Vejez "Felices para siempre"

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Los años habían pasado es StoryBrooke, nuestros héroes al fin alcanzaron conseguir un final feliz para cada habitante del pueblo; después de cada aventura, enfrentamientos, peleas, e inclusive, después de cada muerte lo consiguieron. Pero ¿qué fue de "La Salvadora"?                                           


 [StoryBrooke 40 años después]


Durante estos 40 años la Salvadora se había enfrentado a numerosos villanos, pero siempre al lado de su pirata, al que liberaron con éxito del infierno, y a su numerosa familia y amigos. Cada día era una lucha constante y se presentaban nuevos retos, que con la unión indestructible que formó, los superaba. 



Emma se preparaba para el elegante baile real que habían preparado con motivo de la celebración que harían en honor a su hermosa nieta Mary, éste e convertiría en el primer baile de aquella hermosa señorita a la cual amaba tanto como a sus otros 5 nietos, sí...cinco nietos, todos de sus diferentes hijos, de Henry, Christopher y la pequeña Aleana, vaya que este último la había hecho esperar demasiado tiempo. Henry se casó con Violet, al parecer el destino les tenía muchas cosas buenas y hermosas, a Emma le llenaba de gozo saber que él era feliz y comenzaba a hacer una familia, tenía dos hijos hermosos, Mary y Henry; Christopher había encontrado el amor al lado de una buena mujer y tenían un hijo varón; y por último mi princesa Aleana encontró el amor en el hijo de Mr. Gold y Bella, lo cual en un principio no le agradó a la rubia pero después supo que era un buen chico y sobre todo muy valiente, cuando alcanzaron la edad correcta se casaron y tuvieron a una pequeña bebé, la que sería consentida por sus abuelos a lo máximo por ser la menor de todos.

No sólo la vida de Emma había tenido cambios, sus padres tuvieron un hijo más además de Neal, quien ya era todo un caballero. Regina había encontrado la forma de contrarrestar los efectos de aquella poción que bebió para no quedar embarazada y logró tener dos hermosos hijos al lado de Robin. Bella tuvo dos hijos con Gold. Así poco a poco todos comenzaron a formar su propia familia. En el pueblo se hicieron pequeñas modificaciones, crearon una residencia para toda la familia Charming, era la versión moderna de un castillo, claro que con toques de la realeza. Contaba con un gran salón de baile en el que todos celebraban cumpleaños, bodas, e incluso cuando cumplían la edad para asistir al primer baile real.

Emma vistió sus mejores prendas, con el tiempo se hizo a la idea que en los eventos de este tipo debía apegarse a las reglas de etiqueta, y con su edad la chaqueta color rojo la había pasado a su hija Aleana que ahora era la Sheriff del pueblo junto con sus hermanos. Ella llevaba un vestido de pedrería en un tono salmón pastel con vuelos que la harían parecer que flotaba sobre la pista de baile, su madre...Snow, le ayudó a sujetar el cabello y le colocó la corona. Cada vez que había un baile se ponía igual de nerviosa, como si fuera el primero, pero lo que realmente le ponía a temblar las rodillas era ver la reacción de su esposo, su hermoso pirata Killian Jones.

Salió de la habitación dirigiendo sus pasos por aquel largo pasillo que conectaba al salón de baile, como en cada fiesta, Killian la esperaba en la puerta. El hombre estaba distraído acomodando aquel traje negro y cuando giró hacia dirección de la rubia, sus ojos tomaron ese brillo de aprobación, el mismo brillo cuando asistieron a su primer baile juntos, cuando se casaron y tuvieron a cada uno de sus hijos, un brillo que denotaba amor...el más puro y sincero, el mismo que ella le tenía. El corazón de la Salvadora se disparaba conforme se acercaba a su amor, él le sujetó una mano y besó los nudillos de su esposa, por lo que Emma mostró una sonrisa dulce ante aquel gesto que tanto le gustaba.


-Luces hermosa, amor- Dijo el pirata rompiendo aquel silencio que decía más que mil palabras.
-Usted luce como el más hermoso hombre del mundo- Sonrió aún más la mujer con sus mejillas ruborizadas, aún después de 40 años ella seguía reaccionando igual que en sus años de juventud. La mirada pícara del pirata no cambió en absoluto, con orgullo él sujetó a su mujer y la acompañó al interior del salón, muchos rostros conocidos estaban ahí, Ruby, Victor, Mary Margaret, David, Regina, Roland, Henry, Belle...todos estaban ahí y eso la hacía sentir como en casa.

La entrada de Mary fue un éxito y obtuvo su primer baile al lado de su padre y poco a poco bailó con los hombres de la familia y amigos cercanos, ella se veía hermosa en su vestido. Melancólica la rubia se escabulló inclusive de su amado y tomó rumbo al barco Jolly Roger, que se mantenía en perfecto estado gracias al amor y empeño que su esposo ponía en él. Así se sujetó de la barandilla y observó en silencio el cielo que estaba lleno de estrellas brillantes y aquella hermosa luna que creaba los reflejos sobre el mar.

-Amor, ¿qué ocurre?- Interrumpió la voz tan familiar de Killian, que pronto abrazó a su esposa desde atrás y apoyó su barbilla en uno de los hombros de la mujer.
-Sólo quería estar un momento a solas- Susurra con la mirada perdida en el horizonte.
-Algo ocurre, Swan. Te conozco como la palma de mi mano.- La rubia lanzó un suspiro profundo.
-Han sido ya muchos años en perfecta paz, temo que pronto algo ocurra. Yo ya no tengo edad ni fuerzas para enfrentar nuevas batallas, amor.- Confiesa con un tono de preocupación en su voz.
-Amor, ahora hay una nueva generación de héroes, siempre estaremos para orientarlos, pero ya ninguno de nosotros está al 100% de sus capacidades, claro que siempre es bueno sacar el garfio...y no sólo para destrozar tus prendas, Swan.- Emma río ligeramente ante la última frase de su siempre juguetón Killian, decidió girar para quedar frente a frente y ver esos ojos color azul del hombre al que amaba.
 -Te amo, Killian Jones- El pirata mostró su sonrisa reluciente.
 -Te amo, Emma Swan. Como el primer día.- Susurró con dulzura el hombre y acercando a su mujer la besó con jubilo y amor, mientras que el cielo se iluminaba con fuegos artificiales en honor a su nieta.


Así nuestro CaptainSwan, viviría cada día de sus vidas lleno de amor y dicha, al lado de las personas que se convirtieron a su familia, disfrutando todos de su "Felices para siempre".

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