PRÓLOGO

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 Lo que me motivó a escribir mi Autobiografía de una pequeña parte de mi infancia fue el que con ello pueda ayudar a prevenir el maltrato infantil, el abuso físico, el verbal que inicia dentro del mismo hogar.

Que las madres y los padres que me leen puedan entender que tan importante es para un niño saber y sentirse amado, que es sumamente importante dedicarles tiempo así como darles su espacio y respeto, y que de ninguna manera debemos prohibir que un niño viva y disfrute su infancia con diversiones, sin obligaciones de adulto, como para él sea divertido, alegre y lo convierta en un adulto feliz y completo como lo es el ser humano desde que nace.

Pero muy en especial a esas madres como la mía que no se imaginan al peligro que exponen a sus hijos, por favor NO los envíen ilegalmente a otro país, NO les confíen sus vidas a un extraño, si tu que eres su madre lo expone así ¿Qué no hará un extraño con el?.

Le doy las gracias a Wendy Farfán por su aportación del prólogo, con cariño y amor les agradezco a todos su lectura. Y deseo poder ayudar a evitar que haya niños sufriendo en casa por golpes o abusos físicos que solo se derivan en problemas emocionales a futuro.

ESTE MUNDO Y LA VIDA FUE CREADA PARA SER FELIZ, PARA REÍR, PARA AMAR, Y COMPARTIR.

CON AMOR, ISABEL COVARRUBIAS



En el corazón y pensamiento de una niña es ni más ni menos donde te sitúa esta historia... 

 Es increíble ver el pensamiento y sentimiento que puede albergar en un ser humano que por su corta edad asumirías que no comprende, no siente con intensidad, y sobre todo no le afecta los actos de los que le rodean. 

Cabe mencionar que esta no era una niña común, pues su sensibilidad y don de servicio sobrepasaba la medida, más esta misma nobleza al ser un don, fue también su debilidad.

 Comencé a leer esta historia como un favor, pero sin duda alguna me atrapó, y pude vivir al tiempo de su magnífico relato las situaciones que vivió, sentí tristeza, impotencia, dolor, alegría, amor, entre otras emociones, y me hizo reflexionar sobre el poder que tenemos y ejercemos sobre los más pequeños, los más inocentes, sobre aquellos que confían en nosotros, también vi la constante descripción y texto de "permitir que pasara" eso con o sin conciencia nos hace cómplices, responsables, lamentablemente a esa pequeña edad sin alguien que verdaderamente te proteja, te guíe y valore... llena de impotencia. 

 Esta fue una niña con el corazón y razonamiento mucho más grande de quienes le rodearon, la pregunta es...

  ¿por qué un ser así tiene que pasar por tan duras pruebas? 

Quizás la respuesta está en que Dios entrega las grandes batallas, solo a sus grandes guerreros...

 Esta niña, actual mujer, es un ejemplo de que la infancia nos puede determinar, pero no es destino, en nuestras manos tenemos el libre albedrío para elegir, guiar y corregir nuestro camino, dejar de "permitir que pase" y mejor hacer que suceda, escribiendo nuestra futura historia. 

Si bien el pasado dejó huellas y heridas que aún destellan en sus decisiones, acciones, posiblemente en alertas y paradigmas, pero hoy elige y actúa con conciencia, ejerciendo su poder de decir "No", tomando su pasado como enseñanza y no como excusa.

 Esta historia moverá tus emociones.  

   Wendy Farfán  



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INOCENCIA ROBADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora