[Capítulo 1]

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–Narradora–

Era un día muy frío y un poco nublado. Aún se encontraban en España, disfrutando el clima y los lugares turísticos antes de regresar a Japón.

Yuuri un joven de pelos azabaches tenía un rostro agotado; ojeras muy notorias y sus labios resecos. A su lado, su entrenador y competidor, de cabellos plateados y mejor aspecto que el japonés,  Viktor.

—Yuuri~– canturreo el ruso mirando a el joven japonés con cariño.

Pero, ¿Cómo no amarlo? Yuuri a los ojos de Viktor era perfectamente divino.

—Viktor– suspiró y se echó el pelo para atrás. Tenía que hacerse un corte de pelo urgente.

Estaba largo, lo primero que haría sería cortarse el pelo en algún lugar de España.

Viktor por su parte, lo abrazó por la cintura dándole un beso en su mejilla.

Normalmente todos los días eran iguales, Viktor siempre andaba de cariñoso con Yuuri, y Yuuri siempre se dejaba hacer.

Pero esta vez. Algo fue diferente.

Vi-Viktor...hoy no– alejó al ruso suavemente de él, no se sentía bien.

Estaba extraño y más callado de costumbre, y, es que hace unos días estaba en mal estado, solo pasaron días después de que Yuuri pasara en segundo lugar después de Yurio.

Sus síntomas eran cada vez peores, los vómitos que tenía eran cada vez más, se sentía miserable, temía vomitarle a Víktor encima, creía que era por los nervios, la ansiedad, el estrés que causaba tanta presión el patinaje artístico.

—¿Yuuri estas bien?– su novio estaba preocupado por él.

Viktor sabía que Yuuri pensaba que no se daba cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor, pero, estaba totalmente equivocado. Viktor estaba más informado del tema que Yuuri.

Estaba sospechando muchas cosas, y por eso le había suplicado a Yuuri ir a un médico. Su amado novio se había negado tantas veces, que él mismo le sacó cita en España días atrás por vía internet. Yuuri estaba dando muchas evidencias de un embarazo. Y Viktor quería quitarse las dudas. No quería seguir así. No quería ilusionarse, pero era más que obvio.

Ya te dije que estoy bien– bufó un poco exasperado.

Viktor seguía con lo de ir al médico, pero, ya estaba cansado, no tenía nada más que nervios y algo que le había caído mal. Tal ves podía incluso estar intoxicado. Por eso estuvo tomando mucho té, y trozos de pan remojado. Ya que, los vómitos se hicieron constantes cada vez que comía algo no ligero.

Viktor lo vió con una mirada deprimida, su Yuuri estaba mal y no quería ir a revisarse. Tenía miedo de que le pasara o tuviera algo mal.

—Yuuri, hoy te llevaré a un lugar...muy hermoso, ¿Qué dices?– preguntó, sabiendo que el hospital no era nada hermoso.

—Esta bien, Vitya- suspiró, intentado calmar las ganas del ruso por animarle.

Nada podría salir mal, ¿O si? 



_Gracias por leer :3, son capítulos cortos xd así que :,3 pronto el segundo capitulo. Bai. Bai. 

Corazón por la Mitad [Viktuuri] #AwardsoniceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora