Narradora: Tal vez para muchos las casualidades no existen y entre esos no creyentes se encontraba el cazador de piratas Roronoa Zoro, quien en una de sus perdidas dio con la casualidad mas grande de su vida. Pero claro, quien se iba a imaginar lo que pasaría la noche que salieron con Vivi de aquella isla en busca de liberar a su pueblo del terrible Crocodile. Igaram, era como el segundo padre de la princesa de Alabasta así que dispuesto a darlo todo por ella se hizo pasar por ella para dar tiempo a los mugiwaras de poder escapar con la princesa hacia Alabasta pero alguien hizo estallar su barco y fue dado por muerto...
Conforme pasaban los días, la princesa Vivi se sentía triste por la perdida pero en el camino se encontraron con una pequeña isla, así que hicieron una breve parada en ella para poder descansar y despejar un poco la mente de tan terrible e inesperado suceso, solo pasarían un día de descanso debido a que no podían atrasarse demasiado así que durante su estadía trataron lo posible de pasarla bien.
-Nami: Recuerden no alejarse mucho del barco, mañana temprano partiremos.-Ordeno a todos.-
Todos en el barco prestaron atención a sus palabras excepto Zoro, quien ignorando sus ordenes camino por la isla en busca de una taberna en la cual poder degustar un buen trago; sin embargo durante el camino se perdió, pero no era su culpa, si no de los edificios que se movían solos o al menos esa era su versión. Finalmente logro hallar la taberna y sin mas entro, se sentó en la barra y le pidio al cantinero un vaso de sake para comenzar.
No se había percatado que a su lado tenia sentada a una chica quien en lugar de alcohol solamente tomaba un refresco, obviamente al espadachín le daba igual quien estuviera a su lado siempre y cuando no lo molestara o representara una amenaza, la chica lo miraba con disimulo pero a su vez fascinada por la cantidad de alcohol que Zoro tomaba y ni siquiera parecía mareado, no pudo contenerse mas y tuvo que cruzar palabras con el apuesto chico.
-Vaya, eres impresionante.-Dijo con voz baja pero lo suficientemente alto como para que el chico la escuchara.-
-Zoro: ¿Uh?
La chica rió con una sonrisa bastante suave y volvió a hablar.
-Me refiero, a que me impresiona lo bueno que eres tomando alcohol.-
-Zoro: Oh...bueno, tengo tiempo en esto es la experiencia supongo.-
-Yo no podría hacerlo, no suelo tomar tanto alcohol.-
-Zoro: ¿Uh? ¿por que no?-Pregunto de manera inocente.-
La chica volvió a reír y prosiguió.
-Podría decirse que si lo hago perdería mucha noción de las cosas.-
-Zoro: Oh...ya veo...-
-Tu no eres de por estos lugares ¿verdad? es decir, es la primera vez que te veo.-
-Zoro: No, no lo soy.-
-Bueno, hagamos algo. Para que no te sientas solo, seré tu compañera durante el tiempo que estés aquí.-Dijo sentándose mas de frente.-
Al rodar el asiento y quedar completamente de frente le dio a Zoro una mejor vista de como lucia la chica con exactitud, esta llevaba un vestido purpura oscuro y ajustado con un escote en su pecho. Zoro no era muy experto ni muy interesado con chicas, sin embargo seguía siendo un hombre y no negaría que la chica no estaba nada mal; trato de mantener la calma y mantenerse atento a cualquier cosa.
-Zoro: ¿Que quieres decir con eso?
-Nada en especial. Solo te estoy sugiriendo que nos conozcamos mejor y seamos amigos ¿te parece bien?.-Dijo extendiéndole la mano.-
Zoro no parecía muy convencido, estaba bastante incomodo con la inesperada conversación sin embargo trato de disimular y le recibió la mano en forma de saludo haciendo que la chica sonriera.
-Nico Robin.-Se presento sonriente.-
-Zoro.-Se limito a decir.-
Robin soltó con delicadeza la mano de Zoro mas bien, parecía una caricia haciendo que el chico se incomodara un poco mas. La noche avanzo con rapidez a pesar de que Zoro sabia tomar estaba un poco mas "alegre" por así decirlo, y comenzaron a conversar un poco mas, hasta que la taberna cerro y ambos se vieron obligados a irse.
-Robin: Bueno, ¿ahora que hacemos, espadachín-san?
-Zoro: No lo se yo debo volver con mis compañeros ¿tu no deberías de regresar a tu casa?.
-Robin: Bueno...estaba pensando que tal vez podrías acompañarme a la pequeña habitación donde me hospedo.
-Zoro: ¿Acompañarte? Bah como sea esta bien.-Dijo sin tomarle importancia.-
Ambos comenzaron a caminar hacia la dirección donde Robin indico y al llegar entraron, Zoro observaba el lugar con curiosidad, era solo una pequeña habitación alquilada de una casa. Le parecía raro que la chica llevara puesto encima joyas y ropa que lucia bastante cara como para apenas dormir en un pequeño cuarto así que se mantuvo alerta pero sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando sintió las manos de ella pasearse de su espalda hasta su pecho.
-Robin: Luces bastante fuerte, haces mucho ejercicio ¿verdad?.-Pregunto cerca de su oído.-
No negaría que el contacto tan repentino lo hizo sonrojarse y sorprenderse al mismo tiempo, no estaba acostumbrado a tales cosas así que se separo de ella de golpe y por torpeza cayo sentado sobre la cama. Robin sonrió divertida por los nervios del espadachín así que se sentó junto a el.
-Robin: ¿No te gustan los cumplidos?
-Zoro: N-no...bueno...
Robin se acerco nuevamente a el y lo miro con una sonrisa.
-Robin: Dime algo...¿alguna vez has besado a una chica?
-Zoro: P-pues...
Robin no dejo terminar a Zoro ya que termino con la leve distancia que los separaba uniéndolos en un beso que comenzó con timidez pero que poco a poco fue tornándose mas apasionado mientras se besaban Zoro se posiciono sobre ella hasta que ambos se separaron por falta de aire. Zoro sonrió victorioso al ver a la chica algo agitada y sonrojada.
-Zoro: Creo que allí tienes tu respuesta.-Dijo con soberbia.-
Robin sonrió con malicia y respondió.
-Robin: No creo que eso sea suficiente.-Dijo con claras intenciones de provocarlo.-
-Zoro: ¿Ah no?
Se acerco a ella nuevamente y la beso de forma mas demandante que romántica, mientras que Robin con uno de sus brazos abrazaba a Zoro y lo atraía mas hacia ella mientras que con el otro trataba de quitarle su camisa pero fue interrumpida ya que el mismo decidió hacerlo por ella permitiendole ver el tan trabajado cuerpo de Zoro; este al ver la leve distracción que provoco en ella sonrió, y de una manera no tan delicada le quito el vestido a Robin de un solo jalón haciendo que se rompiera un poco dejando libre la parte de arriba de su cuerpo.
-Robin: Creí que querías volver con tus amigos.
-Zoro: Ellos pueden esperar una hora mas.-Dijo para luego volver a besarla.-
Mientras se besaban entre los dos se terminaban de quitar sus prendas y ya ambos sin nada metidos completamente en la cama comenzaron a tocarse de una manera que no era amistosa sino mas bien una caricia digna de unos amantes; y mientras el espadachín besaba el cuello y tocaba los enormes pechos de la chica esta gemía y acariciaba fascinada la enorme cicatriz en el pecho del joven, sin mas Zoro procedió a reclamar a la misteriosa mujer como suya y al hacerlo esta gimió en su oído provocandole un escalofrío de placer e impulsándolo a ser mas brusco que delicado hasta que luego de un buen rato ambos llegaron al orgasmo y del cansancio se quedaron profundamente dormidos hasta el amanecer.
ESTÁS LEYENDO
Amor a Primera Cama. (Zorobin)
Short StoryTodos en el barco se sorprendieron mucho al enterarse que su capitán había reclutado a una nueva compañera luego de su aventura en Alabasta. pero, ¿por que le incomodaba de mas a Zoro? ¿por que el fue el ultimo en adaptarse a su compañía? ¿acaso amb...