Soulmate

Mi pequeño Hoseok

El sol estaba tan resplandeciente aun así sólo se sentía una calidez acogedora y un viento cálido más no hacía ese calor sofocante, había gente con ropa cubriendo la mayoría de su piel y la visible llena de protector solar, con un gran paraguas cubriendo su cabeza y cara. Otras personas preferían sentir la calidez del sol sobre ellos, así como el.

Tomo el camino para bicicletas en el parque, amaba ese parque por tener árboles a los lados del camino, siguió caminado viendo la gente a su alrededor, sonrió. Después de unos minutos se detuvo, había un chico en unas bancas con colores y una gran libreta de dibujo observando el paisaje, observó su perfil y aunque era guapo sabía que el cosquilleo en su estómago no era simplemente por eso. Era pálido y sus labios se veían lindos de un tono rosado. Camino delante de él y sintió como todo se detenía y justo al estar frente a él tuvo unas inmensas ganas de verlo, lo hizo, se sorprendió al ver al chico mirarlo. Los dos se sonrieron y siguió su camino.

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Observó al chico a unos metros frente a él y no pudo no querer retratar ese momento. El chico de cabello teñido de un lindo naranja estaba en medio del camino dando vueltas junto a las hojas que caían de los árboles, parecían danzar a su alrededor y empezó a dibujar.

Tomo su color naranja dibujando su cabello, luego el color piel dando forma a su cara haciendo sombras para resaltar esos lindos pómulos altos, sus lindos ojos cafés, la forma de su cuerpo con los brazos hacia arriba abiertos y manos extendidas, su piernas y cintura estaban en una posición que claramente el que viera sabría que estaba dando vueltas, empezó a pintar su ropa, un suéter verde pastel y un pantalón corto color blanco. Y por último, su sonrisa, una sonrisa resplandeciente que hacía competencia con el sol, una hilera de dientes ordenados y blancos, luego sus labios sin dejar de lado ese lindo lunar en su labio superior.

Dibujo manchas pequeñas simulando las hojas en naranjas y cafés, el camino y los árboles, también las bancas pero no las personas que había por ahí. Tomó rápidamente su cámara enfocando al chico, la vista era espectacular, el moreno frente a él se había detenido y ahora miraba hacia enfrente pero los rayos de sol lo hacían brillar tan hermoso. Siguió tomando fotografías del momento, el chico movió su cara hacía un lado dejando que los rayos dieran en su cara y después una gran sonrisa apareció en su rostro.

Vio al chico caminar lentamente y supo que era hora de irse, tal vez aún no era el momento, guardo sus cosas en su maletín, empezó a caminar al lado contrario del chico.

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El moreno volteo, sintió un vacío al ver al pálido irse, su pecho se sintió pesado y corrió hacía el. Tocó su hombro y sonrió cuando volteo.

El peli negro se sorprendió al ver al chico ligeramente más alto respirar agitado, las ganas inmensas de llorar se hicieron presentes.

Al fin después de doscientos años.

— Esto puede parecer raro — se detuvo un momento suspirando — pero sentí la necesidad de detenerte... No soy un pervertido, soy un estudiante y ummm... Yo, buen-

— Esta bien, nunca pensaría en ti como pervertido — sonrió al ver al moreno sonrojarse — Sé que no eres mala persona, Seok.

El moreno lo miro asombrado ¿cómo sabía su nombre? ¿Un acosador? Pero a pesar de sus pensamientos no sintió miedo. Abrió la boca pero antes de hablar el chico frente a él lo hizo.

— Tanto tiempo, Hoseok... Mi pequeño Hoseok.

Hoseok sintió un escalofrío que lo hizo temblar, sollozo antes de abalanzarse sobre el pelinegro, abrazándolo fuertemente.