Parte Única.

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POV JungKook.

Estaba realmente alegre en la mañana, hoy me desperté con muchos ánimos, ¿la razón?  Hoy me declararía a mi Hyung. ¡Hasta tenía ganas de ir a la escuela!  Eso no pasaba nunca.

Estuvo planeado desde hace dos semanas, mi mejor amigo TaeHyung me había ayudado con todo. ¡Sería perfecto!  Si el me llegaba a rechazar. . . Bueno, esa es otra historia. Tomé mis cosas y salí de casa, vivía solo con mi madre. Y ella se había ido hace ya unos 30 minutos. Tae me estaba esperando en la esquina, pues el vivía en la cuadra siguiente.

— ¡Kookie! — Escuché como Tae me llamaba, corrí para poder abrazarle y sonreírle. El jugó con mis mejillas como solía hacer cada mañana.— ¿Estás listo para declararte? — Sonaba muy animado, yo solo asentí y volví a abrazarlo. El correspondió a mi abrazo y comenzamos a caminar.

No puse mucha atención en las clases, ya que solamente pensaba en lo que pasaría cuando me declararía a YoonGi. Lo rojo que me pondría, porque solamente con estar a su lado mis mejillas ardían, no me imaginaba que pasaría cuando me confesara, ¿A él le gustarán los tomates? 

Pasadas las horas que correspondían para salir de la escuela, fui directo hacía donde Tae, el me estaba esperando en la salida, ya que me tuve que quedar unos 10 minutos recibiendo un sermón del profesor por estar tan distraído.

— ¡Bien!  Sabes que estaré en casa. Puedes pasar directamente luego de que te declares. ¡Debes contarme absolutamente todo! Ya quiero ver cuando se tomen de la mano.— Por un momento creí que el estaba más emocionado que yo, me mostró esa sonrisa cuadrada que tanto lo caracterizaba. Era pegadiza, así que también sonreí mostrando mis dientes de conejo, me despedí de él con un choque de manos que habíamos inventado hace un par de meses, ahora solo debía ir a la cafetería donde estaría mi Hyung, que gracias a dios estaba a unas cuantas cuadras, el siempre iba todos los días de semana. Tomaba un café amargo y comía unas cuantas galletas de vainilla. Siempre lo observaba hacerlo.  .  .se veía tan lindo. ¡Espera!  Ahora me doy cuenta que parezco un acosador. Espero que no se diera cuenta que me quedaba observándolo todos los días.

Quedaba solamente una cuadra, inflé mi pecho. Estaba llendo de determinación. Comencé a caminar con un paso apresurado, cuando por fin llegué, lo primero que hice fue calmarme, ya me había sonrojado y eso que ni siquiera lo había visto, pues estaba mirando al suelo mientras susurraba palabras de apoyo. Cuando levanté la mirada pude ver a mi Hyung, estaba tan lindo como siempre.  .  .su cabello color menta me tenía loco, pero no estaba solo.  .  .ahí estaba el pelinaranjo que siempre odié. JiMin. YoonGi tenía apoyada la cabeza en el hombro de este y sonreía como un tonto. Tuve que desaparecer en ese momento. Pero como soy un idiota me quedé observando ¡Ahora JiMin estaba dandole de comer una galleta y tomaba su mano!  ¡Y mi Hyung aceptó!  Mi pecho dolía como nunca, mis ojos se llenaron de lágrimas al instante y salí corriendo, no quería seguir viendo.  .  .solo quería ir con Tae, no iba ni a la mitad del camino y ya estaba llorando. Debía verme como un bebé, pero solo pensar que YoonGi estaría saliendo con él.  .  .me dolía y mucho, cuando por fin llegué a casa de mi mejor amigo, me recibió con una sonrisa, pero rápidamente cambió a una expresión de preocupación al verme llorando, me lancé a sus brazos y seguí sollozando, el solo acariciaba mi cabello con sus largos dedos.

— Kookie.  .  .¿quieres decirme qué paso? — lo vi sonreír levemente, pero aún así no correspondí a la sonrisa. Me sentía demasiado mal para hacerlo. Luego de unos 15 minutos más así, me calmé lo suficiente como para poder hablar. — É-Él y JiMin estaban juntos, estaban muy f-felices. Y-Y luego.  .  .JiMin le dió d-de comer una g-galleta mientras t-tomaba su mano, y.  .  .Y-YoonGi la aceptó, t-también tomar su mano.  .  .m-maldición.— me ahogué nuevamente en sollozos y lágrimas, mientras más lo recordaba más ganas de llorar tenía. Tae me miró con tristeza y volvió a abrazarme. Susurrándome que todo estaría bien y qué él era un simple idiota que no se daba cuenta al chico que tenía en frente. Llamé a mi madre para decirle que me quedaría en casa de Tae. Hoy era Viernes y quería pasar todo el fin de semana junto a él comiendo helado o jugando videojuegos, así  me distraería.

Hyung. [ YoonKook ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora