Agridulce

Capitulo único

Simón observó a Jace sin mucha gracia, podía notarlo completamente tenso, las ojeras en su rostro eran cada vez mayores y no podía siquiera pensar en que podía hacer para ayudarlo. No es como no hubiera intentado de todo en algún momento pero a estas alturas del partido ya no sabía que pensar; suponía que todo se debía al hecho de que estaba siendo demasiado cercano con Clary -cosa que no le molestaba pero si le incomodaba un poco -y el hecho de que tampoco habían formalizado completamente lo que tenían... aunque ahora que lo pensaba, ¿Tenían algo? cada vez que se colocaba a pensar en ello terminaba con un terrible dolor de cabeza, no era justo, todos podían dejar salir sus verdaderos sentimientos y ponerse melozos -como en el caso de Alec y Magnus- en cambio ellos seguían con la misma apariencia de que se llevaban un poco mal pero ese ya no era el caso, eso ya no era verdad, eso...eso no era justo.

-¡Simón!-

Saltó un poco en su puesto y alzó la vista para encontrarse con esos ojos dorados en los que estaba pensando hasta hace poco, ¿Hace cuanto que había llegado allí?, lo último que había sabido de Jace es que se había ido a cazar junto con Alec y no había tenido ninguna noticia que le siguiera él..

-¡Simón!-

Se levantó de golpe al segundo grito y tuvo que afirmarse de la pared un momento y llevarse una mano a sus ojos para parar el reciente mareo que le invadio, ¿A qué se debía aquello?

-Hey, tranquilo-le sonrió amable-¿Estás bien?-le afirmó con cuidado uno de sus brazos para que no se fuera a caer en caso de que el mareo pasara a mayores.

-Si, lo estoy-sacó la mano de sus ojos y le observó detenidamente buscando alguna herida nueva o alguna indicación de que no había dormido bien pero no habpia señal por completo de ninguna-debí haberme alimentado poco, es todo-le sonrió-¿Estás bien tú?-

Jace alzó una ceja y sonrió de aquella forma que solo él sabía.

-Claro que si-le sonrió-salí perfecto, es Alec el que esta un poco mal pero no es nada que Magnus no pueda arreglar-se arranco con cuidado su polera e inclino su cabeza un momento-vamos, debes comer-le miró directo a los ojos-y no me molesta que lo hagas solo de mi-

Simón entrecerró los ojos y asintió levemente para morderle despacio, no sabía muy bien porque pero en cuando la sangre contraria entro en sus sistema un millón de preocupaciones aparecieron; era un sentimiento completamente raro, es como si todo se redujera a eso, no había nada que fuera feliz, no había nada que le hiciera sentir que estaba bien, por el contrario, todo aquello le comenzaba aperturbar un poco, sentía que si no se detenía en esos momentos las emociones le iban a llenar por completo y no sabía si podría de ella con facilidad.

Jace entrecerró sus ojos acariciando el cabello contrario, enredando con cuidado sus dedos en el cabello que tanto amaba; estos pequeños momentos eran los que le hacían desear más que nada volver a casa, que le hacían volver con vida, ya ni siquiera era completamente por Alec, ahora más que nada era por Simón, porque deseaba volver a verle, volver a estar con él, sentirlo entre sus brazos, besarlo y fundirse con él hasta ser solo uno.

Con cuidado Simón alejo su boca del cuello contrario luego de lamer de una forma casi animal, como asustado, como cuando te encuentras con un perro y este te lame luego de morderte pero solo con arrepentimiento.

-¿Qué sucede?-

-Yo...-lo estrecho más contra su cuerpo y negó levemente-es solo que....-

Jace lo alejó un poco de su cuerpo pero no lo suficiente para dejarle ir pero si para mirarle sin problema alguno.

-¿Qué sucede Simón?-le miró detenidamente-¿Estás bien?-

-Claro que estoy bien-intento alejarse sin siquiera intentarlo, simplemente por desviar su atención a algo que no fuera Jace-el que no esta bien eres tu-

-¿Yo?-soltó una sonrisa casi nazal-claro que estoy bien, ¿Por qué no e de estarlo?-

-Jace por Dios, es claro que no estas bien, te e visto en estos días, después de lo que paso con Valentine no has vuelto a ser el mismo, ni siquiera has tenido la desencia de decirme que esta pasando contigo, tampoco has tenido la desencia de acerme participe de tus misiones, sabes que soy un vampiro pero sirvo para la clave y por ende puedo hacer cosas contigo, no tienes que alejarme Jace-

-Tu no sabes nada-se alejó de él con cara molesta-no sabes siquiera en que me e metido, no sabes nada mi-

-Claro que no lo se-le miró-siempre que intento saber de ti me alejas, incluso eres más pesado que Alec en este sentido, no eres capaz de siquiera decirme como te fue, como estas, se que no duermes desde hace mucho pero no por ti sino porque lo noto en tus ojeras, tus movimientos son más lentos y tu ritmo cardiaco parece estar en salto constante al no hacer nada y de repente querer hacerlo todo-

-No eres nadie para que te diga lo que hago o no-

Simón abrió los ojos solo un momento tensando su cuerpo y luego simplemente se relajo y dejó escapar un suspiro con una sonrisa rota, eso mismo es lo que se estaba preguntando hace nada pero no pensó que cuando supiera la respuesta real le doliera tanto, no pensó que su corazón le iba a doler como le estaba doliendo y eso que ni siquiera le latía porque de haberlo hecho estaba completamente seguro que estaría completamente destrozado.

-Eres asombroso-

Jace palidecio ante aquellas dos palabras, ¿Qué mierda había dicho? Oh por Raziel, no era posible que hubiera dicho cosas tan horribles; apenas vio los ojos de su compañero llenarse de lágrimas cayó el peso de sus propias palabras sobre sus hombros, había sido algo horrible, le había dicho que no eran nada que no eran....

-Simón yo...-intentó tocarle sujetarle el brazo.

-No, no es nada Jace, no importa, eso mismo me estaba preguntando pero no importa, me lo has dicho de una forma que no pensé que dolería tanto pero la verdad es que duele, no sabes cuanto duele...-

Jace negó con rapidez y se sujeto los cabellos con desesperación.

-Yo no quería-le miró-tienes que creeme-

-No se si creerte, no eres capaz de decirme nada y pasas demasiado tiempo con Clary es normal que piense que lo nuestro es solo un desociego, que solo estas conmigo cuando Clary no quiere estar contigo-

-¡No es verdad!-le gritó sujetandole de los hombros y deteniedo todo movimiento por parte del contrario-tengo pesadillas ¿Vale?, te veo morir en todas ellas, veo que soy incapaz de ayudarte porque soy yo mismo el que te hace daño, soy yo mismo el que mata, soy yo mismo el que se mancha de tu sangre cada vez-

-Pero soy un vampiro-

-Creeme, conocemos demasiados metodos que no quiero explicarte en estos momentos pero ese no es el punto, estoy más con Clary porque es con la única que puedo hablar de ello-colocó un dedo sobre la boca de Simón-no podía hablarlo contigo porque así es como comienzan la mayoría de mis sueños por eso-suspiró-por eso no te lo e dicho pero te amo-

Simón no sabía que decir, pensó que todo se desviaba a algo como una pequeña pesadilla o que hubiera hido mal en una cacería pero esto....

-Lo siento-le dijo abrazandolo-lo siento de verdad-

Jace no dijo nada simplemente le atrajo contra su cuerpo un poco más y con desesperación busco su boca para fundirse en un beso, claro que lo amaba, era lo más preciado que tenía, era en lo primero que pensaba y en lo último también, había resistido tanto por el hecho de que necesitaba verle bien, necesitaba saber que estaba bien y que no era quien le hacía daño.

-Te amo Simón-le miró directo a los ojos-no es tu culpa nada de esto, por favor no saques conclusiones erroneas antes de tiempo-

-Te amo Jace-fue lo único que dijo.

Simón volvió a unir sus labios, sabía que debía arreglar el problema de las pesadillas y de sus irremediables celos hacia su mejor amiga; también sabía que ahora el sabor de la sangre ya no sabía completamente a preocupación más bien era algo como su relación, agridulce.