¡Domando A La Fiera! ||Adrianette||

Uno.

Flash Back

-Tienes 48hs para devolver todo lo que pediste...-dije apuntandolo con mi arma.

-¡Juro que te lo pagaré!, ¡sólo necesito más tiempo!- dijo aquel hombre mientras estiraba sus brazos hacia donde estaba yo, habriendo sus manos.

-¡Ya no hay más tiempo!- dije mientras me acercaba a su cabeza.- ¿¡Tienes una idea de cuanto dinero me debes!?

- ¡Si lo se, pero ahora no tengo el dinero por favor, necesito tiempo!- pronunció a medida que cerraba sus ojos con fuerza.

- Tiempo es lo que menos tengo, pero...-me arrodille frente a el.- Si llegó a darte tiempo, ¿cómo pretendes darme cada centavo si lo único que haces es perderlo en el alcohol y apuestas?

- Mi hija- tartamudeo mientras sacaba su mugrosa billetera, que justo hacia juego con su persona.- ella es profesora en la Françoise-Dupont y gana muy bien.-me extiende temblorosamente la foto.

- Françoise-Dupont...-dije para mi mismo mientras agarrada aquella foto. Sabia que habia escuchado ese nombre antes.

Al mirar esa foto, todos mis pensamientos se esfumaron y senti como mis mejillas comenzaban arder, ¿¡cómo era posible que una belleza así existiera!?. Tenia que admitir que, para ser un maldito hombre despreciable, falso, ladrón, que no se merece tener una familia y menos el respeto de nadie, su hija, claramente es un diamante embruto, uno que ya había visto en algún lugar...

"Conozco a esta mujer"

Ese rostro lo había visto antes, esa sonrisa la conocía y esa dulzura que reflejaban sus ojos ya los había tenido visto en persona.

- Su nombre.

- Marinette, así se llama.

- Y dime...-agarre con mi mano libre su menton y lo obligue a mirarme a la cara- ¿Cómo es que un pobre desgraciado como tú, tiene una joya como esta?- coloque la foto cerca de su cara.

- Ella no tiene nada de mi, sino de su madre que murió hace tres años... ¡Era asiática!- dijo. Se notaba el temor en sus ojos.

- Vaya...-me incorpore y le di la espalda mientras guardaba la foto en mi bolsillo.- Aún así, mis palabras no cambiarán... Quiero mi dinero en 48hs y recuerda que tu vida está en juego.

- ¡Esta bien!, mi hija me lo dará...

- Eso no.-dije mientras volteo a verlo.- No sólo quiero mi dinero sino también a tu hija...

La expresión en su cara era para tenerla en un cuadro. ¿Qué padre no se molestaría ante una cosa así?, si yo estuviera en su lugar; claramente estaría dando la vida para sacar a mi hija de algo que no estaba relacionado con ella... Este hombre por lo menos debe de tener afecto. Esta era una prueba, quería saber si este imbécil tenía corazón.

- ¡Bien es tuya!-dijo parandose.

- ¿¡Que fue lo que dijiste!?- quede asombrado.

- ¡Ella pagará todo por mi, tiene el dinero!

- ¡Si que eres un asco de persona!-estampe mi puño en su nariz, luego lo agarró de su remera apoyandolo bruscamente en la pared.-¡Eschame bien!, si no tengo mi dinero ganado de tus propias manos, ¡juro que te mató!- lo suelto.- ¡Devuelvanlo a la sanja de donde lo encontraron!

Tenía rabia, ¿¡cómo era posible que un padre entrege a su hija sólo para salvarse a sí mismo!?, realmente no logro entenderlo...
Saque la foto nuevamente, quería ver esos hermosos ojos y sentí como poco a poco empezaba a tomar el control de mi mismo. En cuanto a ella, sabía que la había visto en algún lado pero.. ¿Dónde?.