Kise.
Desde el día en el que llegaron los agentes de seguridad a mitad de mi sesión de fotos, solo pasaba por mi mente una cosa, Aominecchi; después de escuchar las indicaciones para protegernos y tomar nuestras debidas precauciones ante el ataque del virus, mis pensamientos solo pedían por estar protegido en los fuertes brazos del moreno.
En el transcurso de mi regreso al departamento, todo parecía tan caótico, gente despidiéndose, llorando, gritando, diciendo sus últimas palabras, algunos corrían de un lado a otro tras saber la noticia, saqueos y lo más triste gente tratando de suicidarse, al saber que cada minuto de su tiempo era un atesorado momento o el simple hecho de haber contraído la enfermedad; cada que veía una de esas escenas mis sentimientos por querer ver Aominecchi aumentaban, el solo saber que está expuesto ahí afuera para proteger a otros, hacen que mis ansias de correr a verlo se intensifiquen.
Ya no puedo más estoy al punto de las lágrimas y solo ruego porque no contagie el virus.
Llego al departamento, está vacío, Aominecchi aún no llega a casa, trato de llamar a su celular... No contesta, mejor le envió un mensaje.
Voy a la cocina para prepararme un té, vuelvo a mirar mi pecho, hasta ahora sigo siendo normal; esto se está volviendo una psicosis. Tomo la taza me siento en el sillón prendo la tele para calmarme o por lo menos saber lo que está pasando.
Por momento dejo la taza casi vacía de té en la mesita de noche, siento mis ojos pesados después de haber llorado un largo rato, me recuesto en el sillón, nuevamente vuelvo a abrir mi celular en busca de algún mensaje.
Y nada...
-Aominecchi, ¿Dónde estás?- es lo último que logro decir antes de quedar profundamente dormido.
...
En eso tocan la puerta, y yo solo salgo corriendo con la esperanza de ver su rostro.
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Aomine
Desde que salió la noticia, no he parado de trabajar, al parecer toda la gente se ha vuelto loca, al saber que no existe cura para esta enfermedad espeluznante. Como quisiera botar todo y volver a casa para encontrarme con Kise, estoy preocupado por él, no sé cómo esta y en donde está en este momento y espero que no esté en medio de este caos.
...
Ya casi termina el día y parece que no termina este terrible desastre de humanidad. Dan exactamente las 12 de la noche, mis compañeros y yo ya no podemos más.
El jefe de la policía por medio de los radios, nos dice que podemos retirarnos, no antes de decir estas últimas palabra "Chicos, siempre recuerde que la vida es muy difícil y más en estos momentos, donde la vida ya solo nos da solo 24 hrs de esperanza; así que váyanse, hagan lo que más aman hacer antes de que sea tarde." Después de eso todos quedamos en silencio, solo nos miramos y cada quien tomo camino; sabíamos que ya era demasiado tarde para nuestro jefe.
No quiero que sea demasiado tarde para mí, así que salí corriendo lo más rápido que podía para ver el hermoso rostro de mi querido Kise.
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Kise
Al abrir la puerta estuve a punto de abalanzarme con mis brazos abiertos bien abiertos, pero algo me detuvo.
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Encantados
FanfictionAnte las temibles circunstancias del ataque mundial de un virus aparentemente mortal. Este podría ser la historia de como se salvo la humanidad ante este acontecimiento o simplemente la historia de un héroe que busca proteger a su familia para llega...