Adiós

1 0 0
                                    

Una noche oscura y helada, descubrí algo importante. Noté que ya no te consideraba mi mejor amiga.
Creo que tardé mucho. Tú no te referías a mí como tu amiga desde hace tiempo y yo no me había dado cuenta.
Quizás lo sabía y no quise creerlo.

Creo que confiaba en que nuestra dañada relación podía arreglarse si queríamos. No asumí que ya no te interesaba.

Y hoy es a mí a quien ya no le importa intentar.

Por cuatro años fuiste la persona a la que contaba todo. TODO.
Y pese a los problemas seguíamos unidas, una junto a la otra.
Éramos nosotras contra el mundo.
Quizás sobrevaloré nuestra relación. Eso me pasa. Y me disculpo por eso. No debiste cargar con mi confianza en la amistad.

Hoy soy la que sufre las consecuencias de nuestros actos.

Me gustaría saber qué piensas, qué sientes. Aunque no sé si debería saberlo. Tal vez eso no me ayude.
Sólo me aliviaría conocer el por qué. ¿Por qué decidiste que no seríamos más amigas? ¿Por qué no me preguntaste? ¿Por qué ellas y no yo?

Espero, sinceramente, que ellas te den lo que deseas. Me apena escuchar que a veces se pelean. Aunque eso ya no es de mi incumbencia, pues tú las elegiste a ellas.
Espero que no te arrepientas.
Yo no lo hago. Me diste la oportunidad de valorar a las dos grandes amigas que hoy tengo a mi lado.
Gracias por enseñarme que no debo dejarlas ir. Porque valen la pena.

Gracias por los años de amistad.
Gracias por permitirme conocerme y valorar a quienes tengo.
Gracias.
Te deseo lo mejor.

Busca amigas que te den mucho más que lo que yo te di.
Y dales más de lo que me diste.
Aprende que las relaciones son de dos.

Hoy puedo dejarte ir, definitivamente. Sin arrepentimientos ni culpa.

Adiós.

ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora