Lo que pensé un día.

Ela era como el hogar

El tenia un corazón de piedra.

Ella era dulce , tierna , hermosa... perfecta.

El la conoció , Ella se enamoró de el ; El aprendió a querer.

El empezó a sentir algo por ella , y comenzó a pensar que ella estaría , de cualquier manera , siempre para el .

Pensar , que ella siempre estaría , como el hogar .
El imaginó que ella era como su casa , como su hogar .
El dueño puede visitar otros sitios , dormir en otros lugares, pero su casa , siempre estaría ahí para el .
Según el , ella siempre estaría ahí.
Según el , ella jamás se iría.
Según el , ella jamás lo abandonaría.  O eso fue lo que el pensó , pero las cosas no eran así. Estaba equivocado .

Le falló la primera vez.
Le falló la segunda vez.
Le falló por tercera vez... pero esta vez algo era diferente , y había una lección que aprender .

Si no abandonas tu casa , estará siempre ahí.
Si no abandonas a Ela , estará siempre para ti.

En ese caso,  las casas y Ela tenían algo en común ; Si las abandonas , dejarán de ser para ti.