido, es muy tradicional, muy pasado de moda y anticuado, el peinado que lleva también es anticuado, se parece a mi abuelita por una fotografía que tengo de ella en mi casa, pero es imposible porque ella ya no está con nosotros en esta vida, así no tiene sentido; de pronto un aire helado pasa por mi rostro, recuerdo la fotografía en mi casa, mi abuelita en sus años de juventud, delgada, con un vestido blanco, y sombrero, cabellos oscuros y con un peinado de su época al igual que el vestido; no cabe duda es muy parecida, demasiado, el miedo comienza a hacerse presente, ahora entiendo... las velas, las flores, las personas, los murmuros, los llantos y todo lo que había sentido, ahora lo entendía pero para mí pesar estaba solo; doy vuelta para poder huir lo más antes posible de ese escenario, empiezo a correr sin dirección ni sentido y se aparece otro personaje más, esta vez no me detendré pase lo que pase, pero al pasar por delante tropiezo contra él y se le cae el sombrero que también llevaba puesto; las velas en el lugar van dando forma a su aspecto, se agacha hacia mí, y ante mis ojos se muestra lo que hasta ahora no puedo quitar de mi cabeza, veo lo que años y años me ha estado atormentando, presencio una vez más el miedo que me causa esa escena, esa pesadilla repetitiva; en mi mente está latente y ahí seguirá mientras viva el recuerdo y mientras esas pesadillas sigan estando presente recurrentemente en mi vida por más que yo quiera olvidar y desde donde todo empezó...

Ojos del más alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora