todo empezó tan rápido... se propago mas rápido que la enfermedad mas contagiosa del planeta, primero pueblos alejados, después ciudades, luego países y por ultimo, el mundo. Todos los científicos trataron de buscar una cura, cualquier avance serviría, pero todo fue en vano, lo que empezó matando a la población comenzó a transformarlos en seres no muertos con una sed de sangre insaciable, estaban idos por la ira, rápidamente los gobiernos mas poderosos del mundo empezaron a moverse para tratar de hallar una cura, inmersos por la desesperación implantaron la ley marcial en mas de 5 países y algunas regiones de latino américa y oriente, pánico en las ciudades, saqueos, violaciones, asesinatos, no se que nos destruía más, la enfermedad o nosotros mismos.
Por suerte estaba con mi hermana al momento de la catástrofe, nadie se veía venir nada como esto, incluso yo que estaba preparado para todo, esta vez no lo estaba. Lo recuerdo todo como si fuera ayer, solía salir todos los fines de semana con Priscilla al mismo centro comercial, solíamos comer un helado y hablar de cualquier cosa, así se la cosa mas estúpida del mundo, lográbamos encontrarle interés, ese día fui a recogerla.
llovía a cantaros esa tarde, había tenido una noche de fiesta el día anterior, así que tenia algo de resaca, pero eso no me impidió levantarme a ver a mi hermana, vivía solo, por lo que las responsabilidades que tenia se multiplicaron por mil así que decidí vestirme comer e irme, titubee un poco al momento de levantarme de la cama, me puse la camisa , los pantalones puse un trozo de pan en mi boca mientras encendía el televisor y ponía a hervir el agua para el café, las noticias estaban en todos los canales, parecía algo importante pero no le tome mucha atención y proseguí con el café, de lo poco que recuerdo que decía era que un virus se propago y había que tener cuidado, después del café salí de la casa cerrando la puerta con seguro y me dirigí a la parada de bus, donde mi hermana esperaba sentada escuchando música, al cabo de 5 minutos llego a la parada y estaba vacía, solo ella y yo estábamos ahí, ella se percato de mi presencia al momento que puse un pie sobre la acera de la parada, levanto la mirada y me sonrió y corrió a donde estaba y soltó un gran abrazo
-Tardaste mas de lo usual- Dijo Priscilla con un tono de voz relajado
-lo lamento, ayer me desvele mas de la cuenta, tu sabes
-no... no lo se- empezó a reír mientras se apartaba de mi y me tomaba de la mano para tomar asiento y esperar el bus, lo raro era que no aparecía ninguno pasaron 30 minutos y no paso ninguno.
-vaya, sera mejor que empecemos a caminar, o sino nunca te comerás el helado que te prometí
-Por supuesto que si, movámonos antes de que sea tarde
decidimos tomar el paso peatonal, pero lo raro es que nadie andaba por ahí, veía las casas y la gente estaba ocultándose o huyendo lo más rápido que podía, Priscilla comenzó a asustarse pero no perdió la calma, ya que estaba con ella, la mantuve detrás de mi todo el tiempo, tomo su celular y empezó a repicar el teléfono de su padre, el cual no contestaba de alguna manera, o no caía la llamada, apresuramos el paso hasta en centro, todo estaba congestionado, la gente estaba como loca moviéndose por todos lados, gritando y saqueando.
-Priscilla, rápido hay que irnos de aquí, no tenemos mucho tiempo y no se lo que esta pasando pero debemos irnos
-Reid, estoy asustada, ¿a donde iremos?
-se me ocurrirá algo, pero debemos irnos ¡YA!
Priscilla y yo comenzamos a correr hasta llegar al centro cívico, una zona que destacaba por sus centros comerciales y abasto de comida, cruzamos por los pasillos buscando la manera de salir del centro, a un lugar mas alejado del alboroto que se formaba, de repente se escuchan chirridos y gritos por todos lados, la tensión aumentaba ya que no sabia que era lo que sucedía, Priscilla comenzó a correr delante de mi y le grite que esperara, pero no me obedeció, así que decidí seguirla, hasta que la encontré atónita al frente de mi, mirando a un callejón, me acerque lentamente mientras le preguntaba a Priscilla que es lo que tenia, Priscilla miraba a fijamente a la esquina, no podía ni hablar, estaba congelada, como si lo que estuviera viendo fuera algo irreal a la imaginación de ella, mientras mas me acercaba mas me daba cuenta a lo que observaba y no podía creerlo, se hallaban dos personas muertas o bueno, una parecía estarlo, por que el otro comenzó a devorar el cadáver de una manera fría e inhumana, como si no tuviera remordimientos en ello, trate de tomarle la mano a Priscilla para salir de ahí pero tropecé con un cubo de basura, lo cual llamo la atención del ser fijándose en mi, veía odio y maldad en sus ojos, en un momento audaz logre ser mas rápido que el y sujete la mano de Priscilla y le grite -CORRE-
Priscilla y yo corrimos lo mas rápido que podíamos, mientras que el ente sin vida estaba detrás de nosotros, persiguiéndonos cual cazador cazando a su presa, su velocidad era increíble, tumbe varios botes de basura para tratar de ralentizarlo lo cual funciono en un principio, casi nos alcanzaba hasta que Priscilla encontró unas escaleras que dirigían a lo alto de un departamento, Priscilla subió las escaleras primero mientras corría del ser, logre arrancar un tablón de madera que estaba pegado a un cuadro, parecía sólido así que no lo pensé dos veces y lo golpee con todas mis fuerzas, era la primera vez que mataba a una cosa así, vi como el engendro se retorcía de dolor y moría lentamente, hasta dejar de moverse por completo, estaba sin habla, mirando fijamente al cuerpo del monstruo mientras Priscilla me gritaba que subiera, que se aproximaban más y más, al momento reaccioné y subí lo mas rápido que pude, subimos y subimos hasta llegar a una ventana abierta que guiaba a una habitación relativamente abandonada a mi parecer, aún estaba en shock así que le pedí a Priscilla que me diera un momento antes de entrar, use un pequeño trapo arrugado de mi bolsillo trasero para poder secar el sudor de mi frente, y me di cuenta que el monstruo salpico un poco de sangre en mi cara, tosí un par de veces y me recupere.
-¿Estas bien?- dijo Priscilla con un tono de preocupación en su voz
-si, no te preocupes por eso, concentrémonos en conseguir un lugar a salvo, como ese departamento por ejemplo
entre de primero con suma cautela por si habría una sorpresa desagradable, mientras Priscilla se quedaba afuera, revise la cocina el baño y las habitaciones.... nada, di la señal a Priscilla para que entrara y cerrara la ventana, se hacia de noche y todo estaba tranquilo, para variar
-se acabo... por ahora- dije suspirando alivio
-¿que eran esas cosas? aun no entiendo nada, ¿estaremos bien?-dijo Priscilla
-por ahora si, toca reponer fuerzas para mañana, tendremos que movernos, este lugar no nos servira de mucho-
-pero...
-nada de peros, hay que descansar-
al rato Priscilla empezó a dormir y yo miraba aun desde la ventana el el brillo de la luna que lograba alumbrar la habitación, me sentía reconfortado, por un momento se fueron las preocupaciones y empezó a darme sueño, por lo que me acomode para dormir y me preguntaba si Lucette estaba bien, donde quiera que estuviese...
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Armagedón
Ficção CientíficaArmagedón se basa en un futuro distópico, en el que Reid debe proteger a su hermana y sobrevivir al apocalipsis zombie desatada en el mundo, para eso deberán apañarse de los conocimientos de supervivencia que han ido aprendiendo a lo largo de la pan...