All For A Handler

Capitulo 02

—No podía dormirme y necesitaba hablar con alguien, no se me ocurrio otra persona—Me dijo con un aire cansado.

—¿Y cómo sabes donde vivo?¿Cómo entraste aquí?—Pregunté tranquilo

—Le pregunte a Chad dónde vivías y el encargado del edificio me dejó entrar al decirle que era amiga tuya y quería darte una sorpresa

—¿No había otra persona para que hables? Recién nos conocemos—No quería que pensara que no podía hablar conmigo, es solo que recién nos conocemos y lo máximo que se de ella es dónde vive, y que su nombre es Alison

—De hecho no, no tenía otra persona, soy nueva en la ciudad, llegué hace un mes y no hice muchos amigos que digamos—Agachó la cabeza al terminar de decir eso

—Yo llegué hoy, bienvenida al club—Le digo abriendo los brazos, ella me mira y sonrie—¿Quieres algo de tomar? Tengo cerveza, cerveza y agua de la canilla si así lo prefieres

Ella ríe—En realidad quería ir a otro lugar—Y me sonríe

—Chica atrevida...—Le sonrío seductoramente

—No lo que piensas idiota, me refería a un bar—Dice mientras me empuja suavemente

—A eso es a lo que me refería, ¿de qué hablas?—Sonrío y me rasco la nuca

—Claro, si—Dice y empezamos a caminar hasta el ascensor, luego de salir nos subimos a mi auto y nos encaminamos al bar que ella me dijo.

....

Aparque donde había lugar, tenía una fachada de ser de esos bares que estan en el medio de la nada, casi escondido entre árboles, un aire rústico y antiguo al tener todo de madera.

Una vez adentro de éste, nos sentamos en una mesa vacía, y nos encontrábamos enfrentados el uno al otro—Suéltalo—Le digo de golpe, quería saber que era lo que necesitaba hablar conmigo.

—¿Sabes? Eres demasiado impaciente, ni siquiera puedes esperar a que pidamos algún trago—Dice riéndo, algo me dice que evita el tema, así que la miro con cara de pocos amigos y ella entiende a la perfección que queria que dejara de hacer lo que hacía. Se acomoda en la silla y se aclara la garganta—Yo... yo quería preguntarte si querías acompañarme a un lugar conmigo...

—Depende—Conteste con una sonrisa arrogante. Justo en ese preciso momento una chica con muy poca ropa, de pelo color negro que traía en una coleta alta y mascaba chicle, se nos acerca, sonrie al verme y nos pregunta que pediremos de tomar. Ordenamos dos cervezas que no tardaron tanto en llegar.

—El miércoles habrá una fiesta y quería saber si querías ir conmigo

—¿Entraste a mi casa a quien sabe que hora, estuviste esperándome y todo para decirme que vaya a una fiesta contigo?—Le digo en un tono... ¿ingenuo? Era exactamente lo que iba a decirle

—Yo...—Trató de explicarse

—Sabes, de veras esto es acoso, yo pensaba preguntarte lo mismo, espero no me estes siguiendo o algo por el estilo

—¿Vienes conmigo o no?—Pregunta desafiante

—Cuando llegue a casa tendré que ver si no has dejado alguna cámara o micrófono, ¿Quién sabe?—Terminamos nuestras cervezas y continuamos hablando.

—Todavía no respondes mi pregunta—Se cruza de brazos—Y no puse micrófonos o cámaras, no eres el centro de la tierra

—Iré contigo—Digo y ella sonríe—Pero con una condición—Su sonrisa se borra de inmediato—Debes hacer mis tareas el resto del semestre, eso o limpiar mi casa.

—Aguarda, ¿Qué?—Preguntó casi gritando, acto seguido coloca sus brazos sobre la mesa, dejando en medio su vaso vacío—Ni pienses que limpiaré tu casa, ni modo, de todas formas no quería ir a la fiesta—Toma su chaqueta y se para de la silla, cuando pasa por mi lado la tomo del brazo y la detengo

—Iré—Le digo mientras me levantaba de mi silla, dejando dinero sobre la mesa.

—Eso imaginé—Respondió con aire de superioridad mientras seguía caminando hacia la puerta de salida

-Pero no dijiste que no sobre las tareas...

Caminé tras de ella por el bar y nos subimos a mi auto

—¿Por qué?—Le pregunté ni bien nos acomodamos cada uno en sus respectivos lugares

—¿Por qué, qué?

—¿Por qué preguntarme si quería ir contigo a una fiesta el miércoles a mitad de la noche y no mañana en la Universidad?

—Por que seguro para cuando llegara a la Universidad, ya habrias tenido propuestas de miles de chicas y acuerdate mi querido amigo que la única persona con la que me hablo por ahora, eres tú—Me contestó mientras bajaba su ventanilla y dejaba que entrara aire—No quería llegar sola a la fiesta como toda antisocial

Me limité a no contestar, solo asenti para que sepa que le he entendido. Todo el camino estuvimos en silencio, cada tanto ella miraba su teléfono y luego a la ventana.
Aparco en el garage del edificio en el cual vivo.

Oigo una voz femenina carraspear seguido de un—Disculpa, pero ¿Qué hacemos aquí?—Su rostro reflejaba confusión sin duda alguna

—Llego a mi casa ¿Por qué preguntas?—Acomodaba mi chaqueta de cuero negra y seguía caminando directo a la planta principal para poder tomar el ascensor

—Y dormire contigo o ¿Qué?—pregunta incrédula, mientras aceleraba el paso para llegar hasta mi lado

—Tu viniste aquí a buscarme, tu te irás por tus propios medios—Sigo caminando, justo cuando estoy por cruzar la puerta que separa el garage de todo el edificio, noto por el rabillo del ojo que se acerca y espero a que diga algo, pero en ese momento sigue su camino y se marcha sin decir una palabra.

Tomo el ascensor y presiono el boton del piso 15, tardé tan solo unos minutos en llegar. Camino hasta la última puerta que tiene en el medio una letra 'B' color dorado que sobresale del color madera de la puerta.

Una vez en casa, quito mi chaqueta, seguido la camiseta, cierro con llave el apartamento y me dirijo a mi habitación.
Quito la última prenda de ropa que me queda quedando sólo en boxer y me acuesto en mi reconfortante cama. De veras extrañaba esto, un colchón cómodo, seis años durmiendo sobre un pedazo de colchón en el que a penas acostarte se sentía la madera que va debajo de la cama y sostiene al colchón. Seis años viviendo en la miseria...

Comienzo a comparar cada cosa de mi casa con las cosas que había en mi celda, y mi mente se llena de pensamientos haciendo que mis ojos se cierren involuntariamente provocando que me duerma.