Salgo de casa y veeeeeo una cosita rara

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Yo soy Paco, más conocido como Paquito el Enanito por mi baja estatura. Tengo el pelo negro ,pero siempre me lo tiñó de azul. Mis ojos son negros y eso, bajito.

Estaba en casa tan tranquilo viendo un tutorial de como ser más alto en YouTube (no me gustaba demasiado porque decía que tenía que colgareme boca abajo por los tobillos y esperar a que surjan los efectos... no sunea muy agradable) cuando no madre me llamo para que fuera a comprar sus lentillas a la óptica.

Después de una ardua discusión diciendo le que estaba demasiado ocupado (no le dije lo del tutorial) accedí ir.

Salí de Mikasa (tenía que decirlo) y me dirigí a la óptica Cegatosnoveo de la manzana siguente. Llegué a la óptica en 5 minutos. Es irónico que se llame Cegatosnoveo la óptica porque la puerta es rosa y el edificio es de un verde mosquito muy fosforito. El caso es que cogí las lentillas y me fui camino a casa.

En la mitad del trayecto vi a una persona corriendo despavoridamente gritando que una cabra le había llamado caranchoa y que estaba interesada en encontrar su hotel ideal al mejor precio. Me empecé a reír junto con más personas de la calle, todos pensábamos que estaba loco.

Seguí andando. Tenía la sensación de que me estaban mirando. Empecé a agobiarme. Miraba a todos lados cuando se repente... ¡BUM! un unicornio. Que, ¿creías que era una cabra? Pues si, tienes razón era una cabra. Llegue más sorprendente es que me dijo:
-Buenas.
Me quedé un poco patidifuso. Lo primero que me vino a la cabeza fue: ¡Voy a aprobar todas las asignaturas! (Porque prometí que cuando las cabras hablarán, yo aprobaría todo). Pero luego me di cuenta de que era un poco raro que la cabra hablase, sólo un poco raro.
-Co... cómo puedes hablar.
-Pudiendo.
Que lista la cabra, pensé. Pero no se lo dije dado que la cabra era casi de mi altura. Tenía un pelaje blanco, pero la cabeza era negra y sus ojos eran de un color rojo como el de la sangre.
-Eso me ha aclarado todo.
-Claro que si, soy la mejor explicando.
Hizo algo con la cara que imagine que era una sonrisa. Lo único que se me ocurrió era presentarme, si, a una cabra. Todo normal.
-Me llamo Paco.
-Y yo Josefina.- aclaró ella.
Al final decidí que hacer.
-Te voy a llevar a casa. Si te encuentran unos científicos o el carnicero del barrio, no se si estarías muy contenta que digamos. ¿Vale?
-Claro que si, guapi.- Contestó.
Me reí a carcajada limpia. Esa cabra estaba muy actualizada a la moda.

Y emprendidos juntos el camino a casa. Nadie nos prestó atención. Hoy en día no es extraño ver a alguien paseando a un cerdo, una cabra o una vaca. La verdad, la gente sólo se sorprendería si pasearse un unicornio, un pegaso o una mantícora (eso sí que estaría bien). El único problema era que le diría a mi madre al llegar a casa.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2017 ⏰

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