Suicidas ·r.d.g.·

Suicidas

El no dijo nada, solo se dedico a mirarme. Su mirada mostraba mucho dolor -pero no tanto como la mía-  y sufrimiento. No se porque se debe a tal tristeza que esconde.

—En ese caso quiero pasar mis últimos momentos con la chica que amo.— Sonrió un poco triste, lo que hizo que dentro de mi, mi corazón hecho trizas de a poco fuera uniendo sus piezas.

—Y si yo no quiero pasar mis últimos momentos con el chico que destrozo mi corazón?— hable sin pensar. Pero cuando repetí aquellas palabras en mi cabeza me hicieron comprender que eso le había dolido mucho. Ya que su expresión lo mostraba.

—Entonces déjame estar con la chica que le rompí él corazón... Por favor... — Susurro con los ojos aguados. No podía más, lo odiaba como a nadie, pero también lo amaba como si mi vida dependiera de ello. Cerré mis ojos fuertemente y sin pensarlo mas veces lo abrace.

Sentir su cuerpo entre mis brazos era una sensación que anhelaba desde hace ya mucho tiempo, escuchar su corazón mientras escondía mi cabeza en su pecho, o cuando el escondía su cabeza en mi cuello cuando estaba triste.

Al estar abrazada a el, no se movió. Lo sentí tenso pero minutos después correspondió mi abrazo escondiendo su cabeza en mi cuello. Mi cabeza quedo en su hombro donde mis lágrimas aun salían. Mi cuello y parte de mi hombro estaba mojado, producto de las lágrima de Ruben. Estaba enojada con el, pero eso no quitaba que era el chico que se robo mi corazón, aunque lo haya roto, aun era mi chico en las rotas piezas que un día era mi corazón lleno de amor. 

Aunque el este aquí conmigo, y que el aun me siga amando, eso no sana el dolor que dentro. Mi plan de suicidio aun esta en pie y no lo dejare solo porque el volvió. No caeré a sus pies nuevamente.

Los minutos iban pasando, haciendo que ya solo falte hora y media para mi final. Lentamente me separe de Ruben quien con los ojos rojos y mejillas mojadas me miraba con extrema tristeza.

  — No dejare mi plan de suicidio Ruben. —  Respondí. No era necesario ser adivina para saber que el diría eso.

  — Porque... Porque lo haces.... — Su voz rota y en hilo de ella, me hizo apartar la mirada de sus ojos y solo dedicarme a mirar el piso.— Ya estoy aquí contigo _____, no me iré nunca mas de tu lado lo prometo, pero por favor, no cometas el acto del suicidio, te lo pido. 

  — Que es lo que te hace estar con vida? — Pregunte ignorando lo que acaba de decir.— Digo, ¿Quien o que es lo que te mantiene aun aquí y querer vivir tus días hasta el final?

  — Sin pensarlo eres tu 

  — Entonces piensa bien porque yo moriré ahora 

  — Solo tu... Eres lo único que no se ha ido de este mundo

 —¿A que te refieres?— Pregunte sin entender sus palabras.— Tienes a tu madre, a tu hermanita, y a Hector, tienes una familia que te quiere y que de seguro te espera en casa... No como a mi...— Lo ultimo lo susurre dando un suspiro. 

  — Hace cinco años murieron en un accidente automovilístico... Yo fui el único que salio vivo de ese accidente... No sabes lo duro que es perder a tus padres y luego ir a ver a tu hermanita y que lo ultimo que le dijiste fue: Te odio, por tu culpa mis padres murieron.— Tape mi boca con ambas manos mientras mis lagrimas volvían a salir provocado poca visibilidad y un ardor en mis ojos. 

  — Ruben... Lo siento tanto... — Le volví a abrazar con fuerza mientras me movía ya que su llanto y su acelerada respiración me movían un poco. Llore con el, amaba a su familia, siempre que no quería estar en casa ellos me acogían, eran como mi segunda familia... Ademas de que amaba a su hermanita, ella era como una hermana para mi.