Capítulo cuatro: Asecho

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—¡RUBIA! —Se puede oír una voz gruesa de parte del chofér del auto.

—Frederick, ten cuidado. —Susurra Chloe a su novio.

—¡Es ella! —Se oye una voz fémina proveniente del vehículo—.

Chloe saca de su cartera rápidamente dos pañoletas, una verde y otra amarilla, le dá una a Frederick y se hace señas para que se la colóque. Chloe, lo mira con la boca y narís tapáda con su pañoleta asintiendo con la cabeza. Deja el bolso femenino el suelo.

Del vehículo salen cuatro personas, estas tenían camisas del mismo color negras llebavan máscaras de Jockey, y pantalones azules jeans. Estos tenían cuchillos de combate.

—¿Así que vienes con tu noviesito? Jeje, esto va a ser mas divertido... -Insulta un hombre que se coloca en guardia con su cuchillo al frente.

Uno de los sicarios corre y se abalanza sobre Chloe, lo esquiva y casca un puñetazo en el estómago dejandolo en el suelo; Frederick atiza una patada a otro hombre que intentaba envestirlo, y lo golpea en la máscara rompiendosela al igual que los nudillos de su puño.

—¡Sacalas Eujenia! —Grita el hombre con con la mascara rota mientras golpea en el pié a Frederick haciendolo caer.

El sicario se levanta rápidamente e intenta apuñalarlo, pero Frederick gira esquivado la hoja metálica; rápidamente se levanta y le da una patada al hombre dejandolo arrodillado, lo agarra del cuello de la camisa sudada.

—¡¿Quienes son ustedes?! —Sonaba la voz de Frederick bajo la pañoleta verde atada en la cara.

—Luego te lo explico —Responde Chloe luego de haber noqueado al hombre que quedeba en el suelo.

Chloe nota ver tras el destello de los faros del vehículo a las sicarias restantes, sostenían armas de fuego. Los ojos de los dos se volvieron de rojos.

Sonidos de disparos suenan en la solitaria calle, el sicario de la mascara rota fue impactado en la espalda por algunas balas, Frederick se cubría tras él. Chloe corre en la lluvia de balas al borde de la calle y salta, pero una bala le impacta en el pié haciendola caer.

Frederick coje el cuchillo que quedó en el suelo mientras suena el cartucho vacío de las dos armas, y corre a la mujer enmascarada que disparaba a Chloe. Le apuñala el revolver haciendolo caer al suelo, de atiza cun codazo en la cara a la mujer y cae noqueada. La otra mujer queda mirando a Frederick temblando.

Sirenas suenan a lo lejos, y Frederick corre hacia Chloe, que yase acostada en la húmeda calle.

Rápidamente, Frederick agarra la cartera, coje a Chloe, salta y desaparecen de la calle. Frederick corre en los tejados por unos segundos, y suelta con delicadeza a Chloe y su bolso.

—¿Estas bien Chloe? —Habla Frederick preocupado por sendo agujero en el pié de su novia.

—Si, ¿Soy una ghoul lo recuerdas? —Dice Chloe mientras se quita la sandalia. Saca una botellita con algo de crema de su bolso, lo hunta; el proceso de socatrización avanza rápidamente dejando una costra roja.

—Wow, pense que no era tan exagerado ese proceso. —Comenta sorprendido Frederick.

—Bien, vamonos a mi casa. —Dice Chloe mientras se quita la pañoleta amarilla de su rostro, se coloca la sandalia. Frederick le intenta dar la pañoleta—. Quedatela, a lo mejor la necesitarás.

Frederick y Chloe caminan por el tejado de las casa, bajan tras finalizar el recorido de una manzana mientras se oye rechinar el vehículo en la otra calle intentando escapar de la policia. Siguen caminando por la ascera del conjunto recidencial. Despues de un rato caminando llegan a la casa de Chloe.

—Bueno, pasé una agradable noche. —Dice Frederick mientras intenta despedirce de élla—. Fué estupenda.

—Si.... —Sonrie Chloe mientras caminan a la puerta de la casa—. No te invito a pasar porque mis padres...

Se habre la puerta de madera de la casa, sale un hombre rubio parecido a Chloe, era su padre; tenía una pijama azul, ojos cafes y estaba de brasos cruzados mirando a Fredrick de mala manera.

—¿Chloe, se puede explicar porque tan tarde? —Pregunta amargadamente el padre de Chloe mintras abre más la puerta.

—Papá... Em... —Dice Chloe con la cara abajo—. Él es Frederick, es un... amigo, y tambien es un gh..

—No me interesa que sea un amigo tuyo. —Interviene el padre de Chloe mientras ignora la mano de Frederick que la estiende cordialmente—. Entra ya, tenemos que hablar...

—Si... Bueno Fredrick, nos vemos otro día. —Se despide Chloe mientras una sonrisa pícara sale de su rostro.

Chloe entra rápidamente a la casa, y el padre de Chloe mira descabelladamente a Frederick

—Gracias por traerla, pero élla se puede cuidar sola. —Anuncia el padre de Chloe en tono frío—. Ve a casa niño. ¿Acaso no tienes padres que se perocupen por tí?

—No señor, mis padres estan divosciados y me dejaron...—. En ese momento, el padre de Chloe cierra la puerta.

Frederick voltea y camina marchandoce del lugar, se detiene en la entrada del jardín delantero de la casa, sonrie al mirar la pañoleta que le dió Chloe.

Fredrick dá un paso para irse... Y en ese momento se oye un grito desgarrador, era Chloe. Se asombra, corre hacia la puerta abalanzandoce en ella y la derriba; observa algo que lo deja con la boca abierta: Chloe estaba ciendo llevada por unos hombres de camisa negra, la tenían en sus hombros. el padre de Chloe estaba en el sangriento suelo con una herida en su hombro. Uno de los hombres sacó de una mochila una pistola 9mm y lo apunta.

—Quedate ahí o te mato—. Dice el enmascarado hombre pistolero con voz ténue, apuntando a la cabeza a Frederick.

Con el corazón atragantado sabía que no se debería mover, la rabia por dentro era tal que la fuerza que apretaba uno de sus puños hacia romper sus artejos. Otro hombre camina hacia la ventana y la habre. Los tres, salan hacia ella y salen a la obscuridad corriendo por los tejados vecinos. Frederick no lo piensa dos veces y los sigue, saltamdo al mojado tejado vecino. El hombre pistolero que se ve a lo lejos, voltea apuntandolo y dispara el arma. Una bala perfora el etómago de Frederick, otra un pié y otra le pasa cortando por el sudado cabello. Un sonido seco de quiebre de huesos suena en el tejado, Frederick calló, la sangre de su estomago pintaba las ladrilladas tejas de carmesí; de reojo pudo ver a los hombre desaparecer en la niebla de la penumbra.

Pasaron algunos minutos y sus heridas, incluyendo la de la pierna, sanan. Frederick se levanta encorvado, mojado y con una sensación en sus ojos como si fueran canicas de plomo. Regresa por donde vino llegando a la ventana casa de Chloe. El hombre seguía en el suelo desmayado. Frederick se aserca agachandose.

—Señor... Levantese—. Dice Frderick mientras intenta reaccionarlo. Agarra su mano y toma su pulso, la sensación de sus latidos era normal. Frederick se levanta mirando la casa: Estaba muy ordenada, casi todo era de marmol. Caminó a la cosina, se dirigío ya abrió la nevera, se dio cuenta por el olor, que habian trozo de carne humana; tomó un vaso de agua fría. Se la llevó al hombre arrojandole el líquido en la cara. El padre de Chloe reaciona, empezando respirar y abre los ojos seguido de un pobre gemido.

—¿Eh?...— El señor mira pobremente a Frederick mientras se tapa el hombro con una mano, se levanta con ayuda de Frederick y se apolla en una pared sercana—. Debajo del mueble hay una maleta...— Dice de manera ténue el señor mientras aprieta los dientes y sierra los ojos con fueza.

Frederick se dirige a la sala y mueve un gran sofá de cuero marrón, debajo estaba el suelo de tablones de madera, miró atentamente y había un pequeño hueco en el suelo. Metío el dedo y levantó la divición, se podía ver un maletín de cuero negro. Se lo llevó al padre de Chloe, le hizo señas para que lo abriera. Dentro, había unas cuatro jeringas con un líquido tranparente, Frederick tomó una y acto seguido, la inyectó al señor en el brazo.

El padre de Chloe hace un quejido y se levanta de piés. Camina apollandose en la pared con ayuda de Frederick dirigiendose a una de las habitaciones, cada paso era mas rapido hasta tal punto que el señor caminaba encorvado. Dentro de la habitacion, el señor abrió un armario y husmeó dentro, sonó una pitido y del suelo habrió una sección de la cerámica. Había una escalerilla bajando y adentro había luz.

Sangrienta HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora