Capítulo 3

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Señorita Sáenz —escuche su voz— ¿Se podría quedar un momento por favor?

Voltie a ver a Chloe y me sonrió, desapareciendo por la puerta, cuando la encuentre la mataría, y para colmo ya no había nadie más en el salón.

Solo el y yo

¿Si señor Williams? —me acerque lentamente— ¿hice algo malo? —tenía su mirada puesta en mi—

Aveces podía ser muy tímida y mucho más si esas perlas brillantes no me dejaban de observar.

No señorita —hablo— no hizo nada malo —me volvió a mirar así, penetrante mente, ¡valla mirada de este hombre!— quería decirle que me siento muy satisfecho con tener en mi clase a estudiantes como usted —sonrió— se que tendrá un gran futuro señorita Sáenz —se acercó poniendo sus manos sobre el escritorio para mirarme fijamente—  si se gradúa con éxito que eso no lo dudo, me gustaría proponerle algo —aseguró—

Me quede un tanto confundida, no entendía a que se refería con proponerme algo

Sentí un poco de nervios ante su mirada, nadie me había mirado de tal forma, muy profunda, muy brillante.

Señor Williams —hable— le doy las gracias nuevamente por sus palabras —me cruce de brazos— pero también estoy un tanto confundida con la propuesta que dice tener —alce las cejas—

Mira —me tuteó— mejor dejemos lo de la propuesta para más adelante —se paro firme— solo te digo que te sigas esforzando y llegarás a ser una gran abogada —sonrió—

Ahora que lo trataba no me parecía tan malo, pero una pequeña parte de mi tenía una corazonada, no me iba a convencer tan rápido, además ¡Me había tuteado!

Trataría de ser más cortes con el.
¡Esta bien señor Williams! que tenga un buen día —trate de ser cortes—

¡Salí muy confundida! ¿Que propuesta tenía? ¿por que estaba tan nerviosa? ¿por que ya no me caía tan mal? ¿POR QUE ME YA NO ME CAÍA TAN MAL?

Salí en busca de Chloe al patio, la encontré sentada conversando con un chico simpático, ¡No perdía el tiempo!

La deje conversando con ese chico, y me fui a la otra parte del patio  me senté en el césped, y recibí una llamada

( Daniel)

Llamando...

Llamando...

- ¡Hola! —contesté—

- ¡Enana! —gritó— al fin contesta señorita —bromeó— ¿Cómo estas?

- yo bien, ¡palmera! ¿tu cómo estas?

- ¡Muy bien!  llamaba para darte una buena noticia.

- ¿Que noticia? —exigí saber— ¿Qué te traes?

- ¿Adivina quien esta en la ciudad? —pregunto feliz— ¡Adivina Enana!

- ¡No! ¿De verdad? ¿Cuando llegaste? —Chille feliz—

- Hoy en la mañana, y te informo que me quedaré por un buen tiempo —anunció—

- ¡Palmera esto se tiene que celebrar! —grite emocionada—

- Que buena idea, hoy te paso a recoger a la universidad —avisó— ¡Me esperas!

- Muy bien palmera, te espero —Murmuré— ¡te quiero! 

-esta bien enana, te extraño —confesó— yo también te quiero —Sonreí— ¡Ya te quiero ver!

Termine de hablar con Daniel mi mejor amigo, y levante la mirada, me sentía observada.

¡Y lo vi!

El Señor Ethan Williams

Me estaba mirando fijamente y a mi parecer por lo cerca que estaba  parecía que había escuchado mi conversación.

Lo quede mirando, me sonrió, le devolví la sonrisa y se marcho

Camine hacia la salida y ahí estaba Daniel, ¡Con su moto roja! ¡Qué recuerdos con esa moto! Corrí hacia el y me lance sobre en sus brazos, sonrió dándome  vueltas, ¡Lo había extrañado!

Enana haz crecido mucho —me bajo de sus brazos— estas cambiada —Sonreí—

¡palmera tu no te quedas atrás! estas echo todo un hombrecito, estas muy guapo —lo abrace—

¡tu estas hermosa! —me cogió la mejilla— te extrañe mucho enana, ¡mucho! hoy saldremos a divertirnos —bromeó—

Si palmera —lo mire a los ojos— saldremos a bailar hasta que nos duelan los pies.

Lo volví a abrazar y nos quedamos así un rato hasta que escuchamos una tos.

Ahí estaba el señor Williams otra vez, ya me parecía raro.

Disculpe señorita Sáenz —me miro— lamento interrumpir su muestra de afecto con su novio —se paro firme— pero esa moto esta pegada a mi parachoques —anunció fríamente—

Disculpe señor Williams —me solté de Daniel— ahora nos vamos —cogí el casco y Daniel arrancó—

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Hola mis lectoras, las saludo, y les dejo un nuevo capítulo, ojalá les guste ceden y boten si les gustó... ❤






Un amor inesperado (Matt Bomer) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora