Nuestra Vida Juntos - Kamisama Hajimemashita [En Proceso]

Capítulo 1: Nos casamos...

//Hoy... nos casamos...// - dijeron ambos al mismo tiempo -.

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-¡¡Way!! ¡Hoy es el gran día! ¡¡Por fin Tomoe y yo nos casaremos!! ¡Estoy tan feliz!- Apenas y abrió sus ojos, dijo aquellas primeras palabras y, como un resorte se levantó, comenzando a gritar de la emoción. -Jeje. Recuerdo aquellos días en los que Tomoe me trataba mal, y se repetía a sí mismo que no se enamoraría de una humana. Y ahora... está rendido a mis pies...-. Hablaba muy rápidamente mientras cada vez su voz y mirada se iban volviendo malévolas-.

-¿Quién está rendido a tus pies, Nanami?-. Dijo Tomoe con una voz dura después de haber abierto la puerta muy bruscamente.

-¡Wah! ¡Tomoe!- Se asustó de la impresión. Y como no después de decir algo que a Tomoe no le agradaría. -¡Tomoe! ¡Hoy... tú y yo nos volveremos uno!-. Dijo corriendo y tirándose a sus brazos.

Tomoe se sorprendió y un poco se sonrojó, y eso a pesar de que siempre Nanami se le abalanzaba imprudentemente.
-Si, si. Hoy. Entiendo que estés feliz. Pero... ¡suelta mi cola!-.

-Es que se movía de aquí y para aya, que de repente me dieron ganas de querer tocarlas. Y nunca antes lo había echo así que lo hice antes de que desaparezcan-. Dijo claramente y sin problemas.

-... Si es por eso..., entonces tocalas todo lo que quieras-. Suspiró. No tenía remedio. Tenía el sentimiento de querer complacer a su amada humana Nanami. Alzó una mano y comenzó a acariciar los cabellos castaños de la Diosa humana.

Tomoe ya no tenía ninguna duda en la decisión que tomó de convertirse en humano. Aun así, el dejar de ser demonio, y ya no contar con los beneficios de serlo le inquietaba. Ya que no podría protegerla de la manera en que lo hacía antes. ¿Qué tal si alguien querría aprovecharse de ella y contara con más ventaja? ¿O si quisieran secuestrarla o raptarla?. "Si contara con mis poderes de demonio, utilizaría mi fuego fauto contra esos malditos". Tomoe pensaba constantemente en ese asunto, pero el tenerla para él sólo era lo que contaba.

* * * * * *

-Venga, Nanami-Sama. Por aquí.

-Por favor deje que las damas del Pantano de Tatara nos encarguemos de arreglarla para su boda-. Dijo Himemiko al encontrarla en aquella procesión matrimonial. Quería hacerla lucir muy bella. Ya que estaba feliz de que su amiga humana Nanami cumpliera ese maravilloso sueño que ella no podía lograr.

Y eso hicieron.

Tomoe ya la había visto con muchas clases de kimonos de novia. Así que tal vez no se impresionaría de ninguna forma. Aunque en realidad ella esperaba que al menos le dijera que estaba linda. Tal vez no oiría eso de su boca. "Ya vi a Nanami en toda clase de atuedos cuando visitamos a Himemiko. Tantos que incluso me terminé hartando", había escuchado antes esas palabras de aquel demonio.

Llegó el momento en que tenía que presentarse ante su amado Tomoe. Sinceramente estaba hermosa con ese lindo kimono de novia, y su peinado, además de que le pintaron esos finos y delicados labios que poseía la Diosa.