*alguien golpea a la puerta cerrada de mi cuarto*
(?) -Angie...
*abro un poco los ojos**los golpes persisten, cada vez un poco más fuertes*
(?) -ANGIE...
*reconozco la voz de... ¿mamá?**Un solo golpe en verdad estremecedor*
(?) -¡ANGIE!
*Caigo de la cama y despierto totalmente*-Angie: Mierda, qué golpe. -susurro por lo bajo- ¿Qué pasa, mamá? -logro por fin decir.
-Mamá: Angie Anne Stern Gitz, ¡levántate! ¿Qué esperas? Llegarás tarde a tu primer día de clase.
Carajo, en verdad odio cuando me habla por mi nombre completo. Pero ahora que lo pienso... ¡Demonios! Tiene toda la razón. Mi primer día y aún no sé ni cómo iré vestida hoy.
Corrí al baño, abrí el grifo para que empezara a salir el agua caliente y prendí mi iPod. Posteriormente, abrí Spotify y le puse play a todo volumen a la primer canción que encontré. Justo cuando me comencé a quitar la pijama, noté que para mi sorpresa, se trataba de All of me a cargo de John Legend. Dios santo, esa canción en verdad que me encanta. Necesito superarla ya. Me urge. Bastante.
Después de que terminara esa canción, la verdad ya no puse atención en las que siguieron. Mis pensamientos sólo se concentraban en salir lo más rápido de la ducha para poder vestirme y arreglarme para irme.
Cuando por fin salí, tuve todos los cuidados posibles. Claro, sin tardar tanto. Loción, crema, desodorante... De todo un poco.
Me puse mi bata y una toalla enredada en mi cabello para comenzar a secarlo. Limpié un poco el espejo empañado por el vapor y vi la hora en la pantalla de mi iPod, eran las 6:35 de la mañana.
¿Era tarde? No. ¿Era mamá tratando de causarme un infarto? Efectivamente. ¡La primer clase comenzaba 7:30! Y ella lo sabía perfecto. Que es lo peor.
Agh, mi madre.
Anyways, la ventaja es... Elegiré con cuidado mi atuendo y tendré tiempo suficiente para desayunar e irme al insituto. A mi nuevo instituto.Necesito contarles eso. Pero primero saldré del baño y elegiré mi ropa.
•||•||•||•||•
Después de tratar de hacer nuevas combinaciones... Opté por un outfit que ya había usado. No era "muy muy pero tampoco tan tan", como dice mi querida abuela.
Se trataba nada más y nada menos que de una ombliguera blanca de tirantes, unos jeans azul claro, una gabardina abierta de color gris y mis Vans que hacían juego con mi gabardina.
Cómodamente a la moda y lista para una buena primera impresión, ¿qué más se puede pedir?
Me vestí y me solté el cabello de la empapada toalla. Fui hacia mi tocador y encendí mi secadora de cabello. Lo dejé un poco alborotado de la parte de arriba y en las puntas me hice unos rizos no tan marcados con mi plancha. Miré hacia mi caja llena de sets de todo un poco de maquillaje y me acerqué. Saqué un labial MAC de un tono rosado no tan notorio, Sunny Seoul, para ser exacta, y me dispuse a buscar mi mochila para meterlo ahí, sin antes ponerme un poco. ¡Maldita sea! ¿Dónde la dejé? Shit. Oh, ya. Debajo de mi cama. Duh, JAJAJA. La vieja confiable para guardar cosas, y "que no olvides dónde están." Odio mi propia, y algunas veces, estúpida teoría.
Y bien, aquí es donde realmente comienza ésta historia. La historia que lo cambiaría todo, incluyendo el rumbo de mi vida y mis metas. ¿Se lee increíble? Pues lo es. Todo inmediatamente después de cruzar el umbral de la puerta de mi habitación.
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One in a lifetime.
Teen FictionKillian. Oh, Killian Cavannaugh. Ese chico era realmente un verdadero imbécil. Y sí, en toda la extensión de la palabra. La peor persona del instituto y la peor persona con la que te podrías topar, sin duda alguna. Pero ¿quién diría que después de t...