Parte 2 - Nuevos juguetes...

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-Narra 4-X-S-4.-

Después de unos momentos de mi descanso, pude levantarme y dirigirme a la salida de aquel callejón, pero unos.. "Compañeros", alentaron mi paso.

- ¿Que haces por aquí tan tarde, compadre? - Decia uno de los 4 hombres, mirándome con una cara psicópata, simplemente entretenido.

- Descansa, yo me encargo de esto. - Decia el mayor de ellos, pelo blanco, regordete, ojos cafes y una mirada de buena persona llevando un traje elegante blanco, mientras es acercaba ami.

Los demás salieron del callejón, asegurando la salida, probablemente para que no escape.

-Muy buenas tardes, joven. - Decia el hombre.

- Aja... ¿Quien es usted?

- Mi nombre es el Capitán Robert Alrett - Decia el sujeto con entusiasmo.

- . . .

- ¿No sabes quien diablos soy no?

- Ni idea. - Le respondí.

- Yo lidero una gran pandilla se sabandijas que probablemente sabrás, son llamadas "Ladrones." - Me contaba el hombre, mientras daba vueltas alrededor mio.

- ¿Y porque te llamas capitán? - Le dije sin expresión alguna en mi rostro.

- Oh, es por un viejo bote de mi padre estacionado en la esquina del lago. - Decia el hombre, deteniéndose frente ami y señalando el lago del parque de enfrente.

- ¿Se supone que debo reírme o almenos mostrar algún sentimiento? - Le dije serio.

- No necesariamente pero... si quieres.

- . . . Ja . . .

- Que rarito.. enfin, quería preguntar si serias tan amable de vaciar tus bolsillos... ¡porque esto es un robo!

El hombre regordete, saco una pistola de su bolsillo izquierdo, probablemente intento amenazarme con matarme.. pero.. ya deje el miedo hace tiempo atrás.

Me acerque a el con una mirada seria y llena de odio en mi rostro, el hombre se vería afectado a esto sudando como un hombre en maratón.

- A-Alto!, ¡Detente hombrecillo, lo digo enserio! - Decia el hombre, como dije antes.. sudando y temblando.

Pude llegar frente a frente con el sujeto y con delicadeza, tomar su arma y apuntar a su frente.

- Serias tan amable de vaciar tus bolsillos, esto es un robo. - Dije con una mirada seria y un tono sarcástico pero a la ves atemorizante, sin dejar de apuntar el arma en su frente.

El hombre asustado, llamo a 2 de sus guardias.

- Ok, rarito... baja a nuestro jefe en este instante! - Decia uno de los 2 hombres que vinieron, apuntándome.

Visualice con mi mirada un posible punto débil de mis oponentes y fingí rendirme, tirando el arma al suelo y levantando mis manos hacia el cielo.

- Eso es... las manos arriba, rarito.. - Decia de nuevo el regordete tomando el arma y apuntándome, ya son 3 contando este.

- Solo el cobarde usa armas. - Dije.

Los hombres empezaron a reirse y aprovechando la oportunidad, con mis 2 manos flexionadas, pude bajarlas con extrema velocidad y fuerza hacia los cuellos de los sujetos a mis lados rompiendo su nervio y dejándolos inconscientes.

Luego de esto, me acerque al hombre regordete, mirándolo seriamente de nuevo, el mismo disparo y antes del impacto pude atrapar la bala en el aire.

Dos mundos, un solo ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora