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-¿Jimin?- Se habían quedado callado, se habían estado abrazando mientras miraba en acuario que se extendía en frente de ellos, en un silencio, de esos que no eran para nada incómodos, ni siquiera necesitaban palabras para decir, se estaban regalando ese hermoso silencio.

Ninguno de los dos sabía en qué momento específico su relación había cambiado de esa forma tan drástica pero tan linda y agradable ¿Porque no lo había hecho antes? ¿Porque no había dado una oportunidad antes? Por su inseguridad, por Que se había dejado llevar por las estupideces que su mente máquinaba sin su permiso.

El mayor se volteó al escuchar la débil voz de JungKook, mirando sus ojos, los fieles emitían un leve brillo, al igual que la sonrisa que se veía aflorar de sus labios.

-¿Qué pasa?- Dijo con suavidad, tratando de no quebrar el ambiente de paz que habían logrado sin siquiera intentarlo.

-¿Puedo besarte?- Dijo sin más, mientras subía sus manos por los costados del mayor hasta tomar las mejillas recordarás de este entre estas.

-Estamos en público.- No dijo que no, no se atrevería a decir que no porque aunque su orgullo le gritara que se alejara de Jeon, el por dentro, muy dentro sabía que quería un beso.

-¿Y eso que importa?- Se inclinó hacia el mayor, dejando sus ambos rostros a una distancia peligrosa en muchos sentidos.

-No...La gente nos está mirando.- Y no me mentía, no era una excusa que hubiera usando en cualquier caso por no atreverse a decir «No», la gente pasaba por detrás de ellos, algunas chicas jóvenes los miraban con una sonrisa enfermiza, otros mayores los miraban de manera que les hacia sentir incómodos, con cara de asco se podría decir.

-Tuviste que haber sido una chica Jimin.- Alejo sus bocas sin soltar al mayor, para dedicarle una mirada fastidiada a todos los que los miraban de alguna u otra manera indeseable.-

-¿¡Y eso porque?!- Pregunto un poco exaltado.

-Porque así te podría besar, tomar de la mano, hacerte mimos donde yo quisiera.- Dijo sin pudor alguno, pudiendo lograr que el pequeño Jimin sonrojara sus mejillas, entre pudor y asombro, aunque de todas formas una sonrisa traviesa se asomaba en sus labios.

-¿Y tu no podías ser la mujer?- Arrugo su ceño y levanto una de sus cejas.-

-Porque yo soy el activo mi amor, no puedo ser la chica.- Y el momento perfecto y romántico murió ahí.

-¡¿Qué te hace creer que yo soy el pasivo cara de rata?!- Alejo las manos del menor de su cuerpo violentamente.

-No te pongas así pequeño mochi~.- Intento rodearlo con sus brazos, pero el mayor gracias a su escasa altura logró escurrirse entre estos y caminar a paso rápido a la salida.

-Háblame cuando dejes de ser un idiota.- Paso sus dedos por entre las hebras de su cabello logrando dar esa imagen diva que salía de el de vez en cuando.

El menor corrió detrás de su hyung con urgencia, pero con una sonrisa traviesa en el rostro, el siempre sabía que hacer, en el momento preciso. Cuando el mayor se encontró unos pasos afuera del acuario miro hacia atrás de la manera más disimulada que encontró, esperando que Jungkook estuviese detrás de el, rogando como siempre lo hace, diciéndole cosas románticas al oído y haciéndolo reír, que lo tomase de la cintura y lo obligará a subirse a otro juego. Pero grande fue su sorpresa cuando detrás de el sólo habían rostros desconocido paseando por ahí. Lo busco con la mirada, una y una vez, cada vez un poco más nervioso por no encontrar a su Dongsaeng entre la gente que lo rodeaba, y es que el lugar ese día de la semana y a esa hora nisiquiera parecía estar tan lleno.

El pelinegro se encontraba escondido detrás de uno de los postes que afirmaban la estructura del acuario, en la posición perfecta para ver a Park y que este no lo viera a el, se sentía un poco culpable, la cara de preocupación de su hyung le carcomía la conciencia, pero a la vez le lograba sacar una sonrisa traviesa en el rostro. Porque podía estar totalmente seguro que ese chico que estaba en frente de el sentía algo por su persona, sin importar que tanto quisiera negarlo.

El peligris miro hacia delante guiando uno de sus dedos a su boca, mordiendo la uña de su anular constantemente por el nerviosismo, no tenía ni la menor idea de donde podría ir si es que no aparecía Jungkook rápido ¿Y si se había pasado con sus palabras? El menor nunca se enojada cuando lo insultaba, siempre lo trataba así y nada tendría que haber cambiado ¿O si? Dio unos pasos torpes sin alejarse mucho de la entrada de la estructura en pequeña esperanza de divisar a Jeon.

Cuando vio que Jimin empezó a caminar y alejarse de el supo que era momento de entrar en acción. Salió de su escondite y a paso rápido tanto como sigiloso logró llegar a donde el amor de su vida se encontraba, puso sus manos en su cintura como era costumbre, pudiendo sentir un saltito que posiblemente era de susto por parte de su opuesto, para luego apoyar su mentón en el hombro del más bajo, y con tan sólo el olor de su perfume Jimin logró distinguir que estaba justo con la persona con la que quería estar en esos momentos.

-No me digas estúpido.- Su voz sonó más ronca de lo normal, más áspera, pero seguía siendo dulce.- No te vallas de mi lado, no te comportes como si no me quisieras un que fuera un poquito, no me ignores porque no me gusta, lo odio, me hace sentir mal, no lo vuelvas a hace...o te besaré hasta dejartelo claro.- Terminó de decir, sintiéndose satisfecho por haber dicho todo lo que siempre quiso decir, mientras Park no pudo evitar que un conjunto extraño de sensaciones se resolviera dentro suyo, se sentía culpable, pero estaba feliz, y lo único que supo hacer fue sonrojarse y sonreir.






Es la primera vez que escribo un capítulo de manera tan rápida, me merezco aplausos.
Pero también me merezco morir en la hoguera por no actualizar D: EN VERDAD LO SIENTO, SOY UNA MALA PERSONA, ME MEREZCO EL INFIERNO, YO LO SE

Pero por otro lado, esto se lo deben a esta linda personita AndreitaMika que me dejó un bello y simple mensaje en mi tablero que me recordó mis responsabilidades, gracias por su paciencia, las quiero!

Isiwi

«Conflictive love.» K.M. [CANCELADA.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora