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Tierra llamando a Woonie ¿Aló? ¿Estas?La chillona pero hermosa voz de Ken lo saco de sus pensamientos, sintiendo como el contrario apretaba sus mejillas, jugando con estas¿Qué pasa bebé? ¿Estás enfermo?

Sonrió, ahí estaba su adorable novio preocupándose de su bienestar, regalándole mimos y echando fuera todos los malos pensamientos que tenia con tan solo una sonrisa de su parte.

—Estoy muy bien mi amor, solo me quede pensando en la entrevista— poso sus brazos en la cintura que conocía tan bien, enrollándolos en esta y acercando más el cuerpo contrario a sí mismo.

— ¡Woo! ¿En serio eso te tiene así tan concentradito? A mí se me hace que es algo más y no me lo quieres decir. — Ken abrazo a su pareja por el cuello creando una bonita y cursi escena para los presentes—

Leo suspiró, su novio no tenía ni un solo pelo de idiota. —Es que, bueno— ya había mantenido mucho tiempo el silencio, aguantándose todo lo que tenía que presenciar a diario, ver como el rapero le dedicaba palabras de "cariño", los incontables acercamientos y caricias. Estaba arto, ya era hora pararle el jueguito a WonSik.

Tomó la mano de su pareja, llevándoselo a un lugar más privado y tranquilo, y sobre todo sin raperos cerca.

— ¡Hey me estas secuestrando! —Decía entre risas el menor, siguiendo el andar del moreno— ¿A dónde me llevas, ladrón de cantantes? — TaekWoon río internamente por las ocurrencias de este. Lo condujo al ascensor manteniendo aun el agarre.

El castaño se dejó llevar a donde quiera que el mayor quisiera ir. Subieron al elevado, JaeHwan aprovecho la ocasión y le robo un corto beso al mayor en el momento en que las puertas se cerraron, aquello tomo por sorpresa a Leo queriendo comerse a su novio a besos ahí mismo por ser tan adorable, mas solo le regalo una sonrisa, esas que solo le causaba él y que nadie más conocía.

—Los besos serán para después mi amor, ahora tengo que conversar seriamente contigo. — Quizá sonó muy serio, e incluso cortante. Se encamino fuera del elevador en el momento en que aquellas puertas dejaron el paso libre, seguido muy de cerca por el menor.

—¿Conversar seriamente? ¿Acaso terminaras lo nuestro? —En algunas ocasiones JaeHwan era demasiado extremista, y el tono con el que le hablo Leo no ayudo mucho. Sus ojos inevitablemente se llenaron de lagrimas que luchaban por ser libres, su mirada se dirigió al suelo. Se sentía horrible, le faltaba el aire y un leve dolor en el pecho apareció ¿Leo ya no lo amaba? Tal vez había sido suficiente para él y ya había llegado a su límite, quien sabe.

Leo al ver lo que había causado su falta de delicadeza se preocupó enormemente ¡claro que no lo iba a dejar! Lo amaba en demasía. La imagen de su castaño a punto de llorar y con la mirada al suelo le apuñalo el corazón, odiaba cuando Jae lloraba y odiaba aún mas ser la razón de sus lagrimas.

— ¿Por qué piensas esas cosas bebé? —Rodeo el rostro contrario con sus manos, deslizando sus pulgares por las mejillas, quitando el rastro de lágrimas que lograron escapar— No sería capaz de dejarte, te amo de una manera que no te imaginas, así que borra esa idea de tu cabecita, porque estaremos juntos hasta viejitos— beso la frente del ajena, embriagándose con el delicioso olor que su novio. — Tendrás que aguantar a este tarado por mucho tiempo más. No quise sonar de esa forma, perdóname, es solo que es un tema que me inquieta desde hace mucho tiempo.

El menor solo se limito a observar los ojos del más alto ¿Qué cosa más seria que una ruptura podría hablarle el mayor? ¿Cuál era ese tema que inquietaba tanto a su pareja? — ¿Entonces por qué tanta seriedad? ¡Me asustas TaekWoon! — Golpeó el cuello del mayor con suavidad — Idiota, tú serás el que tendrá que aguantarme y consentirme en todo.

Leo no pudo aguantar la risa, sonoras carcajadas se escapaban de sus labios sin intención de ser calladas— Podre ser todo lo que dices, quizás idiota, tal vez tonto e incluso aburrido, pero siempre seré tuyo nunca lo olvides bebé—enrolló los brazos en la cintura del castaño — y tú también eres mío, así que ni se te ocurra mirar a otras personas—

—Idiota, mi idiota— una de sus hermosas sonrisas se poso en sus labios, dejando a la vista su brillante y blanquecina dentadura— Que lindo suena eso, ¿mío? Perfecto, me gusta. —correspondió al abrazo que el mayor le brindaba. Lo acerco lo suficiente como para que sus respiraciones se mezclaran— Soy todo tuyo mi amor, mi cuerpo y alma te pertenecen. Ahora dime ¿Qué te inquieta tanto bebé? —

Ya no había vuelta atrás, era hora de hablar y sacar todo eso que tenía guardado, pero ¿y si el otro decidía corresponder los sentimientos de Ravi? ¿Y si ahora que sabía las verdaderas intenciones del rapero comenzaba a mirarlo de otra forma? Miles de preguntas, cientos de inseguridades y mucho miedo hacia acto de presencia en ese momento.

—Primero que todo tienes que prometerme que me amas y que no me dejaras debido a esto. — agacho su cuerpo, sentándose en el piso de la azotea—

Todo esto ya estaba asustando a Ken, sí que era un tema serio, confiaba en su Leo por sobre todas las cosas, pero su mente no pudo evitar ponerse a trabajar, imaginando al mayor con otra persona. No, no, claro que no era eso, su novio era demasiado fiel, sería incapaz de un acto de esa naturaleza.

—Te amo demasiado, estoy locamente enamorado de ti precioso, todo mi amor te pertenece. No te dejare, lo prometo, en las buenas y malas ¿recuerdas? —Sonrío, entregándole esa paz y tranquilidad que tanto necesitaba el mayor, olvidando todas esas inseguridades que rondaban por su mente—

—Tal vez no lo has notado,pero WonSik tiene sentimientos de amor hacia ti. — claro y directo. No le daríatantas vueltas al asunto alargando innecesariamente la conversación.    

Tres son multitud. {Keo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora