Aquella noche era fría y oscura; se sentía en el aire que algo terrible estaba por ocurrir.
Ambos padres yacían plácidamente dormidos , y como no;si después de la golpiza que le dieron a su hija quedaron exhaustos. A pesar de sus escasos 7 años, se ha dado cuenta que no vale la pena llorar delante de nadie, o te juzgarán débil e indefensa. Cansada de los abusos por parte de sus progenitores, decidió acabar con todo. No con su vida ya que para ella era muy valiosa, no, acabaría con aquellos dos monstruos que la hicieron ser así. Limpió las lágrimas que escurrían por sus mejillas y se encaminó a la cocina; tomo ese cuchillo, con el que tantas veces había "jugado" con los animales de su patio trasero. Lo observo durante largos minutos a la luz de la luna que entraba por la ventana, decidida lo tomo duramente por el mango y a paso firme se dirigió a la alcoba de sus padres.
En el camino recordó cuantas vences ese par le había hecho daño, su padre la golpeaba y abusaba sexualmente de ella, su madre no hacia nada por evitarlo y cada vez que se echaba un cigarro a la boca la usaba a ella como cenicero. Esos ojos negros irradiaban furia y maldad a raudales, brillaban con la mirada de un asesino y lo que la completaba era esa sonrisa, la que solo experimentas al sentir ese poder. Se sentía invencible y con el poder de hacer todo lo que se propusiera... Lo logró.
La primera fue ella, aquella mujer que a pesar de haberla parido disfrutaba hacerle sufrir, primero le corto la garganta para que no gritara y despertara al hombre que se encontraba a su lado. La mujer contemplo hasta su último aliento a aquella criatura que parecía salida del mismo infierno, le daba puñaladas hasta donde sus manos alcanzaban. La sangre era hermosa , de un intenso color rojo que recorría sus pequeñas manos y todo el cuerpo de su madre. Cuando se dio cuenta de que esos horribles ojos ya no tenían vida , decidió seguir con el hombre que tantos años de sufrimiento le dio.
El hombre se levanto al sentir un dolor punzante en su entrepierna, jamas llego a imaginar que aquella niña de ojos y cabello mas negro que la noche misma y a la cual disfrutaba hacerla sufrir, le estaba cortando el miembro.
De nada sirvieron los gritos que profería, por mas que intentaba quitar a la niña, no podía. La infanta decidida a hacerlo callar le corto la garganta y así continuó, destajando poco a poco a ese ser inmundo. Sus gritos de agonía y misericordia eran ahogados por el gorgoteo de la sangre, hasta que al fin esos ojos que llevaban a un alma oscura quedaron sin vida.
Decidida a no ser descubierta se cambio sus ropas y se dio una ducha y claro ese hermoso cuchillo lo limpio y guardo. Y al fin pudo dormir en paz. Los vecinos alertaron a la policía acerca de ruidos extraños en esa casa. Al entrar no daban crédito a sus ojos, la escena era... macabra. Todo absolutamente todo estaba lleno de sangre, pronto llegaron los médicos forenses que recogieron ambos cuerpos. Los oficiales encontraron a una pequeña que dormía en su cama, ajena a la situación. Jamas se halló al culpable y todos sin saber que aquella criatura había cometido ese atroz crimen. Fingió durante un tiempo, hasta que se calmaron las cosas; lloraba desconsoladamente ,pero por dentro festejaba de haber terminado con todo su sufrimiento. Fue acogida en varios hogares pero en ninguno se quedó mucho tiempo. Descubrió lo que mas añoraba, lo que la hacia feliz, para lo que era buena: matar.
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Diario de una asesina.
Misterio / Suspenso¿Me conoces? No. Tienes suerte. Mi nombre no lo sabrás, mi rostro será la última cosa que veas antes de morir. Me encuentro en tus peores pesadillas, jamás te fíes de mí. ¿Quieres saber quién soy? Soy una asesina, la mejor si se me permite decirlo...