El plan - Primera parte

315 45 18
                                    

- Bienvenidos damas y caballeros a "como curar el Síndrome de Onodera" con su anfitrión, Bonnie the Rabbit – saludo Bonnie a la nada – Para este capitulo, tenemos que ayudar a cierto pelinegro de lentes con obsesión por su teléfono a que acepte que esta enamorado de cierta Berenjena con patas...

- ¿Qué haces amor?

Bonnie se giro a Foxy que acababa de entrar al apartamento que compartían desde hacía un par de semanas. Se había acostumbrado a usar el nombre de "Bonnie" la mayor parte del tiempo... pero ser Benjamín cuando se encontraba en el departamento que compartía con su novio era relajante, dejar de usar las orejas de conejo y el traje de mesero para ponerse lo primero que encontraba en su ropero: unos shorts negros algo ajustados y una camisa blanca de mangas largas.

Claro, también habías veces en las que los fetiches de su novio le llevaban a usar orejas y cola de conejo... pero eso era lo de menos, él mismo admitía ser un pervertido y que le gustaba cada uno de los juegos de su pareja.

- Oh... nada, solo me gusta jugar a que rompo la cuarta pared – sonrío inocente el peli lavanda a su pareja – Ya sabes... como si estuviéramos en la historia de alguna chica de 19 años forever alone que se la pasa frente a la computadora escribiendo fanfic de sus juegos o series favoritas porque no tiene nada mejor que hacer.

- Bien... como tu digas – suspiro Foxy sentándose en el sofá café que tenían en el departamento, admitia que su pareja a veces podía ser un poco raro – por cierto... ¿Qué con eso del Síndrome de Onodera? Chica me estuvo hablando algo sobre... ya sabes... sus cosas raras de anime.

- Es que parece que la uva con patas se le confeso a Scott de manera indirecta (por no decir que fue Kenny quien le dijo a Scott que Vincent estaba enamorado de él) pero Scott niega que pueda ser amor... a eso le llamamos Síndrome de Onodera Ritsu, un terrible padecimiento que solo pueden padecer los ukes y algunos semes, cuando estos dicen "no es amor" al sentimiento que tienen hacía otra persona.

- Bien, doctor Bonnie... tal vez quiera explicar mejor la cura de esta... "enfermedad".

- Realmente es simple de curar si uno quiere – hablo mientras se sentaba en el regazo de su pareja abrazándole por el cuello mientras hablaba coquetamente – simplemente tienes que admitir que estas enamorado, darte cuenta que lo que sientes al estar junto a esa persona, las mariposas en el estómago, el calor que supe hasta tus mejillas cuando dice tu nombre, admirar cada una de sus facetas... es amor...

- Presiento que tu nunca padeciste de eso ¿cierto?

- Nop – negó subiendo mejor al regazo de su pareja, quedando frente a frente con sus piernas rodeando la cintura del otro – me es imposible negar que estoy enamorado de ti... además, es tonto, negar que estas enamorado solo porque el otro es del mismo sexo digo... el amor es amor, no importa si es un hombre o una mujer, ni la diferencia de edad o raza... si eso importara es sería solo... una mentira...

- Me alegra que pienses así, conejito.

- Y debería de hacerlo – hablo contra los labios de su pareja, sonrío al mismo tiempo que se ponía de pie y tomaba una maleta que estaba cerca de la puerta – porque vas a pasar un lindo fin de semana en abstinencia mientras que Amy y yo vamos a la tumba de nuestro hermano, así que pórtate bien.

- ¿¡Qué!? Bonnie... no me vas a dejar... ¡Bonnie!

Había gritado algo tarde, pues el peli lavanda ya se había ido a la habitación que compartían a empacar. En serio... a veces se arrepentía de amarlo tanto, Bonnie sabía como ser sexy, sabía como manipularlo para hacer todo lo que quisiera, prácticamente lo tenia en sus manos y podía destrozarlo en el momento en que quisiera, estaba perdidamente enamorado de ese conejito... Y sabía que Bonnie era el indicado para ayudar a curar el "Síndrome de Onodera" en Scott.

Blindness - PurplePhoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora