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Recuerdo aquel momento en el que le dimos final a nuestra historia.

- ¿Se termino? - Te pregunte.

- Si. - Respondiste.

- ¿Por qué? -Pregunte mientras evitaba que mis lágrimas salieran.

- Ya no te necesito. - Respondiste sin ningún problema.

Y así fue como sentí que mi mundo se había hecho pedazos, todo lo que habíamos formado se estaba derribando por ti, como si tuvieras un martillo y con un solo golpe, destruyeras todo.

No pude evitarlo, las lágrimas salieron de mi, y fue cuando decidí huir.

***

Adeline es mi mejor amiga desde hace 3 años, nos conocimos en un concierto, me había perdido y ella me ayudo a encontrar mi autobús, ya que el concierto no era en la ciudad donde vivíamos, por alguna desgracias, estábamos en el mismo autobús y así nos conocimos mejor, ella es mayor que yo por tan solo un año.

Después de llorarle por el patán de Homer, me dispuse a contarle, no era nada fácil, pero después de varías horas, lo logré.

- ¿Ya aprendiste o no? - Me pregunto molesta, solía decirme que él nunca iba a cambiar, todos sabíamos que el solo buscaba a las chicas para complacerse en algo, y hubo una más en su lista.

- Pero es que... - Dije sin terminar la palabra, el solo pensarlo me dolía, no podía hablar, nada podía salir de mí, sentía un nudo en la garganta que me decía "Mejor cállate, sabes que no hay excusa para defenderlo".

Después de consuelos y gritos de Adeline, por fin logró tranquilizarme.

- Vamos, te llevo a tu casa. - Me dijo Adeline después de terminar el capítulo de "Drake y Josh" el cual me había resignado a verlo, porque me recuerda a Homer, Drake es un puto, igual que él. Pero al final, termine aceptando porque, en este capitulo no jugaba con nadie, jugaban con él, lo cuál me lleno de felicidad.

Llegando a mi casa, me dirigí a mi habitación, tenía un dolor horrible de cabeza por todo el rato que lloré, así que me quede dormida.

***

- Hola. - Dijo él dándome un beso en la mejilla.

- Vete. - Dije furiosa. ¿Cómo es posible que el venga así como si nada?

- Oye preciosa, vamos a comer algo, te parece. - Dijo él.

Amaba que él me dijera así, no me dude en negar ni un segundo, ese era su toque, con cualquier cosa bonita que me dijera, estaba a sus pies. No importa el daño que me haya hecho, estoy tan enamorada de él...

En esta historia, la oveja se enamoró de el lobo, y el lobo estaba enamorando de hacerla sufrir.

HomerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora