— Cómo ya todos saben ayer en el baile de graduación alguien la convirtió en una horrible noche para la señorita Olsen y... — alguien levantó la mano para poder hablar. Era Sam, una chica a la Beth siempre molestó.
— Dígame.
— Yo creo que hablo en nombre de todos a los que Beth ha molestado o les ha hecho algo y con todo respeto pero ella se lo merecía — dijo. El profesor la miró con cara de aweonao.
— Tiene razón. Beth a hecho un sin fin de cosas y dirección nunca le dijo nada, ni siquiera una llamada de atención. ¿Por qué ahora a la persona que hizo esto no lo dejan pasar? Es una broma más — dijo otro. Chucha la revolución.
— Escuchen, esto no está en sus manos y no está bien que tomen "justicia" — hizo comillas con sus dedos — Por su propia cuenta.
— ¿Y qué? ¿Quería que esperáramos que dirección hiciera algo? Entonces ¿Qué está esperando dirección? ¿Que Beth mate a alguien? Le recuerdo que hace dos meses me quemó mi ropa ¿Acaso eso no es suficiente? — le reclamó otra chica.
El profe se quedó callado.
JAQUE MATE VIEJO CONCHETUMARE.
[...]
En los recreos y el almuerzo en todo momento se habló de el "héroe" o "heroína" misteriosa. Yo, Dylan y Julia nos manteníamos al margen de toda información, cualquier rumor o weas parecidas.
En la noche la Arle me llamó por skype. Puta que extrañaba a esa weona.
— Weona no sabis na la wea que hice ayer — le dije. Oh que me sentía cómoda hablando así, aparte nadie me entendía así que era como hablar en código morse. Le conté todo y la Arle estaba caga de risa.
— Oh maraca que eris mala weon — se reía a más no poder — Pero yo igual tengo algo que contarte, o sea, tengo una sorpresa — dijo ahora un poco más calmada.
— ¿En serio?
— ¡Oye ven! — gritó mirando para otro lado, no podía ver a quien le hablaba.
Me estai weando.
— ¡Manu! — grité y me tapé la boca. Las weonas del depto de al lado me iban a venir a reclamar.
— ¡Gabi! — exclamó — ¿Cómo estai? Weona te extraño caleta ¿Cuando volvis? — me preguntó.
— La otra semana salgo de vacaciones, así que ahí le digo a mi papá para que compre los pasajes — les conté emocionada. Las quería puro ver.
— ¡Weona! El Fabian con la Gene volvieron — me contó la Arle.
— No me weis ¿La dura?
— Si po, o sea se supone que nadie sabe. Es que los pillé comiendose en el baño— se rió.
Puta los weones calientes.
— Oye ¿Y pasaron de curso? No se pueden quedar pegas en tercero — les pregunté.
— De eso quería hablarte po ¿Que creís que hago acá? — me habló la Manu.
— No me digai que te quedaste repitiendo conchetumare porque yo misma voy y te saco la cresta mari-
— Me cambio a tu colegio, o sea tu ex colegio.
QUÉ.
¿EN SERIO?— ¿¡QUÉ!? — grité.
— Gabi cállate — el Cristian había abierto la puerta y se fue cerrándola. Por como venía creo que quería dormir.
— ¿Qué? — exclamé de nuevo ahora más bajo y me puse a reír.
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Weona yeta 2: Yetecidad al doble.
Ficção AdolescenteEl caso de Gabriela Gómez era increíble, la manera en que la mala suerte, mala cuea, yetecidad o como quieran decirle, la perseguía no era normal. Al terminar farreándosela con su beca, debe volver a terminar cuarto medio a Chile en su antigüo cole...