CAP VI

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Sonny odiaba tener que caminar para moverse, si no fuera por su pie, habría llegado hace un buen rato. Encima el camino tiene muchas colinas, cada una le quitaba más tiempo, a este paso no le sorprendería que cuando llegará no estuviese nadie.

Cuando llegó a su destino Aki sé encontraba abrazando a Taylor, Greeg estaba colgado del brazo de su padre, y el señor the rabbit sólo sonreía, atrás de él se encontraban un montón de maletas, que no sabía si eran de Aki o del señor the rabbit y su hijo.
La eriza se acercó a ellos y se posicionó detrás de Taylor. Aki al notar su presencia entró en pánico.

—¡Señorita Sonny! —el conejito se abalanzó contra ella y la abrazo. La eriza  le correpondio el abrazo y sonrio juguetonamente. El señor the rabbit se acercó a ella para saludarla, exepto Aki. En cuanto el conejito la abrazo él empezó a alejarse de todos, quedando al límite establecido que su amiga le había dicho.

—¿Porqué demoraron tanto? —preguntó la eriza con una sonrisa y acarició la cabeza de Greeg.

—También nos da gusto verte Sonny —el señor de rabbit le sonrió.

Greeg abrazaba el brazo de Sonny entre risas, el conejito miro que Aki que se encontraba a lo lejos recogiendo sus maletas, se veía inquieto.

—¿No vas a saludar a a la señorita Sonny Aki? —todos miraron en dirección hacia el erizo, se tenso al escuchar aquel nombre y volteó la  cabeza dudoso.

—Me alegra verte Sonny —intentó sonreír pero salió más como una mueca. Estaba tan nervioso que comenzaba a sudar. Dicho esto se giró nuevamente hacia las maletas e intentó sacar la que estaba enterrada por todas.

Escucho unos pasos muy apresuaros atrás suyo pero no le tomó importancia y el seguía con lo suyo. Una mano sujeto su maleta y de un tirón logró sacarla, la montaña de maletas perdió el equilibrio y cayó de lado.

La eriza azulada le dio la maleta a su amigo y este la aceptó avergonzado. Inmediatamente el retrocedió, demasiado. Sonny lo tomó del brazo desprevenido y él  se sonrojo hasta las orejas, intentaba gesticular una palabra pero sólo salia su voz ahogada, como si se forzará a hablar y el fuera mudo. Como cuando un bebé intenta decir su primera palabra.

—Hay algo que tienes que ver por ti mismo —Sonny lo miro serio. El erizo se calmo un poco, aunque no desapareció el sonrojo, y la miro confundido.

Taylor suspiro, rodo los ojos y se acercó a ellos tomando el hombro de Aki y que este capte su atención.

—El golpe que se dio le afectó mucho, no te preocupes. —Ella le sonrió y Aki le devolvió el gesto. Sonny en cambio desvió la mirada y bufo, luego volvió a centrar su atención en su amigo.

—Cuando fui a tu casa a cerrar, alguien se metió después de mi y me sacó. Ahora se está adueñando de tu casa y pertenencias. —recordó a la eriza besar la diadema y apretó la mandíbula.

—¡¿QUÉ?! —Aki la miro con horror—. ¿Por qué no me dijiste eso antes? —Se llevó su mano libre a la cabeza con frustración, se notaba su angustia—. Ah...¿Qué voy a hacer?

—Lo...siento.

—No, no fue tu culpa. —la miro y forzó una sonrisa, paeciera que quería llorar— Te pedí un favor por mi descuido, y lo cumpliste. Pero nadie se esperaba eso.

—Sonny, creo que no deberías preocuparlo tanto.

—Taylor sí tu no me quieres creer esta bien, —le habló a su amiga con el ceño fruncido— Pero yo se que lo que vi es real y se lo desmostrare a él, que es lo que importa.

Sonny se llevó al erizo jalandolo del brazo con paso apresurado, pero el se safó bruscamente y se alejó. Sonny volteó y lo miro perpleja.

—¿Vamos a mi casa no? —río nervioso— Me se el camino no es necesario que me guies —se  llevo la mano a la nuca y con nervioso se froto esa zona.

Let me love you!! [Sonaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora