Capitulo 28

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Capitulo 28

- ¿Dónde está ________________? - preguntó Justin. Miró a Chas y este no supo que responder.- co.ño, te acabo de hacer una pregunta, ¿dónde demonios está ___________________? - volvió a preguntar, esta vez más alterado.

- Ella... - Chas se aclaró la garganta. - ella salió y dijo que volvería en unos minutos.

- Debe estar cerca. - afirmó Alex.

- ¡Jo.der! - se quejó Justin. Tenía los nervios en punta. No... no, ________________ tenía que estar bien. Si algo llegaba a pasarle no sabría de que sería capaz. - todo esto es tu maldita culpa... - se abalanzó hasta Chas, en el intento desesperado por desquitarse de aquella gran culpa que sentía dentro de si. Pero Ryan lo detuvo, interponiéndose entre los dos.

- ¡Cálmate! - le gritó. Justin se soltó de inmediato de los brazos de Ryan. Golpeó la puerta con la palma de su mano haciéndola resonar. - si no viene en unos minutos...

- La ha secuestrado. - Justin tragó saliva. - ahora también a ________________, estoy seguro que también ha sido él.

Entonces Emma se hecho a llorar sobre el torso de Ryan, que la acogió de la cintura fuertemente. Era muy fuerte, pero había algo que lo hacía débil y era ver a Emma de esa forma. Recordar junto a ella la manera en la que habían abusado de ella... le dolía...le dolía muchísimo...

- ¿De que hablan? - preguntó Alex.

- Es una larga historia. - contestó Ryan. - pero estoy seguro que tú también recuerdas a James Limbert.

El rostro de Alex empalideció. ¿Limbert? Jo.der...ese apellido le traía tantos recuerdos.

- Sí. - contestó.

- A sido ese quién a secuestrado a _________________.

- ¿Cómo lo saben? - intervino Chas. - pero qué...¿qué tiene que ver Limbert con __________________?

Justin solo se quedó pensando '¿Pero que tiene que ver Limbert con __________________?' Esa era la clave. James Limbert no tenía nada que ver con ella, pero sí con Justin. Se estaba vengando justo como lo había sospechado. Y estaba tocando lo más preciado para él. Nada le importaba más que tener a __________________ con él ahora mismo. Sentía tanta impotencia por dentro. Le había prometido que a su lado nada llegaría a pasarle, aunque sabía que iba a ser difícil se había propuesto cumplir esa promesa hasta que el destino lo quisiera, o mejor dicho... hasta que ella de algún modo dejara de quererlo si es que eso llegaba a suceder, pues él jamás lo dejaría de hacer. Una promesa que cumpliría así fuera lo último que tuviera que hacer.

___________________, su _________________... no podía ser secuestrada por nadie más que no fuera él.

Secretos (2da temp secuestrada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora