Capítulo 1.

30.4K 2.7K 1.2K
                                    

Horas antes...

6:21 pm

Louis veía desde el enorme sillón de la sala como sus padres bajaban por las escaleras vestidos muy elegantes. Su madre con un hermoso vestido blanco y el cabello recogido y su padre con un esmoquin azul marino. Ambos muy sonrientes.

"Louis, amor" Su madre lo llamo con una sonrisa "Recuerda cuidar a Fizzy, ahora está durmiendo pero sabes que no le gusta estar sola mucho tiempo cuando despierta"

"No te preocupes mamá, estaré al pendiente de ella" Decía el castaño acercándose hasta ellos. "¿Van a casa de la abuela?"

"Así es hijo, dará una cena para los ejecutivos de la empresa" Mark le dio una palmada en el hombro mientras Louis lo único que podía hacer era asentir contento "Volveremos algo tarde, no nos esperen despiertos"

Johanna y Mark Tomlinson eran padres de un hermoso omega Louis, un jovencito a días de cumplir dieciséis años, era de estatura promedio, ni muy bajito pero tampoco era alto, tenía cabellos lacios y castaños, de cuerpo delgado sin mucho músculo, un par de océanos por ojos, y bueno también era delicado.

Hace cinco meses y dos días que la familia de Louis sabían que pertenecía al género de los omegas, lo aceptaron bien y con calma, no era como que se tendría que armar una revolución, eran sus padres y ellos lo amaban tal y como era.

El instinto maternal de Jay lo sabía desde muy chico que su pequeño Louis sería omega, a ella no le molestaba en absoluto amaba a su hijo sea el género que sea y Mark no se quedaba atrás. Era muy sobre protector con Louis. Mark se llenaba de orgullo al momento de sentir ese aroma que su hermoso hijo desprendía, una sensación de un pastel de chocolate o caramelo recién horneado. Sabia que muchos alfas de cualquier tipo -vagos, pubertos, ancianos- y demás andarían detrás de tu hijo al sentir tan provocador aroma, no quería que su hijo se emparejará pronto entonces decidió junto con su omega Johanna darle los mejores supresiones y disminuir su olor dejándolo neutral nuevamente, dejando en completo anonimato su género a todos.

Se despidieron de su hijo y emprendieron camino a casa de la madre de Mark.

♦️♥️♦️

Al ver a sus padres salir, apagó la televisión ende la sala y se encaminó al cuarto de su hermanita Felicité o Fizzy como le decían de cariño.

Fizzy era una hermosa niña de 11 años. Tenía los más lindos cabellos lacios y castaños claros que podían existir, tenía los ojos igual a los de su madre, pardos y grandes. La niña era una completa dulzura y por supuesto Louis la amaba muchísimo.

Al llegar al cuarto de su pequeña hermanita tocó la puerta tres veces, sin recibir ningún tipo de respuesta, decidió abrir y está estaba dormida. Envuelta en sus sábanas rosadas con pequeños castillos y coronitas de princesas impresos. Se acercó y le dio un pequeño beso en la frente y se dispuso a salir nuevamente en total silencio.

Se encaminó a su habitación y se recostó en su amplia cama, no tenía nada que hacer, en la televisión estaban pasando pura basura, el último libro que le quedaba lo había terminado está mañana, definitivamente tendría que ir a la librería por más mañana, eso de no tener nada que hacer en fin de semana era demasiado aburrido.

Estaba a días de cumplir dieciséis años, y tan solo a unas dos semanas como mucho de que su segundo celo llegará, estaba agradecido con su padre por haberle comprado esos supresores, con ellos no sentía tanto dolor, era verdad su olor disminuyó mucho pero eso no era ningún problema. Aún no estaba listo para emparejarse con alguien y tampoco conocía a algún alfa que le llamara la atención. Solo sus padres y su hermanita sabían sobre el ser omega. Sus padres no habían comentado nada al respecto por privacidad, sabían que una vez al dar a conocer la noticia empezarían a llegarle ofertas de sus amigos que tenían hijos alfas para que sus hijos se conozcan solo para formas alianzas laborales y en definitiva Mark no quería eso.

Fértil. ||LarryStylinson|| Omegaverse ~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora