O2

2.5K 283 100
                                    

Había terminado la clase de educación física, todos estaban impregnados de sudor y de un olor a humano desagradable, habían estado jugando Hanball, Jimin era excelente en ese juego, por eso su salon había ganado contra el grado menor con le que jugaron, en el que por cierto, Jungkook estaba en ese grado.

Las duchas estaban un poco mas llenas de lo usual, pero eso no le impidió seguir con lo suyo, acostumbraba quitarse la ropa lentamente para dejarla metida en su locker, hasta quedar en paños menores, en palabras mas simples: Le gustaba andar de calienta pollas, y es que en realidad, aunque no te gustase el pene lo mirabas, era imposible no desviar la mirada a ese cuerpo tan trabajado y esbelto, simplemente imposible, algunos lo miraban con envidia también, no le importaba en lo absoluto. 

Cuando termino con todo ese jueguito previo, tomo su toalla y fue a bañarse, entro a la ducha mas cercana y limpia que encontró, se mojo el pelo y dejo el agua caliente  correr por todo su cuerpo.

Jungkook  Estaba  molesto, estaba furioso, su curso había perdido porque su crush era una estrella de el Hanball, pero se vengaría, las cosas no se quedarían así.

Entro a las duchas y se baño de los primeros, pues como habían perdido no habían hablado después del partido, se habían separado y cada uno para su lado, después de seguro se veían en clase. Termino de ducharse y se vistió con prisas, ni siquiera se dio el tiempo de ordenar bien sus cosas o de seguir la rutina que seguía todos los días para la hora del baño, si se demoraba demasiado su plan podria no resultar. Jimin ya se estaba duchando y eso era bueno, podía llevar su estrategia a la perfección, y como no era la primera vez que lo hacia era mucho mas fácil.

—¡Jungkook!— Grito Jimin, Lo iba a matar, luego lo iba a revivir para tener le placer de matarlo nuevamente, y así hasta que se cansara de asesinarlo.

—¿Qué pasa amor?— Apareció desde detrás de la puerta de las duchas, dejando ver su flequillo negro y mojado sobre su frente, llegando a tapar sus ojos parcialmente, su polera blanca se pegaba a su abdomen dejando en evidencia lo marcado que estaba, pero eso a Jimin le chupaba un huevo, estaba demasiado enojado.

—¡No me digas amor, carajo!— Dijo y sujeto la toalla que rodeaba su cadera, causando que su trasero resaltace más a vista de Jungkook, lo cual no era bueno para ninguno de  los dos. 

—Entonces tu tampoco me digas Jungkook, sabes que no me gusta, dime: «Mi amor lindo precioso de mi corazón querido y de mi alma.» Enano.— Dijo acercándose al mayor, posando su mano sobre los casilleros a los que Jimin le daba la espalda, con la otra dentro de el bolsillo de su pantalón, quedo a pocos centímetros de el rostro de Jimin, que se iba sonrojando levemente por la poca distancia que los separaba.

—¿Porque robaste mis boxer de nuevo?— Era la sexta vez que lo hacía, y no entendía como lo hacía si todo el tiempo estaba cambiando la clave del casillero. Maldito Jungkook y maldita la habilidad que tenia de hacerlo enojar tan facil. 

—Los necesito para misiones nocturnas ¿Te molesta?— Dijo y de sus labios surgió una sonrisa ladeada, amaba hacer ese tipo de cosas con el mayor, creía que mientras más enojado más caliente se veía, y no vamos a hablar de que estaba desnudo de la cintura para arriba, aunque tampoco llevaba ropa debajo de esa toalla.

—¡Claro que me molesta! Todo el tiempo robas mis boxers! ¡Los usados! —Su orgullo le decía que debía romperle las pelotas e ir a su casa a recuperar sus boxers, pero su sentido común le decía que aprovechará el momento y se lo comiera ahí mismo, y es que tal vez no gustaba del menor, pero cualquiera caería ante los encantos de su cuerpo y ese aliento mentolado, que  en esos momentos llegaba justo a su nariz cada vez que respiraba. No estaba pensando las cosas bien.

«Conflictive love.» K.M. [CANCELADA.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora