Wolfram trata de controlar sus celos por cualquiera que se le acerque a su prometido, incluyendo a las mujeres y Sahara, Pero desgraciadamente no todo sale como uno quiere. Asi que una noche Wolfram busca a Yuuri y cuando lo encuentra ve en sus p...
Era la primera vez, que lo hice con mi propio instinto, los labios de Wólfram estaban tan dulces, que me provocaban saborearlos cada vez más, y además la posición en la que estábamos, jamás imagine que besar a un hombre fuera tan maravilloso, y eso que Wólfram me había besado una vez (Véase la ova 3) sentía que nos faltaba respirar, así que deje de besarlo y cuando estaba a punto de decirle mis sentimientos, él aprovecho el momento y me aventó contra el suelo.
— ¡Esto es lo más bajo, que haz echo! ¡Cómo te atrevistes a besarme! ¡Sin mi permiso¡ ¡Te odio!
Salió de aquella habitación, dejándome sólo sin que nadie nos viera la acción que acaba de hacer, mientras que Wólfram seguía corriendo y llorando.
—Tonto, como te atrevistes a besarme, con solo rozar sus labios con los míos, casi mi cuerpo le correspondía, pero la próxima vez no voy a dejarme tocar por él.
En el despacho.
Estaba ahí sentado tocando mis labios, rozando las llamas de mis dedos, recordando aquella escena.
—Es mi primera vez, que besó a un hombre y la verdad, me gustó hacerlo. Aunque si no paraba de besarlo no se que más, haría con él, odio admitirlo pero Wólfram parece un Ángel, con esos ojos tan inocentes que se esconde atrávez de esa mascara de Tsundere, Wolfy tu me gustas.
Había pasado ya otra semana, y mis pensamientos no habían desaparecido, y mucho menos mis sentimientos por Wólfram más bien, cada día lo quería demasiado, pero no sabía como demostrarlo, y Wólfram me evitaba verme. Desde ahí, la distancia cada día, era peor. Hasta que llego Van Luis Françoise le Blanc Vallière, el nuevo pretendiente para Wólfram, todo el mundo lo conocía excepto yo, cuando le dieron la Bienvenida, mi Ángel fue el primero en dársela, lo abrazo como nunca, y su expresión de su cara cambio.
—¡Van que sorpresa! No esperaba verte tan pronto, pero pasa eres Bienvenido—Dijo Wólfram.
Le tomo del abrazo y se lo acerco hacía el suyo, con solo verlo me enojo mucho, no soportaba ¿porque con él se portaba tan amable? y conmigo me aplica la ley del hielo. Los estaba viendo desde la ventana de mi despacho,
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y baje rápido. Cuando lo vi, no dude dos veces en sacar mis celos.
—Veo, que este tu nuevo Pretendiente no Wólfram, Felicitaciones.
Lo ví, que era más alto que yo, casi la misma medida de Conrad, un hombre muy distinguido y sonriente.
—Usted debe ser Yuuri Shibuya, mucho gusto yo soy Van Luis Françoise le Blanc Vallière y yo soy el Pretendiente de Wólfram.
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